Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Thursday, August 28, 2008

ANTEL, el culto de la autoderrota

ANTEL, el culto de la autoderrota


El Iphone que no llega por ANTEL

¿Recuerdan aquella fábula del alacrán y la rana? No la voy a contar de nuevo, pero en su meollo está en que cada ser tiene tal identidad que no puede ir contra su naturaleza, que aún cuando las circunstancias pidan que por un momento esa naturaleza actúe de otra forma, éste no puede hacerlo.

Es el caso del Estado. Su propia incapacidad natural para hacer tareas y gestiones que pertenecen a los particulares, hace que las ejecute en forma mezquina, chapucera y defectuosa, dando como resultado un deterioro de los servicios que no debería prestar y que la comunidad sufre debido a que ese mecanismo estatal está en manos de sus dueños de facto, que se llaman sindicatos de empleados públicos.

El caso particular de ANTEL, una empresa que no debería haber nacido nunca como si el hijo idiota de una estirpe hubiera sido dado a luz y declarado emperador -ha sucedido y se repetirá en la historia- es emblemático ya que, por ese engendro -me niego a llamarlo empresa o ente, es un engendro contra natura cuyo destino natural es ser desensamblado y licuado hasta que desaparezca su recuerdo- ha demostrado, una vez más, que no puede con su incapacidad natural, hecho que ahora por suerte es más visible al tener competencia en muchos de sus servicios.

Esa bendita competencia que poco a poco va arrinconando al engendro que se autodestruirá por su propia ineficiencia. Hay que ver cuánto daño más hace a la comunidad antes que desaparezca finalmente, pero entretanto, en esa larga agonía a que nos somete a los que usamos sus servicios, ha dado cuatro muestras de incalculable imbecilidad, hecho que, gracias a la competencia, ha quedado en evidencia.



ANTEL, con tecnología de punta
El primero de ellos es el de seguir brindando servicios de conexión a Internet vía física ADSL, una tecnología del siglo pasado, obsoleta, cara e ineficaz, cuando todo el mundo, salvo las comunicaciones submarinas, se vuelca a las conexiones inalámbricas. El mundo es wifi, es inalámbrico, el mundo es un mundo de antenas, no de cables y enchufes y lo hace porque tiene una red montada y no quiere ni puede estar al ritmo de la tecnología 3G, mientras que su competencia facilita al usuario de Internet y telefonía, que ya es lo mismo en todos los medios, para que viva en movimiento y sin cables. ANTEL dificulta y frena a sus usuarios ese mismo acceso, haciéndolo por medios burocráticos -pedir líneas de garantía para cambiar contrato cuando la mayoría de la gente ya no usa teléfono fijo o no lo tiene a su nombre- o decirle a sus empleados y a sus revendores que le digan al usuario que por vía inalámbrica no garantizan estabilidad o velocidad. Razón ésta por la que la gente con dos dedos de frente se va a Dedicado, Movistar o Claro... ¡Clarísimo!



ANTEL, la supercarretera de la información por la cuneta
La segunda, es estar recién baboseando la idea de un enlace de fibra óptica con el cable internacional, a lo que se negó en el año 2003 por imbecilidad, también, cuando se gastó esos fondos en una torre que es el monumento a la estupidez nacional hecha piedra y cemento. Recién ahora habla de estudiar la posibilidad de un enlace vía Argentina, lo cual es una barbaridad con unas condiciones técnicas que están por debajo de los requerimientos del país de hoy, ni qué hablar de los próximos diez años. Tarde, mal y mintiendo a la población, mientras Uruguay vive en la cuneta de la carretera de la información.



El obsoleto tranvía de ANTEL
La tercera: tardíamente ha declarado tarifa única nacional para la telefonía fija, quince años después del momento que debería haberlo hecho y sólo porque, por su persistencia en el error, perdió más del 70% del tráfico, que pasó a la telefonía celular, donde tiene competencia, bendita sea, convirtiendo estas vías del tranvía de la información en un aparato de uso para amas de casa o almacenes de barrio, cuando lo que debería haber hecho y debe hacer, es dejar de cobrar por tiempo de llamada sino, como hacen en el resto del mundo, tener una tarifa plana de uso ilimitado que salve esa red, dedicar sus esfuerzos a las áreas que merecen desarrollo, como son la Internet y la telefonía inalámbrica. Se dará cuenta en el futuro, tarde y mal, para variar.

Y la perla del día, la última imbecilidad estatal: llega el IPhone al mercado y todo el mundo se da cuenta que más allá de sus capacidades, ES el instrumento que una generación quiere tener y no lo trae mientras que su competencia, en una semana, agota su stock y le saca rica tajada más de usuarios que migran a estas empresas de la moribunda ameba estatal que, para peor, sigue costando en su incapacidad total más millones de dólares a la población, que sigue siendo el mismo aparato achacoso que seguimos pagando, haga todo mal o bien.

La población está pagando por ANTEL millones de dólares, como quien paga por mantener con vida a una momia en el CTI, que no rinde más nada que beneficios a sus empleados, parques de vacaciones incluidos, altas jubilaciones y salarios, millones y millones que, de desaparecer ese engendro, podrían ser volcados a la comunidad para su desarrollo como un país moderno.



Un hermoso monumento a la estupidez nacional, en un barrio vacío
Lo dije una vez y lo reitero: Delenda Est Antel y punto, no hay nada que mejorar, hay que evacuar esa torre y convertirla en un parking o en un centro comercial, porque ahí no hay nada que le sea útil al país. Es simbólico, entenderán los que saben que no hay que tomarme al pie de la letra, pero hay una cosa clara: semejante obra, que nos costó el retraso a la conexión del cable submarino y la entrada a la autopista de la información, no ha servido más que para alguna bonita postal de Montevideo.

Mientras tanto, ANTEL y su sindicato hacen un culto a la derrota, la que no se debe a la competencia sino a su propia naturaleza.

Hasta la semana que viene.

Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com

Friday, August 22, 2008

Redescubriendo Apolo 11

Redescubriendo Apolo 11



¿Recordás aquel día del 69? Llegamos a la Luna, le pusimos banderitas, saltamos de alegría porque habíamos salido de la burbuja de la Tierra y tocábamos el culo de Dios con las dos manos y teníamos todo hecho, sabíamos lo que había que saber, nos reíamos de las enciclopedias y de los viejos de nuestros padres -que eran más jóvenes de lo que somos nosotros ahora- porque habíamos pisado el satélite y acariciado el principio del Universo y todo era así de fácil, mientras en Vietnam se jugaba una guerra y esas guerras alimentaban las nuestras y las hacían universales. Y tú y yo, con mil años menos, viajábamos por el mundo un año después y lo dábamos vuelta en París.

Buen año, estábamos saliendo al mundo, ya sabíamos todo, nos reíamos de lo que los viejos decían y todo bien. Corría la marihuana por toda Europa, de la guerra fría que no era fría para los que morían en Vietnam, desde el Check Point Charlie hasta Brunau y lo tomábamos por asalto y lo hacíamos de nuevo, de norte a sur y la madre que las parió. Tú eras una chica de minifalda y yo un barbudo de pantalones anchos; y ambos, aún en esta comarca gris y pegajosa y con olor a naftalina, éramos diferentes y odiábamos, como hoy, esta quietud sonora que nos ahoga en esta juventud espiritual inevitable e interminable que bajo la luna del sur nos hace ver con fastidio este territorio pampeano, sureño, de cerritos, de lomas, de tangos y milongas lloronas, de las recontramalditas tortafritas, de imbéciles.

Y ahí vamos, en este Uruguay, a redescubrir y hacer desde el cero un país moderno, con ganas de ser algo más que esto. Un país diferente y colorido y luminoso para mis nietos, un país loco y trangresor, un país que le diga idiota al que lo es, un país que, llegado el momento de navegar al sur, se diga a sí mismo que no hay otra posibilidad que verse de nuevo con aquella ingenuidad del año 68, bajo la luna de agosto, un mes y algo después de haber llegado a la Luna en el Mar de la Tranquilidad, locos y alegres de haber sido la generación que tomó al Universo por asalto un día de julio.

Navego al Sur y nos vemos en la esquina del Cabo de Hornos cualquiera de estas noches, para cruzar el estrecho y navegar de una vez por todas en aguas cálidas, empujados por todos los vientos.

Friday, August 15, 2008

Pekin 2008 Cuentos Chinos

ANTE LA RECONTRA ESTÚPIDA Y NAZI MANÍA DEL GOBIERNO COMUNISTA DE METERSE CON EL WHISKY Y OTRAS BEBIDAS DE PRIMERA NECESIDAD


ANTE LA RECONTRA ESTÚPIDA Y NAZI MANÍA DEL GOBIERNO COMUNISTA DE METERSE CON EL WHISKY Y OTRAS BEBIDAS DE PRIMERA NECESIDAD
El nuevo Uruguay, país sano desde la primera oveja al último paisano
Félix Obes Fleurquin
En el 2026 quizás sigamos inmersos en el mismo debate sobre los desaparecidos y los militares, pero seguro que el Presidente salga de su habitual estupor para aplicar unas estrictas normas contra el alcohol, el colesterol y el exceso de ácido úrico y de triglicéridos. De hecho, el ganado porcino y hasta el ovino, salvo que les enseñemos a hacer gimnasia aeróbica y a sacarlos a hacer jogging, quizás hayan desaparecido ante la imposibilidad de convertir un cerdo en un animal de compañía o la dificultad que entraña peinar a una oveja.
La cultura vegetariana se habrá impuesto y las cocinas dejarán de ser almacenes grasientos para convertirse en templos zen donde se manipule asépticamente todo tipo de forraje. Las minas de cloruro y las salinas serán selladas en aplicación de la ley antihipertensión y la repostería frutal acabará con el azúcar de caña y remolacha por lo que CALNU será bombardeada por la Fuerza Aérea hasta dejarla como Stalingrado; y los cañeros, para regocijo patrio, serán expatriados a la Base Artigas en la Antártida, donde se reciclarán como pastores de pingüinos.
Las plantaciones de soja para hacer carne vegetal suplirán a la vid desde Cerro Chapeu a Colón, donde las últimas cepas serán arrancadas y quemadas delante de donde estaba la estatua de Artigas que será declarado, por los nuevos historiadores, como enemigo público por su pasión por la carne y sus mamúas históricas. La denominación de origen Tanat, Pinot y demás, también pasarán a mejor vida. Menuda pesadilla.
Y aparecerán los traficantes de milanesas y de grapa y los carteles del huevo frito y el del whisky on the rocks, para lo cual se harán, como durante la Ley Seca, divisiones especiales de la policía, la Anti Choripán y la Anti Mayonesa, que tendrán el esperado permiso que tantos años ha pedido la Brigrada Anti Drogas, ahora también Anti Tabaco, para poder retener sin pasar a juez por más de veinticuatro horas y allanar el domicilio de noche -lo que no es tan grave ni novedoso ya que el BPS y la Intendencia lo harán buscando instalaciones ilegales de parrilleros y watercló; o cambios anti solidarios y fascistas de bidets y cuartitos del fondo- en busca de cocinas ilícitas de chivitos o tatuceras llenas de sal fina, la última onda, la nueva cocaína. Pavada de pesadilla.
Los empleados públicos tendrán oportunidad de bajar sus buzardas y sus kilos de más y se los sacará en fila cada mañana a correr alrededor de la manzana coreando a grito pelado: "¡Tabaré, Tabaré mira que te votamos y lo lindo que nos fue!"- y haciendo lo mismo que los rusos que van a traer para entrenarlos, los que se caigan serán fusilados por gordos, fascistas y derrotistas, al estilo de la retirada de 1941. Así que preparate, que el nuevo país sano te hará vivir una vida feliz, plena y dictada por los gustos y preferencias personales del mismísimo Tabaré, el Único, el Inimitable, el Number One, El Que No se Equivoca, Santo Patrono de Los Que No Nos Equivocamos Jamás y Amén, que se me terminó el rollo.

Thursday, August 14, 2008



Un nuevo Equinoxio en viaje



• Equinox cumple 10 años el próximo 3 de octubre. Diez años que arrancaron en la fecha del cumpleaños de mi hijo Maxi, quien hace unos días me despatarrara con la noticia que voy a ser abuelo de nuevo o sea, en clarito, que el niño que conmigo y sus hermanas y Graciela, madre de ellas, abrimos aquella tarde de octubre de 1998 la tiendita de una esquina, va a ser PAPÁ. Así a boca de jarro, noticia que, como la de la llegada de Maia, me costó un tiempito asimilar hasta que la tuve en los brazos y, como todos los abuelos, casi me hago pis de alegría.

Les voy a ahorrar esta vez las caídas de baba en público por mis hijos y nietos que son tan habituales; ya mis amigos se imaginan la sonrisa con que escribo esto. Sólo quiero creer que esta generación, que es la de los hijos de mis hijos, podrá ser la que definitivamente pueda crecer en el país que ha nacido, junto a nosotros.

Para mi hijo y para Denise, para Leticia y Maia, para Virginia, mi hija lejana a la que extraño cada día y a la que veo de a ratos en el MSN y de la que escucho su vocesita en el teléfono, para Carolina que me llevará a Buenos Aires en mi cumpleaños, para ellos y mis amigos y colaboradores, los que han hecho posible Equinox, esta publicación artesanal que tanto bochinche hace en la red cada semana y para todos ustedes, navegantes de la red, lectores, un enorme abrazo de este Pingüino de Pocitos, 2 veces abuelo 2.

Dije que no babeaba pero mentía... ¡Cambié de opinión!
Y un saludo paterno a mi Maxi, con un especial abrazo por el recuerdo de aquella carta que vimos del primer Obes a su hijo que cruzó la mar océano en 1700 y poco para poblar San Felipe y Santiago; aquella carta escrita a pluma con letra cuidadosa y esmerada que empieza... "A ti hijo de mis entranias que te fuiste a la América..." Porque en esa carta y en todas las cosas que los padres escribimos a nuestros hijos con el alma en la mano cuando están lejos -Maxi, como mi niña Virginia- y tememos por ellos en cada respiración, porque no podemos llegar ahí tan fácilmente. Es esa sensación de amor que vas a sentir toda tu vida por ese hijo que viene, como siento yo por cada uno de ustedes.



• El chofer del guerrillero
Una noticia, como la de la guerra -interminable, desde hace siglos en el Cáucaso, zona de la que estoy aprendiendo cosas que no sabía (hay tanto que uno no sabe y se sorprende) al seguir avanzando en el libro de Francisco Veiga que ya he comentado, "El Turco", que los uruguayos sumergidos en nuestro ombligo no nos percatamos ni entendemos hasta que el efecto mariposa nos cae como una lápida encima- es la del pobre desgraciado que ha sido condenado por la justicia militar de Bush por haberle manejado la Toyota a Bin Laden y haberle quizás cebado el mate y alcanzado azúcar para el té, durante años.

Estados Unidos, un país que se merece el gobierno que tiene como nosotros nos merecemos el nuestro, ha condenado a mil años de cárcel a un cabeza de afgano en Guantánamo -cuyo pecado era ser el chofer de Bin Laden- en un acto de estupidez del imperio más idiota de la historia, equiparable a haber dejado matar por una chusma vociferante a Saddam Hussein, a haber descuidado su seguridad como lo ha hecho siempre y haber permitido, por fallas de inteligencia y coordinación, que un ataque anunciado como el del 11 de Septiembre ocurriera como lo dejó ocurrir, no por mala intención, como dicen los adictos a las conspiraciones; o el ataque a Pearl Harbor o el enfrentamiento con China -que será inevitable para Occidente en el futuro- donde ahora, el peor presidente de la historia imperial tiene que ir a rendir pleitesía a los dueños de su deuda interna, a los dueños de la deuda de Occidente.

Estados Unidos es una gran república. Es, en sus mecanismos democráticos, aun con peros y salvedades, un ejemplo de sociedad; pero como imperio es francamente insulso e ineficaz porque no sabe amoldarse al papel imperial de regir su mundo, como lo supieron hacer otros imperios que representaron a la sociedad occidental en su momento: Roma, Inglaterra, aún Rusia, en la frontera del mundo Occidental, porque Estados Unidos no actúa en consonancia con las responsabilidades globales que tiene y cuando lo hace, es tarde y empujado por su maniático sueño de aislamiento; gana por tirar encima del oponente toda su industria y aplastar al eje por peso y no por sofisticación y fuerza, como Inglaterra; o mete la pata y se mete en un avispero del que no puede y no debe salir, como el de Irak.

• El mito de la tolerancia cero
Está de moda en los círculos conservadores hablar de la famosa tolerancia cero, como si fuera una receta de sopa instantánea que todo lo resolviera; pero la mayoría de la gente que apela a esto también apela cada tanto a la reducción de la edad en las penas, a la aplicación de pena de muerte y tiene poca idea o ninguna de qué se trata o si es una tontería más, como alguna de las ideas de izquierda de esas de "Tierra para todos" o "Hasta la victoria siempre". Son frases-receta-magia-solución automática que poco o nada han influido en los lugares donde supuestamente han dado resultados mágicos.

Para empezar, Uruguay y su policía no tienen capacidad física ni idoneidad moral y técnica para aplicar la ley a rajatabla. Punto.

Y dos, en Estados Unidos, la famosa receta dio magros resultados en la práctica y la caída de la cantidad de crímenes en la década que va de 1995 a 2002 se debió a una suma de factores y a la conciencia ciudadana del respeto a las normas de difícil aplicación en Uruguay, donde la gente ni siquiera tiene cultura de poner la basura donde debe o respetar la fila del supermercado. Somos subdesarrollados, ¡viste!

Y tres, así al paso, porque hay mil motivos para su no aplicación en Uruguay. ¿Dónde demonios metemos presa a las tres cuartas partes de la población del país que califican para ser penadas por una "tolerancia cero"? Todos somos, de facto, contrabandistas, evasores de impuestos o de regulaciones. ¡No me digas que no!

En Estados Unidos, el tremendo descenso del nivel de crímenes violentos se debió principalmente a que paulatinamente, desde los '70, en todos los estados de la Unión arrancando en Texas, se abolió la penalización del aborto y, en consecuencia, los hijos de madres solteras de clase pobre, que creaban los ejércitos de los ghettos y la superpoblación de criminales, cuya única forma de vida posible era el tráfico de drogas, simplemente dejó de nacer, así de simple. Lean "Freakonomics" entre otros libros que dejan ver la realidad desde el ángulo que casi nadie mira.

A ese hecho que no da para discutir, se sumó, sí, la capacidad de "inundar" de policías ciertas áreas, educación de la población y mejoras en la economía, lo que dio por resultado un descenso paulatino de la criminalidad violenta que aún sigue en baja.

Por varios motivos, estamos lejos de esa realidad.

Lo dicho por Levitt en "Freakonomics" es un hecho a tener muy en cuenta cuando se habla de criminalidad, más allá de la postura personal que cada uno tenga con relación al aborto y a las decisiones que cada mujer y su familia tomen en cada caso particular y que bajo ninguna circunstancia debe tratar de imponerse al otro.

Hasta la semana que viene.

Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com

Siguen notas sobre el libro en Zona Editorial, a fin de recabar opiniones, siempre y cuando sean hechas luego de tomarse el debido trabajo de leer o el libro o los extractos que abundan en la red; ¡no opinar por reflejo por favor!

Tuesday, August 05, 2008

Hoy es un día de sol y no depende del gobierno sino de nosotros que lo disfrutemos ¿o no?


¡Calma!
Hoy es un día de sol y no depende del gobierno sino de nosotros que lo disfrutemos ¿o no?




SI DAS PELOTA A LOS MEDIOS DE INFORMACIÓN, EMBROMATE
Sí, en Uruguay -lean la nota de Arregui de la semana pasada- todos tenemos miles de motivos para estar de mal humor; basta leer las estupideces que recogen los medios de los gobernantes y de toda la clase política, para tener ganas inmediatas de patear la silla más cercana, porque no sólo esa clase de gente es una fuente inagotable de tonterías, lugares comunes, burlas al ciudadano o mentiras lisas y llanas, sino que los medios que estoica y tontamente insistimos en ver, escuchar y leer, son un amplificador de esas estupideces y nada más. No tienen el menor sentido crítico, ya que todos ellos, algunos más otros menos, son vasallos del Estado, permisarios de sus ondas o beneficiarios de su publicidad y sus favores; por ende, por las buenas o por las malas, son correveidiles y amanuenses cuando no directamente alcahuetes.

LAS COSAS BUENAS DE ESTE TERRITORIO
Por eso, en un día espléndido como este martes 5 de julio, basta apagar la radio, estrangular la caja boba llamada TV abierta, usar el diario para su destino natural -que es forrar el tacho de basura- y estar atentos a la información que, sin necesidad de esos medios, discurre por la web o nos llega por el contacto con nuestro círculo de personas y tener el mínimo sentido crítico y el sentido del humor para no tomar en serio a este país, que no merece una rabieta ni una pataleta porque simplemente es un país de mentira al cual el sorteo universal del humor negro galáctico nos mandó aterrizar en él. Y así como el territorio tiene un clima benigno, buenas lluvias, viento para hinchar las velas, mar para mirar y navegar, deberíamos disfrutarlo en lo mucho bueno que nos da, sin envenenarnos por lo que el tablado de idiotas -heredero del tablado de anormales y mediocres que siempre lo gobernó y lo gobernará, hasta que nosotros mismos decidamos que ya es suficiente y hagamos un país serio- nos amargue la jornada.

LA CULPA DE ESTE PAÍS ESTÁ EN SU GENTE
Nada de lo que pasa fuera de nuestra fortaleza hogar-empresa-familia, es algo que podamos cambiar porque Uruguay vive una Edad Media espiritual en que somos, por las malas, vasallos de un estado precapitalista en manos de una mafia de acomodados de por vida en las empresas y servicios del Estado; y eso pasa por culpa nuestra porque, como la mayoría del país es totalmente ingenua o irresponsable, ella es la que ha mantenido esa mafia en su lugar y es ella la que, una y otra vez, contra sus propios intereses, afirma a esa gente en su lugar y se deja robar en medio de balidos de protesta, que más que pena dan repugnancia.

PAÍS DE MENTIRA
Y por eso el país no cambia ni crece, sigue siendo de mentira, las cosas que pasan nos avergüenzan y nos dan rabia, pero ahí enfocamos mal esa frustración y le echamos la culpa... ¡al gobernante! Sin darnos cuenta que ese engendro, todos esos engendros, son creados por nosotros a nuestra imagen y semejanza porque, siendo un país en broma, ponemos en el poder a gobernantes de joda y expulsamos del país o enterramos en puestitos irrelevantes a los jóvenes que podrían cambiar la situación.

NI MODIFICAR, NI PRIVATIZAR EL ESTADO, SIMPLEMENTE DEMOLERLO A SU MINIMA EXPRESION NECESARIA
Por eso, viejos todos ustedes y nosotros, somos por desgracia un país de viejos egoístas que sólo pensamos en nuestros ombligos y aunque nos llenemos la boca, en el fondo importa poco el futuro de los jóvenes. Es más, les tienen miedo, saben que sin ellos el país va a la deriva como un despojo pero, aún así, la mayoría del país es reacia a cambios radicales, a destruir el sistema indigno de las empresas del Estado, a jugarse de una vez a la energía nuclear, a cerrar las malditas aduanas, a cerrar trenes que no sirven para nada al menos en manos del Estado, a enterrar Pluna que es un vómito de energías que perdemos volando mal a lugares de décima, a llenarlo de inversores sin ese temor senil al extranjero, de zonas francas, que hoy son islas de prosperidad en un territorio saqueado; o, más aún, a hacer del país UNA Zona Franca que reviente a la competencia de los vecinos; cambiar todo y mucho y rápido y con audacia, no a medias tintas como hoy. Por eso, ¿qué te vas a calentar si vos mismo no querés cambiar nada de eso? ¿Verdad?

HAY QUE COPIAR LO YA INVENTADO
Si querés hacer un país serio, olvidate del Mercosur y esos vecinos andrajosos vestidos con ropa que les queda grande que tenemos y que mal copiamos; mirá a los países que hicieron lo que hay que hacer y copialos a rajatabla: Chile, Nueva Zelandia, Irlanda, Estonia, Letonia, Lituania... ¿Sigo? Creo que no hay que inventar nada sino que cambiar el rumbo al que estos cadáveres momificados en su mediocridad nos llevan; sacarlos del mando, tirarlos a la basura, hacer todo lo contrario a lo que hoy y en los últimos años se ha hecho. Mirar simplemente a un país pequeño que ha triunfado y hacer lo mismo. ¿Es tan difícil?

VOS NO SOS EL FUTURO, SOS EL PASADO
Así que aprovechá el día de sol, escuchá música, salí a la rambla, pensá por una vez que tus problemas no son los de tus hijos, pensá en ellos porque sólo ellos son los que justifican que valga tu vida un segundo más; vos ya la hiciste, la viviste, la macaneaste o no, pero seguís aferrado a tus manías como si tuvieras futuro por delante, sin ver que tu único futuro son ellos y el país que ellos tienen hoy no les sirve; y los planes de país que pensás que te sirven a vos, tampoco les sirven y por eso se van, lejos. Leé de vuelta a Arregui.

CUBA... ¿EN SERIO EXISTE?
Si hay un pecado capital por el que este gobierno, este malón, debe ser cambiado por cualquier otro, es porque no sólo no ha mirado referentes de éxito como los que he nombrado antes, sino que, debido a una tara genética que no se puede quitar de encima, nos han tratado de comparar o equiparar a estados fracasados como Cuba, país de fantasía que sólo se mantiene porque a nadie ya le importa que caiga o no caiga, porque todos sabemos que esa isla, perdida en la historia, no le interesa a nadie en el universo más que a estos alucinados que están en Casa de Gobierno. Por eso, solamente por eso que los delata como retardados políticos, se deben ir para siempre.

PAÍS DE VIEJOS MIEDOSOS Y EGOÍSTAS
Este país de viejos egoístas no merece mejor gobierno que éste o las alternativas que votaremos de mala gana y por descarte, a menos que realmente dejemos paso a esos cambios necesarios que hagan que nuestros hijos no se vayan, no se droguen y no te desprecien; olvidate de cosas partidarias, de banderitas que éste sí o que éste no, la cosa es más profunda, acá hay que cambiar todo y rápido y todos sabemos cómo, lo que pasa es que no nos dan los cojones, ni más ni menos.

DROP DEAD!
Salí al sol, apagá la radio, tirá el diario, ahí nada vas a encontar más que el eco de las miserias que les pagan a esos imbéciles por propagar; sólo vos, sentado en solitario mirando el horizonte, serás capaz de saber qué hacer y si no sabés, andá hacia el agua y ahogate, el mundo no habrá perdido nada.

Hasta la semana que viene.

Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com

Saturday, August 02, 2008

¡El que no salta es un tupamaro!

¡El que no salta es un tupamaro!
Cómo vivíamos en la dictadura militar




Algunos afirman que la dictadura nació accidentalmente de una mezcla de gases y líquidos, tal como surgió la vida en el universo.

Otros dicen -y defienden ese argumento con vehemencia- que es el resultado de una pesadilla del Señor de las Calamidades, cuya única y visible misión era quitarnos el sueño haciendo escandalosos e intempestivos desfiles o pidiendo una participación en los gastos nacionales, cuyo monto estaba en desproporción con los dudosos servicios prestados en esa década tran triste.

Una noche, pocos años ha, mientras dormíamos, una irrupción de una brigada de asalto (y rapiñas en sus horas libres), se perpetró en la cocina.

Mi esposa entró en el preciso momento en que estaban interrogando las entrañas de un pollo, a fin -se adujo en el parte que luego dio DINARP a publicidad- de observar los augurios de la victoria o la derrota.

Cuando yo llegué, no se me ocurrió nada menos que solicitarles la orden de allanamiento.

Risas varias.

-La orden no es necesaria para los pollos -dijo uno de lentes oscuros, a punto de lanzar una carcajada.

-Pero sí para las casas, contesté.

-¿Qué casa? -me preguntó un sargento achinado, mientras limpiaba su bayoneta en el cuello de mi piyama, pinchando luego una papita del fondo de la cacerola.

-Ésta que ustedes han invadido.

-¡Oh, hemos entrado en el domicilio de un particular! -Y se le saltaban las lágrimas.

-¡Qué horror!, dijo un cabo. -Y en horas de la noche. -Y se puso coloradito de vergüenza.

-Hemos violado un hogar en horas nocturnas. -Y se miraron para luego empezar a gritar a coro: -El que no salta es un tupamaro, el que no salta es un comunoide...

-¡Saltá vo'! ¿O sos bolche?

Intervine entonces para consolar al teniente, que entre hipo y lágrima buscaba algo en los bolsillos.

-Algún papelito -decía, que justificara su presencia en la casa.

-No se moleste tanto, con toda seguirdad el Ministerio va a declarar en el Consejo, que eran las dos de la tarde.

-¿Qué es el Consejo?, me dijo, mirándome con unos ojos grandes llenos de asombro.

-¡Olvídese m'ijo, no vale la pena!

Pero esto no lo consoló y siguió llorando mientras el sargento, un hombro más vaqueano, le decía que se podía justificar la cosa, si se probara que desde el interior de la casa les habían disparado.

-Tiene razón el sargento, me dijo el teniente, sacándose los mocos del bigotito que no sobrepasaba la comisura de los labios.

-Diga usted, ¿dónde quiera la bazooca?

-¿Qué bazooca?

-Pues con la que habrá de ser en el parte, el arma con la que usted nos disparó.

-¡Ah, no, eso sí que no!

-Pero hombre -dijo amistoso el teniente, pasándome el brazo por el hombro, sólo una pequeña formalidad, no se caliente.

Me miró durito el oficial y me dijo, ya sin tono afable: -Mirá, no nos compliqués más la cosa, carajo, te voy a procesar por atentado a la ley de las Fuerzas Armadas y te voy a llevar al cuartel, qué joder con tanta vuelta.

-Mejor callate, Pepe -intervino mi esposa, mientras servía las tres docenas de huevos fritos que le había exigido la tropa que acampaba en el living. -Mejor callate, Pepe.

-Eso, macho, hacele caso a tu nena.

-No es mi nena, es... -empecé a decir.

-Así que no es la nena, ya me lo imaginaba. Fíjese, Sargento, con esa cara de degenerado, lo menos que descubrimos es una orgía, un quilombo clandestino. A ver vos, hijo de una gran puta, antes que te hagamos mierda a patadas, confesá de una vez, ¿desde cuándo explotás a la chiquilla? Dale, dale, cantá.

-Sargento: al cuartito de baño con éste, dele submarino hasta que confiese.

-Sí, señor, ¿quiere qué llame al Comando y les aviso que manden refuerzos?

-Pero si ésta es mi casa -pude gritar, mientras me ponían la capucha.

-Peor aún, sátrapa, corrupción del sacrosanto hogar.

-Pero es mi esposa -grité al borde del llanto, mientras me sumergían en el bidet.

-Horror, horror… esto es increíble, corrompe a su pobre esposa, cerdo comunista.

-Glub, glub, qué corrupción, si estamos solos, glub -pude articular, sacando un poco la cabeza del agua.

-Y esa ventana abierta.

-Qué tiene que ver.

-Ajajá, ¿se cree qué soy idiota? Pues por ahí se escaparon.

-¿Quiénes?

-Sus cómplices.

-Pero si hasta la calle hay quince pisos.

-¿Así qué también usaban helicóptero? ¿Y dónde está el permiso de vuelo? Ajá, esto es toda una organización para delinquir, bazoocas, prostíbulo, corrupción, helicóptero. Confesá bolchevique… ¿Cuánto te pagan en la embajada soviética?

-Teniente, con todo respeto, ¿me permite?

-Cállese Barbazul, castrista, ferreirista, te rompo la jeta.

Rojo de rabia, el Oficial me abofeteó y me dijo que hablara de una vez y que me dejara de dar vueltas.

-Bien -dije - yo me olvido del pollo, me olvido del allanamiento, me olvido del submarino y de los huevos fritos. Usted saca la bazooca y los explosivos del cuarto de estar, le dice a la tropa que deje de perseguir a mi mujer, salen, cierro la puerta, esperan un ratito, luego tocan timbre, me preguntan si acá vive algún tupamaro, yo les digo que no y chau. Ustedes se van al cuartel a tomar mate y a pintar palmeras de blanco y yo a dormir, ¿le parece bien?

-Me parece razonable, al fin de cuentas es tarde y tenemos muchos operativos pendientes en el barrio.

-Pero, señor… -dijo el sargento, que estaba excitadito con tanto relajo y hacía rato que no hacía un buen submarino.

-Cállese, milico bruto. No ve que hacer un informe nos va a llevar toda la noche y que además hicimos mucho ruido, capaz que hay testigos y salimos escrachados en los semanarios.

Pero, mi Teniente, a los testigos me los deja a mí -dijo el Sargento que ya se imaginaba un festival.

-Nada, nada, los tiempos han cambiado, hombre, ya no estamos en el 76, vámonos.

La desinstalación y el reflujo del regimiento a sus camiones me costó algo así como veintitrés mil quinientos nuevos pesos de baldosas rotas, parquet levantado, cañerías desmontadas e impuestos por desfiles a domicilio, que los de la calle son gratis, me dijeron, pero si uno quiere ver desfilar un buen regimiento en su propia casa y encima de noche, debe pagar bien. No protesté, pese a que me quedé en duda sobre el artículo de la Constitución de Afganistán, que me citaron a título de jurisprudencia.

Salieron y cerré la puerta.

Sonó el timbre.

Abrí la puerta.

-Muy buenas noches, ciudadano, pasábamos por acá, vimos luces en la ventana y le digo al Sargento, ¿por qué no le preguntás a ese buen señor si vio algún tupamaro por acá? Y bien, ya ve, aquí nos tiene.

-Es un placer.

-¿Le sería molestia si el señor nos dice si vio algún tupa por acá?

-Pero Oficial, qué molestia ni qué molestia, es un placer colaborar con las Fuerzas del Orden, acá no se vio nunca un enemigo de la democracia.

¿Está seguro, señor? Miró bien en los roperos, revisó el garaje, debajo de la cama quizás, algún amigo suyo que no se note? Mire usted, que son tan ladinos que a veces se hacen pasar hasta por familiares, si yo le cuento que un primo mío…

-Otro día me cuenta, hombre. No, definitivamente no, aquí solo estamos mi mujer y yo. ¿Puedo ir a dormir ahora?

-Pues claro, señor, faltaba más. Y para terminar, ¿podría usted darnos una cedulita de identidad, algo, un carné de vacuna, cualquier documento? Es para poner su nombre en el parte, sabe.

Se la di y él la miró concienzudamente.

-Ajá, muy bien, muy bien, todo en orden.

Parecía casi desilusionado y cometí el error de preguntarle: ¿El teniente desea algo más?

La esperanza brilló en sus ojitos.

-Bueno, ya que usted lo dice, sabrá el señor que las Fuerzas Amadas también se dedican a combatir la delincuencia económica.

-¡Ah! Qué bien -dije en un hilito de voz.

-¿Tiene usted dólares falsos, declaraciones de impuestos adulteradas, cuentas bancarias en el extranjero o comprobantes de coimas?

-¡Nooo! Los dólares que tengo son buenos, yo...

-A ver, a ver, a ver esos billetitos...

Se los di y desaparecieron en sus manos.

-Hum, parecen buenos, pero por las dudas me los confisco, para que en el Comando los revisen bien, tome este recibo.

-Pero Teniente, ¡¡yo le di 2.500 dólares!!

-Sí y ¿qué pasa?

-Que usted me dio un recibo por 500 pesos.

-¿Conoce el señor algo de economía, acaso el señor no ha estado en alguno de los cursillos de divulgación que da el Ministro Arismendi?

-No, no, lo vi en la tele. Pero ¿qué tiene que ver?

-Pues que como las meridianas enseñanzas del Ministro lo han demostrado, cuando le devolvamos lo que usted nos dio, eso valdrá exactamente 500 pesos.

-Pero...

-Mire jefe, no joda, la está sacando barata, ¿sabe?

Ese argumento y la 45 que empezó a acariciar con la mano derecha, más la silenciosa promesa de otro submarino, me hicieron desistir de seguir la cosa.

-Buenas noches señor, cierre la puerta y recuerde que acá no pasó nada, ¿ta?

-¡Pepe!

-¡Callate, imbécil! ¿Quién te dio permiso de hablar?

-¡Pero, Pepe...!

-¡Tarada, una palabra y te estrangulo, estúpida! ¿Qué te habrás creído? ¡Aquí mando yo, qué joder!