El abigeato y La Nada Gustavo Escanlar
El abigeato y La Nada
Gustavo Escanlar
Tres. Canal 10 se negó a emitir un spot publicitario de La fundación Ovejas Negras. EL leit motiv del aviso era "Un beso es sólo un beso". Mostraba besos en primeros planos y después, en la resolución, se veía que se trataba de todo tipo de besos: entre heterosexuales, entre homosexuales, entre travestis, no importa entre quiénes. Se pretendía, con el aviso, enviar un mensaje contra la discriminación. Agregaba, el aviso: "La ley condena la discriminación por orientación sexual e identidad de género". En otras palabras: "Si te discriminan, mandalos presos". Mensaje peligroso. Casi extorsivo, en realidad. Pero los Ovejas Negras tienen derecho a emitirlo. El mismo derecho que tienen los canales de no pasar algo que no les guste. Se trata de empresas privadas y, por lo tanto, tienen la potestad de no emitir lo que no quieran. Ya ha pasado, en más de una ocasión. En campañas políticas, por ejemplo. Pero no se puede hablar de censura. Y difícilmente se pueda hablar de discriminación en canales que contrataron, justamente, por su "orientación sexual e identidad de género" a Petru Valenski o al vistoso travesti Gorostizaga. Los tipos pueden pasar lo que quieran. Y después asumir las consecuencias, obviamente. Si pierden audiencia -o avisadores- con su política, allá ellos. Adivino, además, que eso no se lo harían a un avisador más poderoso. Si Coca-Cola, sin ir más lejos, hiciera un spot similar, todo con besos, seguro que se lo emitiría. A los Ovejas Negras, la decisión de Canal 10 les vino bárbaro: aprovechan su cuarto de hora, aparecen en los medios más "abiertos" organizan una marcha, la van de antidiscriminadores aun cuando ellos también discriminan. A mí, sin ir más lejos, me quisieron mandar preso. Por "discriminador".
Dos. Así como los canales tienen derecho a emitir algo o no, los funcionarios públicos -por más poder que crean tener- no pueden, no deben, negarse a dar información a periodistas o ciudadanos, estén o no haciendo política.
La ministra Daisy se enojó otra vez con los periodistas. Esta vez fue en Soriano. Se molesta cuando una periodista le preguntó por las cifras del abigeato. Y cuando esta misma periodista le preguntó por el servicio 222, la ministra Daisy se dio media vuelta y se fue. "Andá a hacer política a otro lado", dicen que le dijo la ministra a la periodista. A qué otro lado querrá la ministra Daisy que se vaya la periodista. Seguramente no al lado de las preguntas incómodas, ni al lado de los periodistas que investigan. Quizá quiera que vaya al lado de los periodistas-funcionarios, al lado de los periodistas disfrazados de complacientes. Seguro que la ministra no quiere que le tiren con datos que no haya proporcionado su cartera, ni quiere que le pregunten por qué sigue habiendo violencia en los espectáculos deportivos, ni por la corrupción policial ni por el consumo de pasta base. La ministra no quiere que le pregunten por su foto en la ducha. Ni por la inseguridad que siente la mayoría de la población, incluidos integrantes de su propio gobierno.
Uno. El director de Antel, Gonzalo Perera, se siente amenazado, perseguido. Pobre Perera. Necesita un guardaespaldas. Quién mejor que el novio de la Boxeadora Oficial de La República, el Novio de la Campeona Cris Namús. Que la muchacha sea la carita del ente en las publicidades no quiere decir nada. Era un boxeador que pasaba por ahí nada más. No se puede hablar de contubernio, de corrupción, de tráfico de influencias. Bueno, sí se podría hablar de desprolijidad, ¿no? ¿Gonzalito Perera necesita un guardaespaldas? ¡¡¡Vamos!!!
Cero. Si uno entra a la página Web del Museo Nacional de Artes Visuales, encuentra una foto de las paredes del museo y la inscripción: "Algo inusual. El Museo del Parque Rodó está sin obras de arte colgadas en sus paredes (como normalmente sucede). Una ocasión única, que permitirá al público durante algunos días, visitar un espacio creado en 1969 por el gran arquitecto y artista argentino Clorindo Testa; recorrerlo y reconocerlo como parte del área verde del Parque Rodó, donde está enclavado desde 1911": ¡Una exposición de la Nada! ¡El Colmo de La Deconstrucción! ¡Maravilla del Arte Contemporáneo! Sigue el maravilloso texto explicativo:
"Recorrer el Museo (casi) vacío, permite que cada visitante imagine dónde pondría idealmente las obras emblemáticas del acervo que ahora no están. ¿Dónde colocaría 'La fiebre amarilla' de Blanes, por ejemplo, u otras tantas?": ¡Esto es arte interactivo, animal! ¡Como esos libros infantiles en los que tenés que colocar tu nombre! ¡Maravilloso! El texto finaliza diciendo que esta experiencia permite también que el visitante se pueda sentir como en famosos escenarios cinematográficos basados en las "ausencias". "'El silencio', obra maestra de Ingmar Bergman, 'El resplandor' de Stanley Kubrick, con un Jack Nicholson aterrador; o 'Boots' de la artista británica Tacita Dean, basada en el deambular de un anciano por un palacio portugués desolado, mientras confiesa recuerdos". ¡Siempre quise ir al Museo del Parque Rodó para sentirme Jack en el set de "El resplandor"! ¿Alguien me presta un hacha?
Miren qué buena idea se me ocurrió: En las paredes del museo pasamos el video de los Ovejas Negras. Y para cuidarlo ponemos al novio de Cris Namús disfrazado de 222.
Gustavo Escanlar
Tres. Canal 10 se negó a emitir un spot publicitario de La fundación Ovejas Negras. EL leit motiv del aviso era "Un beso es sólo un beso". Mostraba besos en primeros planos y después, en la resolución, se veía que se trataba de todo tipo de besos: entre heterosexuales, entre homosexuales, entre travestis, no importa entre quiénes. Se pretendía, con el aviso, enviar un mensaje contra la discriminación. Agregaba, el aviso: "La ley condena la discriminación por orientación sexual e identidad de género". En otras palabras: "Si te discriminan, mandalos presos". Mensaje peligroso. Casi extorsivo, en realidad. Pero los Ovejas Negras tienen derecho a emitirlo. El mismo derecho que tienen los canales de no pasar algo que no les guste. Se trata de empresas privadas y, por lo tanto, tienen la potestad de no emitir lo que no quieran. Ya ha pasado, en más de una ocasión. En campañas políticas, por ejemplo. Pero no se puede hablar de censura. Y difícilmente se pueda hablar de discriminación en canales que contrataron, justamente, por su "orientación sexual e identidad de género" a Petru Valenski o al vistoso travesti Gorostizaga. Los tipos pueden pasar lo que quieran. Y después asumir las consecuencias, obviamente. Si pierden audiencia -o avisadores- con su política, allá ellos. Adivino, además, que eso no se lo harían a un avisador más poderoso. Si Coca-Cola, sin ir más lejos, hiciera un spot similar, todo con besos, seguro que se lo emitiría. A los Ovejas Negras, la decisión de Canal 10 les vino bárbaro: aprovechan su cuarto de hora, aparecen en los medios más "abiertos" organizan una marcha, la van de antidiscriminadores aun cuando ellos también discriminan. A mí, sin ir más lejos, me quisieron mandar preso. Por "discriminador".
Dos. Así como los canales tienen derecho a emitir algo o no, los funcionarios públicos -por más poder que crean tener- no pueden, no deben, negarse a dar información a periodistas o ciudadanos, estén o no haciendo política.
La ministra Daisy se enojó otra vez con los periodistas. Esta vez fue en Soriano. Se molesta cuando una periodista le preguntó por las cifras del abigeato. Y cuando esta misma periodista le preguntó por el servicio 222, la ministra Daisy se dio media vuelta y se fue. "Andá a hacer política a otro lado", dicen que le dijo la ministra a la periodista. A qué otro lado querrá la ministra Daisy que se vaya la periodista. Seguramente no al lado de las preguntas incómodas, ni al lado de los periodistas que investigan. Quizá quiera que vaya al lado de los periodistas-funcionarios, al lado de los periodistas disfrazados de complacientes. Seguro que la ministra no quiere que le tiren con datos que no haya proporcionado su cartera, ni quiere que le pregunten por qué sigue habiendo violencia en los espectáculos deportivos, ni por la corrupción policial ni por el consumo de pasta base. La ministra no quiere que le pregunten por su foto en la ducha. Ni por la inseguridad que siente la mayoría de la población, incluidos integrantes de su propio gobierno.
Uno. El director de Antel, Gonzalo Perera, se siente amenazado, perseguido. Pobre Perera. Necesita un guardaespaldas. Quién mejor que el novio de la Boxeadora Oficial de La República, el Novio de la Campeona Cris Namús. Que la muchacha sea la carita del ente en las publicidades no quiere decir nada. Era un boxeador que pasaba por ahí nada más. No se puede hablar de contubernio, de corrupción, de tráfico de influencias. Bueno, sí se podría hablar de desprolijidad, ¿no? ¿Gonzalito Perera necesita un guardaespaldas? ¡¡¡Vamos!!!
Cero. Si uno entra a la página Web del Museo Nacional de Artes Visuales, encuentra una foto de las paredes del museo y la inscripción: "Algo inusual. El Museo del Parque Rodó está sin obras de arte colgadas en sus paredes (como normalmente sucede). Una ocasión única, que permitirá al público durante algunos días, visitar un espacio creado en 1969 por el gran arquitecto y artista argentino Clorindo Testa; recorrerlo y reconocerlo como parte del área verde del Parque Rodó, donde está enclavado desde 1911": ¡Una exposición de la Nada! ¡El Colmo de La Deconstrucción! ¡Maravilla del Arte Contemporáneo! Sigue el maravilloso texto explicativo:
"Recorrer el Museo (casi) vacío, permite que cada visitante imagine dónde pondría idealmente las obras emblemáticas del acervo que ahora no están. ¿Dónde colocaría 'La fiebre amarilla' de Blanes, por ejemplo, u otras tantas?": ¡Esto es arte interactivo, animal! ¡Como esos libros infantiles en los que tenés que colocar tu nombre! ¡Maravilloso! El texto finaliza diciendo que esta experiencia permite también que el visitante se pueda sentir como en famosos escenarios cinematográficos basados en las "ausencias". "'El silencio', obra maestra de Ingmar Bergman, 'El resplandor' de Stanley Kubrick, con un Jack Nicholson aterrador; o 'Boots' de la artista británica Tacita Dean, basada en el deambular de un anciano por un palacio portugués desolado, mientras confiesa recuerdos". ¡Siempre quise ir al Museo del Parque Rodó para sentirme Jack en el set de "El resplandor"! ¿Alguien me presta un hacha?
Miren qué buena idea se me ocurrió: En las paredes del museo pasamos el video de los Ovejas Negras. Y para cuidarlo ponemos al novio de Cris Namús disfrazado de 222.
