Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Wednesday, February 27, 2008

Kuba, JABD o "Just another banana dictatorship"





Kuba, JABD o "Just another banana dictatorship"



No era más que eso, minga de república socialista, que de república tenía sólo el nombre y algunas instituciones que son tan democráticas como las que rigen cualquier quilombo de pueblo. Ahí en Kuba, con K bien germánika, mandan los Castro por gracia del fusil y la prepotencia. Y no era más que otra de las dictaduras bananeras que han sido la muestra de que Amérika Latina es más propensa a los ilustres salvadores, redentores, jefes y toda esa malandrinada tercermundista y selvática que elegimos o soportamos en lugar de tener buenos y eficaces, casi anónimos, gobernantes, que gobiernan y muy bien sin alharacas ni desfiles y casi como quien hace su tarea diaria. Pasó a la familia, como en Haití, como en Korea, como en el Almacén Don Manolo, así, sin que se les mueva un pelo.

Un Castro sucede a otro Castro, como en todas las aldeas en que el jefe mete al pariente. Es una empresa familiar en el mejor de los casos y nada más. Salvo para algunos que ven en esa isla llena de literales muertos de hambre, una maravilla. Están los que mandan y los que obedecen, el gallinero total y perfecto, un paraíso socialista para ir un rato, no sea cosa de que haya que vivir ahí sin ser invitado ilustre, funcionario o amigo del régimen o buen amanuense.

Kuba con K apesta, no como lugar, que debe ser tan hermoso si tenés plata como cualquier lugar en el mundo si vas con plata y sos, como te dije antes, invitado, turista emocional o entusiasta oficioso que por tres monedas hacés lo que te pidan, como lo hacen en todo el planeta todas las razas para tener mejores expectativas. Es una isla sucia, pobre, basta ver las fotos de las personas que viven peor que acá, si no, ¿por qué no hay cola de uruguayos en la embajada de Cuba como la hay en la de Italia, España o USA? ¿Será porque, como dicen, son unos estúpidos consumistas que emigran para poder caer en la vorágine loca de vivir metidos de shopping center en shopping center?

No creo. Lo que pienso es que es alucinante que cincuenta años después aún haya (que los hay, los hay), tantos que admiran a Cuba. ¡De lejos, che! Que ir a compartir la diaria ahí ni de pedo, más vale vivir en un país protocapitalista como éste, que no es de lujo, pero al menos mañana no vienen a llevarme en kana por hablar mal del gobierno, ni tener que ir a penar por el Malecón de la Habana de puta o puto como si estuvieras en Nigeria o en Angola. Porque sí, no es más que eso, un país triste con rumba para turistas que van y explotan la pobreza como antes, como siempre, sol y hermosas mujeres, hombres dignos, poetas, de todo como acá y allá, pero no es otra cosa y no me jodas más con esto. Que es otra dictadura bananera que se pasa de mano en mano y se vende al que le pague más. Porque es igual lamerle las patas a los rusos que hacerlo a los venezolanos y si mañana viniera algún norteamericano inteligente y les tirara un hueso -cosa que no va a pasar porque los gringos tienen atragantada Bahía de Cochinos- los Kastro -vamos a darles una K, que se la merecen- aprenderían inglés de la noche a la mañana y saldrían con gorrita de MacDonald's a saludar a los nuevos amos, que los Kastro, como todos buenos dictadores bananeros, no son más que unos pobres brutos, los más fuertes de su aldea.

No importa qué pase de un Kastro a otro, que tenga algunos méritos, buenos hospitales, por ejemplo, toda dictadura hace algo bien; Hitler hizo buenas carreteras y los trenes alemanes salían y llegaban en hora, también a Treblinka; sin duda Pinochet modernizó Chile a lo bruto y ahí lo tienen a Chile ¿no? Pero sigue siendo una dictadura de manual y como tal, tiene más amigos afuera. Hitler tenía nazis rabiosos por todo el planeta y Stalin bolches surtidos que iban de visita a la Madrecita Rusia a pasarlo a cuerpo de rey; éste los tiene y muchos lo son de buena voluntad, muchos por ignorancia, porque los hombres son así, se los compra por ilusiones o espejitos o por alguna prebenda o ventaja. Así se mantienen las dictaduras cuando las masas son ignorantes, cuando no han evolucionado como sociedad para poder darse gobiernos dignos, que no los tenemos, como se los dan en Europa o se los darán pese a sus errores en USA, donde el mismo sistema se ocupa de corregir anomalías como la de Bush dando paso a mejores hombres como Barak Obama o hasta MCain, quizás a mujeres como Hillary. En fin, como decía alguien: a Cuba sí, pero de Rey.

Hay una sola cosa clara: Kuba será Cuba algún día y será capitalista hasta las patas, porque no hay mejor capitalista y adorador del mercado que aquel que ha pasado por el cautiverio comunista. Si no, miren a Letonia, Lituania, Eslovaquia, Checa, Rumania, etc., alcanza con haber probado eso para no quererlo más. Es cuestión de tiempo y festejaremos cuando suceda.

Chau.

Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com

Friday, February 15, 2008

¡Lamento pincharles el globo, chicos!



¡Lamento pincharles el globo, chicos!


Un pingüino para abajo
Hoy La Langosta gana de acá a Gualeguaychú



Para los que se hacen ilusiones de que La Langosta y su murga perderían hoy las elecciones, de haberlas o las perderá dentro de dos años. Con esta oposición antigua, anquilosada, aburrida, vieja, sin renovación en sus cuadros, timorata, sin planes realmente nuevos, sin tener carisma, con personajes como Lacalle, está políticamente muerta salvo para un sector ultraconservador que es irrelevante en números, quemado con o sin razón frente al imaginario popular; con un Larrañaga que tiene menos carisma y llegada al público que una banqueta, un candidato que ya perdió y que tiene el rechazo del votante independiente; con un Vidalín que no despega; con Bordaberry, cuyo apellido -con o sin razón- está unido en el imaginario popular a malas épocas. El Frente, La Langosta, la madre que la parió y su Tía Anacleta, aunque fueran mancas, mudas, idiotas y siguieran robando como lo están haciendo, ganan de aquí a Gualeguaychú.

Otra vez, los partidos que regalaron el poder al Frente por estupidez, corrupción y soberbia, van a regalar la carrera a un corredor que está corriendo solo; no hay tonta interpelación que valga, eso no junta votos, los votos los junta el Plan de Emergencia, un castigo para nuestro bolsillo pero una buena jugada populista. Los votos los junta Tabaré en sus visitas a los pueblitos, al regalar unas tristes computadoras inútiles -que pagamos todos- en el culo del mundo, pero que juntan votos sin duda; los votos los junta porque bajaron el boleto, porque los votos con que se ganan las elecciones son los de la gente que anda en bondi, no los de los que van a la esquina en la bemba ni los que tienen un autito.

Y el Partido Nacional no se da cuenta de eso y sigue jodiéndome la paciencia con interpelaciones que me rompen y que me aburren pero que no me sacan el voto porque a Gandini le creo lo mismo que a Astori o a Bengoa, lo que significa que no les creo un carajo. Los votos que se necesitan no son de los que leen esto, que más o menos ya lo tienen decidido; son de los que no leen nada, de esa gente que los blancos y colorados abandonaron hace años, de la gente analfabeta, la de los carritos, de los ranchos, la de las esquinas, esa gente que mira sólo canales abiertos y se come toda la basura que ellos dan, esos son los votos que ganan las elecciones; y esos votos, los tupas, Tabaré y su murga que tanto te da asquete, son los que ya tienen ganados porque saben hablarles en su idioma y saben cómo comprarles el voto, sí, con un celular, con una milanesa o con un boleto. ¿O cómo te creés que se ganan las elecciones en un país pobre y miserable como éste?

¡Ah, no me digás que te creías que vivías en un país en serio!

Deciles a tus políticos, esos que se llaman a sí mismos tradicionales, que deben cambiar en estos dos años el libreto, el reparto, la banda sonora, el director y en realidad, hasta el nombre o las elecciones las gana de vuelta La Langosta pese a que te dé un síncope y se te caiga el pelo en un ataque de caspa. La buena noticia es que algunos nos damos cuenta de eso, la mala es que la mayoría de los cuadros de los partidos Blanco y Colorado están preparados para la batalla electoral como estaría yo para hacer alpinismo en el Everest o sea, ¡na' de na'! Aburren, se repiten, hablan para ellos mismos, les falta viento, fuerza, gloria, huevos; en suma, son más insípidos que pizza sin salsa y a los que prestaron como giles el voto al Frente, no los convencen con eso.

¿El IRPF? Sí, me jodió a mí y a ti, pero a los que jodió menos, dentro de dos años -y son la mayoría- ni se acuerdan, como nadie se acordó nunca dos años después de cualquier invento impositivo blanco o colorado, que los hubo surtidos y jodidos, tanto o peores que éste. De todas formas la metieron bien, de entrada. En dos años inventan una forma de hacer que la gente, que es tremendamente crédula -por eso estos gobiernos gobiernan a lo africano esta comarca- inventan, decía, alguna chantada como el plan de la reputa emergencia y, demagogia mediante con todo el aparato del Estado a su disposición y ¡ñácate!, juntan más votos que los discursos aburridos de blancos y colorados que sólo llegan a los que los votan siempre, porque de ahí no pasan. Así que a no hacerse ilusiones, mis amigos, con estos opositores tenemos gobierno de izquierda por un largo rato.

Lo del título, lamento pincharles el globo pero me fastidio cuando se cocinan huevos antes que la gallina los ponga; o se reparten medallas antes del combate. Mal agüero.

Y no dije nada para no calentaros aún más que el Plan de Salud que, dejando de lado defectos, virtudes, errores, macanas y costos, es una formidable herramienta electoral; trajo al sistema a niños que estaban sin cobertura o, como dijo un amigo en buena posición económica, sus tres hijos los bancamos entre todas y eso es, para muchísimos, un gran aumento de sueldo y son votos, muchos. Agrego, porque no me gusta perder la objetividad que me viene de vez en cuando entre una fobia y otra, que la jugada de cambio de ministros fue una buena jugada para el gobierno; deja a la oposición sin esos "patos sentados" que eran Gargano y el resto del cotolengo.

El gobierno mueve bien sus fichas este marzo y si uno quisiera que no se tuviera una repetición del experimento socialista, yo entre ellos -estoy hasta el cogote de ellos- no basta con creer en lo que uno quisiera que fuera, sino en exigir a estos opositores de juguete, que dejen de regalar el partido y hagan cosas dramáticas, grandes, fuera de lo común, nada de ladridos de cuzco por fiscales de corte que a la gente le importan menos que el precio del boleto o del asado, que son, con esas cosas pedestres, que se gana el voto de las mayorías, con esas cosas chicas para muchos pero enormes para una mayoría que lucha para comer cada día y, para aquellos que buscan ideas nuevas, las que hoy los opositores plantean, son un refrito miserable de pequeñeces y de tonterías.

Falta una espada, Capitán, no hay más que batirse, que con menudencias no se ganan las guerras, sino con cargas de caballería a lo Murat y con valor y buena artillería por las dudas, que somos bravos y confiamos en nuestro sable, pero nunca está de más un poco de buena pólvora seca y surtida metralla; que en este caso, por no ser época afecta a cañones, bien puede ser una buena campaña mediática, dura, intransigente, metódica y sin contemplar debilidades propias ni ajenas.

Lo dicho, no queda más que batirse, que hay que matar y mucho, dijera Don Francisco de Quevedo.

Hasta la semana que viene.

Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com

CUIDADO CON FINLANDIA...un poco de historia

http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_Invierno

les dieron una paliza historica y por si los rusos no habian entendido, invadieron rusia junto con los alemanes, y fueron los unicos aliados circunstanciales de los alemanes que occidente protegio, no dejaron que los rusos se la cobraran, despues, Finlandia dio manija a los estados balticos durante 50 años, ayudando a la caida de la union sovietica, si que se cuiden de los finlandeses

Mas en la Bitacora "Finlandeando" de Daniel

"En 1939 la Alemania Nazi y la Unión Soviética firmaron el tratado de no agresión (que permaneció vigente hasta 1941). En una de las clausulas se decía que Finlandia pertenecía a la esfera de influencia soviética. Vamos, que la dejaban para ellos.
En noviembre de ese año, el gobierno soviético acusó a Finlandia de bombardear el poblado de Mainila, lo cual era falso. Más tarde se ha sabido que fue el mismo ejército soviético el que disparó su artillería contra el poblado, asesinando a su propia población civil. Y de hecho, los finlandeses habían retirado su artillería lejos de la frontera, para prevenir un ataque accidental.
Esto sirvió como pretexto para iniciar el ataque.

El pequeño ejército finlandés poco podía hacer contra las fuerzas militares soviéticas. El ejército rojo era superior en número, equipamiento y contaba con muchas más fuerzas aéreas. De hecho era el mayor ejército del mundo en la época. Además se intentó que perdedores de la Guerra Civil Finlandesa se pusieran de su lado (la guerra tuvo lugar antes de todo esto, y perdieron los de izquierdas, como en España).
Se estimó que la conquista tardaría un par de semanas en completarse. Un mes como mucho. Se planeó un ataque rápido a 4 frentes. Nadie esperaba que la pequeña Finlandia resistiera el terrible ataque de los soviéticos."

Lea esta nota en:

http://finlandeando.blogspot.com/2008/02/lecciones-de-historia-parte-2-la-guerra.html

Lecciones de la Guerra de Invierno

Escrito para Virtual Finland por el Doctor Tomas Ries, investigador superior del Instituto Nacional de Defensa, Finlandia.

http://virtual.finland.fi/netcomm/news/showarticle.asp?intNWSAID=25949&lan=es

Galeria fotografica:

http://virtual.finland.fi/netcomm/news/showarticle.asp?intNWSAID=25953&lan=es



Friday, February 08, 2008

El día de la muerte


El día de la muerte

El día que de repente se murió sin saber que eso le pasa a cualquier persona a la hora menos esperada, así de golpe, estaba pensando qué hacer con su vida después del lavado meticuloso de sus dientes, cosa que hacía cada mañana, alrededor de las 9:00, siempre y cuando estando vivo pudiera poner pasta en el cepillo y proceder al lavado, de derecha a izquierda en ese orden establecido por años de calculada rutina.

Murió de golpe, mientras la canilla del agua fría, que había abierto como al descuido, largaba con parsimonia mecánica un chorro que él nunca terminó de ver, pues su mano que movía el cepillo, de un segundo a otro, perdió todo contacto con la realidad y lo dejó caer. Y mientras él, sorprendido por ese suceso imprevisto, pensaba si debía recogerlo, atajarlo en su caída hacia las baldozas del baño o simplemente ser espectador imparcial de un hecho fuera de sus cálculos matinales, se dio cuenta que su corazón dejaba de latir al ritmo previsto y caía en picada hacia un inoportuno infarto, del que él había escuchado sucede en cualquier momento, pero nunca a uno mismo sino a otro y, sorprendido, molesto por morir en horas en las que debía seguir viviendo, se fue en forma deshilachada, cayendo al piso con una mueca de fastidio por el inoportuno hecho.

Mientras moría, distante de pensamientos trascendentes que él había creído una vez que tenían que haber en el día de la muerte, trató de articular un pensamiento que debía quedar para siempre, perdido e inconexo en una pila de expedientes de alguna oficina pública de algún estado, quizás en algún punto del universo, puede ser que, atomizado y batido, mezclado con bites y byts y átomos y moléculas, en la sonrisa matinal de alguno de los dioses en los cuales él en algún momento infantil de su vida hubiera querido creer que existían, cosa de no morir así de golpe pasando a la nada en un santiamén, sin pena ni gloria.

Así las cosas, mientras que el cuerpo que él había usado para vivir esa vida única e irrepetible, el cuerpo tan cuidado pero de repente un inútil artefacto descompuesto, un roto aparato biológico que no tenía garantía y que lo dejaba, cepillo en mano, la pasta de dientes en el aire, y que caía como una piedra rumbo a su encuentro violento con una superficie impávida e indiferente a todo los éxitos y fracasos y amores y frustraciones de su vida y que, rebotando su cráneo contra ella, dejando una marquita de sangre que la limpiadora debería limpiar la mañana antes del velorio, de forma meticulosa cosa que su familia -que sería informada horas más tarde para llegar vestida de luto en toda forma- no tuviera que encontrar marcas en el piso de su partida repentina.

Mientras su cerebro, ya falto de sangre, colapsaba y dejaba de dar órdenes coherentes al resto de su cuerpo, función que, seamos sinceros, no había funcionado muy correctamente en su lapso vital, periodo de su existencia que no administró correctamente y que, pensando que su periodo de juventud, lejos de ser un hecho fortutito, le iba durar una eternidad, derrochó en estupideces genitales, aventuras financieras y viajes a lugares a los que de no haber ido; no hubiera perdido nada de lo que hubiera ganado de haberse quedado cuidando las tres buenas cosas que cada persona obtiene de la vida si tiene buena suerte y viento a favor. Cayó en forma ruidosa, se partió la cabeza que alojaba su cerebro contra la canilla del agua caliente, cosa que no fue muy dramática porque, a esas alturas, ya estaba más muerto que una momia de un museo y poco le podía importar semejante estropicio.

Apagado en el piso del baño, el que quería, pensó una vez haber caído con gloria y fanfarria, quedó impávido sin saberlo ya a esa altura de los acontecimientos, indiferente, con una involuntaria solemnidad teñida de ridículo ya que no había tenido tiempo de ponerse los calzoncillos y su cuerpo exánime, culo al aire, sería descubierto por la mirada sorprendida de su familia o, quizás, ya no tenía caso, de una de sus hijas que probablemente y con piedad, le vistiera de traje para ser velado de forma digna, apagado, roto, desconectado, masa inerte de moléculas, átomos que una vez amaron, odiaron, fueron contradictorios, dijeron cosas sublimes y estúpidas, átomos que dieron a luz una multitud de hijos y cosas que se perderían en la nada, él, en el último segundo, sonrió, pensó que sonreía y desapareció del universo de forma tan graciosa como había llegado muchos años antes, el día que sus padres enamorados lo hicieron.

Saturday, February 02, 2008

No queda sino batirnos


No queda sino batirnos



No queda sino batirnos, mi Capitán



Destrabe el herrerillo de la capa, meta la mano a la espada, el Malatesta enfrente,
no queda otra que batirnos, que demostrar con espada la hombría,
no sea puto Usted, Vuesencia, no se deje, no baje la guardia, Excelencia,
no va quedando otra que batirse y morir cada noche,
Capitán Alatriste, porque en estas murallas morimos como en las faldas de una hembra,
en Ostende o en Breda, por Angélica o por otra, por un puñal o un beso en la espalda,
sangre que, según Don Francisco, no hay más salida que batirse,
una mano en la daga, la otra en la empuñadura del hierro,
el cuerpo encima, la mecha del arcabuz encendida,
no queda sino batirse en esta noche de hierros y de luna,
donde no hay más espacio que una puñalada en el vientre, que una espada en la espalda.

No hay más nada, Capitán, tu espada y tu grito de: "¡A mí esa bala!"
No dejan más lugar
y no me hace mella,
te veo parado de frente, con rabia por tu Rey
y dejo por un momento la mecha encendida,
casi en un grito, frente a Breda, lo pintará Velázquez en sus lanzas,
estás entre banderas, Capitán con tu fiel infantería,
esa noche de luna, en el culo del mundo,
sereno mientras el tambor del tercio bate a morir por un rey que es el tuyo.

El tercio de Cartagena avanza, redobla el tambor,
porque de flojos y maricones el cielo está lleno, así como de aspirantes a santos y especialistas en quedar bien con unos y otros,
y ahí, de balde, Angélica de Alquézar y Tánger Soto, hembras de fuste,
te ponen los cuernos a ti, criollo de quinta, indigno de nada,
que llegada la hora del fierro, te has quedado cobarde,
mirando tus guampas bajo la luna, cobarde, sin meter mano a tu espada.

No queda sino batirse, si fueras un hombre.