Cada vez peor
Hace varios años, el malévolo monopolio de ANTEL, que paga 50 millones de dólares por demandas laborales sacándolos de nuestros bolsillos porque ni María Simón ni los demás van a pagar de los suyos, acodado en varios privados que aún hoy se benefician de la incomunicación de Uruguay -ANDEBU, EQUITAL, MOVISTAR y otros- dijeron que no había que mejorar las salidas de comunicación del país al resto del mundo porque no era necesario... para sus intereses. Dije entonces que ANTEL y los sindicatos que la manejan para vacacionar en su parque, eran, junto con las corporaciones síndico gerenciales de OSE, UTE y ANCAP, una especie de Langosta criolla que arrasaba con todo aquello que no sirviera a sus intereses.
Hoy, martes 30 de noche, la red de Uruguay -incluida la empresa privada que es una parodia de competencia, porque al no ser real competidor no invierte en nueva tecnología ni avisa de sus caídas ni hace mella- se ha caído y estoy escribiendo fuera de línea. Insisto en esto: la salida al mundo de Uruguay está en manos de incapaces, en una suma de la miopía soberbia estatal más la incapacidad privada por tener una alternativa. Ni ANTELMATA ni los actuales servicios están capacitados para conectar al país a la red, no solucionan nada porque están de acuerdo en una cosa: dar mala Internet y cara, con tontas alternativas pero ridículamente caras y lentas en comparación al resto del mundo.
Es cada vez peor. Hoy vi a la presidenta de ANTELMATA en TV, tratando de decir algo de los 50 millones de dólares -o 500.000, qué más da- que le pagarán a quienes les han metido un juicio que los abogados de ANTEL perdieron porque si trabajan para esa empresa mediocre, es que son como ella. Profesionales expertos, los del Estado, en perder juicios con nuestro dinero sistemáticamente, que si fueran buenos tendrían su estudio y le meterían juicios a ANTEL, pero como no pueden, son ases en bajar los brazos y que paguemos tú y yo. Patético y lamentable.
Hay un esquema armado en las telecomunicaciones de Uruguay para que el usuario hoy no se escape de eso: o Antel, ineficiente; o malos privados que disfrazan el monopolio. Yo tengo las dos y ambas están lejos de cubrir mis necesidades, ninguna llena los estándares de un país serio porque, como dije la semana pasada, el que cree que esto es un país serio... es un nabo. Esto es África creyendo que somos europeos, pero lo que somos es un pueblo de pasivos espectadores en manos de unos sindicatos que hoy están potenciados por un gobierno impresentable, una murga de sindicalistas ebrios de mediocridad, una patota de perdedores por naturaleza enloquecida por el poder que hacen que todo sea cada vez peor.
Siempre el Estado uruguayo, creado para juntar votos para cada partido que llegara al poder, fue un escollo al crecimiento del país; la creación de empresas estatales fue un acto de estupidez que no es patrimonio de este gobierno. Todos son y somos culpables de esto, hay culpa colectiva por haber aceptado esta indignidad, pero... en este gobierno corporativista se ha potenciado la máquina de matar al contribuyente hasta hacer la situación francamente intolerable. El desquicio ha llegado a niveles que hacen el ridículo, lo hacemos frente a los países civilizados, nosotros no somos ni eso; somos una melange que se enorgullece de tener raíces en unos indios que vivían en la Edad de Piedra. ¿Qué se puede esperar de una sociedad así, anárquica, perezosa, corrupta, inculta, grosera, que festeja eso como una gracia?
Tenemos lo que hemos creado, este Frankestein es hijo nuestro, no podemos pedir que lo maten por nosotros, tenemos que ser nosotros quienes le demos el final por nuestras propias manos. El Estado uruguayo y todos los que velan por el mantenimiento de este estado de cosas, son enemigos naturales del desarrollo del país. Y no sólo están en la izquierda; centro y derecha están contaminados de esta peste estatista y saqueadora, ellos no se merecen volver al poder si antes no nos muestran que sólo llegarán para no dejar todo como está.
Tenemos dos años para velar las armas y dos años para exigir a la oposición que cumpla su rol y que demuestre que ellos nos darán el país que queremos. Si no lo hacen, que sigan mirando de afuera, su inercia y su temor al cambio, están perpetuando a La Langosta. Insisto, esto no es una maldición bíblica ni una casualidad, es el resultado de la impericia de sus oponentes, de la modorra social del pais, que se ha decantado en un gobierno, que no es mas que la suma de todos los errores, de todos los prejuicios...de todos los uruguayos, que han-hemos- posible este estado de cosas.
En el fondo del corazon de cada uruguayo, hay un monopolio que le gustaria fuera suyo, una ley especial, o un decreto para si o para su grupo; ninguno o casi ninguno ha pensado en un pais moderno, y por lo tanto, no lo estamos teniendo. No basta con que ESTOS se vayan, si los que vienen son lo mismo que AQUELLOS, no basta, y sería una victoria pírrica, ganar las elecciones por 5 votos o que estos las pierdan por esa cantidad, sino hay un proyecto de pais sensato, moderno y que sea de acuerdo a lo que es hoy el mundo; no basta decie "que se vayan", eso es de un inmediatismo que solo nos llevaria a otra solucion imperfecta.
Si la oposición no presenta un plan de pais mejor que el actual, y demuestra que son una alternativa real a esto, votaran los viejos a los viejos partidos, los jovenes votaran en blanco o simplemente no lo harán, o se irán para siempre. Si no se crea un pais para ellos, que son nuestro futuro, y no veo a NADIE en esta tarea, todo será en vano; la caida hacia la infinita mediocridad seguirá, y dentro de 10 años este pais será un asilo de ancianos peleando por cosas que ya hace 30 años dejaron de interesar a los jovenes.
Hay que frenar este proceso de degradacion nacional, y todos los que tenemos hijos en edad de irse, tenemos que ser la primera linea de esa busqueda de soluciones, para no terminar nuestros dias pegados al MSN o al Skype, escuchando las voces lejanas, cada vez mas lejanas de el futuro que se nos fué.
Hasta la semana que viene.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
