¡De ninguna manera, más fascismo no!
¡De ninguna manera, más fascismo no!
Este gobierno indigno de su nombre, este gobierno que ha llenado de vergüenza a toda la población al haber arrastrado una y otra vez la Constitución y las leyes por el piso desde que llegó al poder, es justo decirlo, por la total incapacidad de sus oponentes para frenar a esta Langosta fascista y prepotente; este gobierno que está tirando por la borda el esfuerzo de una generación y los frutos de las buenas medidas económicas de los anteriores, en medio de una orgía de gastos y de planes con meros fines electorales; este gobierno que ha metido mano hasta en el sol del escudo y la bandera nacionales; este gobierno de recién llegados al banquete, de mal educados, de ignorantes, de incapaces y de asesinos confesos; este gobierno, nada menos que este gobierno, quiere meter una ley para violar el domicilio en horas de la noche sin permiso del Poder Judicial.
Y este gobierno quiere hacer eso por varios motivos. Uno de ellos, al haber demostrado desde el inicio su incapacidad para aplicar la fuerza para que la ley se cumpla, porque ese poder que le da la ley a las fuerzas del orden, debe ser aplicada contra los que la violan, pero este gobierno arrancó su gestión en el Ministerio del Interior con un Ministro muy simpaticón que era vecino mío y cuyo único mérito, mirado en retrospectiva, era serlo; un Ministro que sin más preparación que tres ideas románticas y trasnochadas de su pasado estudiantil y militante de grupos de nabos útiles, se metió a aplicar la estúpida teoría de que la culpa de que haya criminales es de la sociedad y así le fue, mal desde el vamos. Mal, con un Poder Judicial al servicio del régimen de turno y con una policía castrada y domesticada, mal por más ministros que no han logrado poner orden ni evitar la espiral de criminalidad que asola al país.
Y por eso, habiendo fracasado por medio de las herramientas naturales que las sociedades dan, ahora -y éste es el segundo motivo de esta ley fascista- al ser todos ellos, del primero al último, totalitarios, comunistas, socialistas y fascistas, que todo es lo mismo, quieren pasarle por encima a los derechos civiles, dando un paso más hacia el establecimiento de un modelo que todos sabemos de dónde viene, porque no hay duda que ellos no piensan en sociedades liberales cuando idean sus aberraciones, sino en estados totalitarios y de corte nazi como Cuba, Venezuela, la Bolivia de hoy y la Unión Soviética que perdieron pero que añoran, no tan secretamente como parecería.
Por eso, de ninguna manera y bajo ninguna razón o circunstancia, esta ley debe pasar y, quienes la apoyan, sean quienes sean y digan lo que digan, están alentando un atentado contra la Constitución, un asalto a las libertades que tantos siglos nos costó conquistar, están alentando que enemigos, por naturaleza -como lo son estos hijos de La langosta que los parió, prepotentes, mandones, intolerantes, antiliberales confesos- puedan, bajo el pretexto de una seguridad que ellos mismos hicieron trizas en su imbecilidad, cometan un crimen contra uno de los pilares del estado democrático, que es la inviolabilidad del domicilio en horas de la noche, salvo por expresa orden del Poder Judicial.
Además, por si fuera poco, la incapacidad y la corrupción han hecho que nuestra policía, al menos los cuadros de tropa, sean totalmente ineptos para tal tarea y agrega un elemento de potencial desmadre que terminará en cualquier cosa, menos en un aumento de la seguridad pública. No tenemos buena policía porque no se invierte en seguridad, sino que este gobierno, por medio de planes de emergencia, planes de salud, planes ceibales y otras fantasías, esté comprando los votos para la próxima elección en desmedro de la seguridad interna y externa, porque si fuera poco, han comprado a las fuerzas armadas y las han reducido a un grupo de tiernos corderitos que se dejan patear el culo, como ha pasado con la infame extradición de señores oficiales a Chile.
De ninguna manera debemos dejar que esta ley pase a los hechos, es puro fascismo y ésta es una razón más por la que hay que sacar a estos en las próximas elecciones, en donde Uruguay votará entre la opción de un estado liberal o de un modelo fascista, como éste que están intentando hacer pasar por un parlamento lleno de títeres o de inútiles.
A juntar fuerzas porque estos, que sacaremos del poder, sabiendo la que se les viene, están dando más y más pasos para intentar no entregar un poder que cada vez más ven como naturalmente suyo, ilusión que le pasa a todos los que llegados al poder por medios democráticos, no quieren abandonarlo de esa manera.
Hay que sacarlos.
Hasta la semana que viene.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
Este gobierno indigno de su nombre, este gobierno que ha llenado de vergüenza a toda la población al haber arrastrado una y otra vez la Constitución y las leyes por el piso desde que llegó al poder, es justo decirlo, por la total incapacidad de sus oponentes para frenar a esta Langosta fascista y prepotente; este gobierno que está tirando por la borda el esfuerzo de una generación y los frutos de las buenas medidas económicas de los anteriores, en medio de una orgía de gastos y de planes con meros fines electorales; este gobierno que ha metido mano hasta en el sol del escudo y la bandera nacionales; este gobierno de recién llegados al banquete, de mal educados, de ignorantes, de incapaces y de asesinos confesos; este gobierno, nada menos que este gobierno, quiere meter una ley para violar el domicilio en horas de la noche sin permiso del Poder Judicial.
Y este gobierno quiere hacer eso por varios motivos. Uno de ellos, al haber demostrado desde el inicio su incapacidad para aplicar la fuerza para que la ley se cumpla, porque ese poder que le da la ley a las fuerzas del orden, debe ser aplicada contra los que la violan, pero este gobierno arrancó su gestión en el Ministerio del Interior con un Ministro muy simpaticón que era vecino mío y cuyo único mérito, mirado en retrospectiva, era serlo; un Ministro que sin más preparación que tres ideas románticas y trasnochadas de su pasado estudiantil y militante de grupos de nabos útiles, se metió a aplicar la estúpida teoría de que la culpa de que haya criminales es de la sociedad y así le fue, mal desde el vamos. Mal, con un Poder Judicial al servicio del régimen de turno y con una policía castrada y domesticada, mal por más ministros que no han logrado poner orden ni evitar la espiral de criminalidad que asola al país.
Y por eso, habiendo fracasado por medio de las herramientas naturales que las sociedades dan, ahora -y éste es el segundo motivo de esta ley fascista- al ser todos ellos, del primero al último, totalitarios, comunistas, socialistas y fascistas, que todo es lo mismo, quieren pasarle por encima a los derechos civiles, dando un paso más hacia el establecimiento de un modelo que todos sabemos de dónde viene, porque no hay duda que ellos no piensan en sociedades liberales cuando idean sus aberraciones, sino en estados totalitarios y de corte nazi como Cuba, Venezuela, la Bolivia de hoy y la Unión Soviética que perdieron pero que añoran, no tan secretamente como parecería.
Por eso, de ninguna manera y bajo ninguna razón o circunstancia, esta ley debe pasar y, quienes la apoyan, sean quienes sean y digan lo que digan, están alentando un atentado contra la Constitución, un asalto a las libertades que tantos siglos nos costó conquistar, están alentando que enemigos, por naturaleza -como lo son estos hijos de La langosta que los parió, prepotentes, mandones, intolerantes, antiliberales confesos- puedan, bajo el pretexto de una seguridad que ellos mismos hicieron trizas en su imbecilidad, cometan un crimen contra uno de los pilares del estado democrático, que es la inviolabilidad del domicilio en horas de la noche, salvo por expresa orden del Poder Judicial.
Además, por si fuera poco, la incapacidad y la corrupción han hecho que nuestra policía, al menos los cuadros de tropa, sean totalmente ineptos para tal tarea y agrega un elemento de potencial desmadre que terminará en cualquier cosa, menos en un aumento de la seguridad pública. No tenemos buena policía porque no se invierte en seguridad, sino que este gobierno, por medio de planes de emergencia, planes de salud, planes ceibales y otras fantasías, esté comprando los votos para la próxima elección en desmedro de la seguridad interna y externa, porque si fuera poco, han comprado a las fuerzas armadas y las han reducido a un grupo de tiernos corderitos que se dejan patear el culo, como ha pasado con la infame extradición de señores oficiales a Chile.
De ninguna manera debemos dejar que esta ley pase a los hechos, es puro fascismo y ésta es una razón más por la que hay que sacar a estos en las próximas elecciones, en donde Uruguay votará entre la opción de un estado liberal o de un modelo fascista, como éste que están intentando hacer pasar por un parlamento lleno de títeres o de inútiles.
A juntar fuerzas porque estos, que sacaremos del poder, sabiendo la que se les viene, están dando más y más pasos para intentar no entregar un poder que cada vez más ven como naturalmente suyo, ilusión que le pasa a todos los que llegados al poder por medios democráticos, no quieren abandonarlo de esa manera.
Hay que sacarlos.
Hasta la semana que viene.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
3 Comments:
At 5/18/2008 6:49 PM, Anonymous said…
Artículo 11.- El hogar es un sagrado inviolable. De noche nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, sólo de orden expresa de Juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley.
At 7/13/2008 4:37 PM, cunetosan said…
impresionante tus comentarios, llegue de casualidad al blog, y ya se que tengo que leer de ahora en adelante cada semana, te felicito
At 7/14/2008 10:00 AM, Equinox Fin de Semana said…
TENKIU!
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