LA ANARQUÍA QUE HACE INTERNET ES LA PUERTA DE UN NUEVO MUNDO LIBRE
Un día, hace muchos años, unas multinacionales vieron que la vieja Arpanet podía ser buena para sus negocios y decidieron que quizás creando sobre ese viejo sistema militar y de intercambio de datos entre unos pocos compinches, se podía hacer un medio para vender más; impulsaron la Internet y en el día primero de la creación, hicieron que Internet fuera, pensando en su estupidez y en su codicia, que sería para ellos.
Como el ratón Mickey en Fantasía, lo que hicieron al darle a las escobas la tarea, fue abrir la caja de Pandora que los llevaría a la situación de hoy en que arrinconados por la ola de internet, multinacionales, monopolios, grupos de poder, el sistema todo, el "establishment", como le dice Manolo Flores, los periódicos, sus amos de los anunciadores, las radios, las cadenas de TV, los gobiernos, todos ellos ven con espanto cómo esa ola los arrasa, en un tsunami que no respeta negocios ni profesiones, que lleva a empresas y categorías sociales, a menos que sepan cómo surfear la ola y usar su fuerza, al desastre.
El universo conocido ha cambiado y lo ha hecho con una velocidad que ni Bastillas ni Palacios de Invierno resisten ya que las propias empresas que van a morir pueden parar de dar más velocidad a la red ya que de hacerlo, dejarían de existir más temprano que la hora en que han de quebrar o de mutar. Por ejemplo, ANTEL DATA no puede parar de dar mejorres tarifas y más velocidad ya que se quedaría sin clientes, pero al hacerlo se están suicidando y eso es bueno, ya que en su imbecilidad sin retorno, se sacrificarán por la sociedad red, sin saber -pues son idiotas por naturaleza- que han hecho algo bueno.
Ellos, los que odian Internet, los que tratan que no tengamos comunicacioes baratas, ellos mismos sin saberlo, los que han cercado al país, los que les pagan a los patanes de las radios para que digan que Uruguay tiene Internet cuando no la tiene, ya que acceder por módem a 40K no es estar en internet, o por cable o antena a 128 ó 256 es una burla técnica; esos mismos que nos estafan a diario, esos ladrones estatales y privados amigos de Microsoft, socios intelectuales de las marcas que saquean al usuario, son los mismos que en forma inevitable, por competir entre ellos, por matarse entre ellos, por su desmedido afán de lucro, sin desearlo nos darán las herramientas para aniquilarlos, como quien pisa a un bicho.
Hay que darles las gracias por ser tan estúpidos y haber abierto la caja de Pandora que los matará.
Bueno, lean esto y los artículos que le siguen e ignoren patentes cuando estas les dañen como hacen Brasil con los remedios para el SIDA, en una actitud refrescante reñida con la ley, pero sabemos que la ley es una veleidad transitoria que no debe ser tomada en serio cuando no sirve al bien común y que de no servir, hay que pasarle por encima y adaptarla y chau.
Anárquicamente, en forma alocada e insolentemente joven, esta Internet llega y destroza el universo conocido y eso es bueno, y los poderes establecidos, las Antel, las Sutel, las Utes, El País, Observador y el London Paris tambien se van al demonio o se convierten en algo util a la sociedad.Todo cambia, tan rápido que no tenemos tiempo ni de saber si esto es real o no. Es la incertidumbre absoluta y es positivo, al menos para los insolentes, que el resto, diría Arturo Pérez Reverte, se den por donde les plazca y amén.
1 Comments:
At 8/19/2010 5:46 PM, LeN!N said…
Muy bueno, pienso igual que vos...
Y hay que hacer lo que sea para defender este, por ahora el único medio en que realmente se pueden escuchar las voces de todos, y evitar que sea pisoteado, censurado o restringido por aquellos que manejan el capital. Hay que masificar la red, hasta que sea estatal y gratuita como hoy son algunos canales de televisión y radios; los cuales son de por sí, medios obsoletos y tiránicos, ya que obedecen siempre a intereses políticos o económicos
Inevitablemente la internet como funciona hoy en día tiene que semblar a futuro un modelo nuevo de sociedad mas equitativa, libertaria y libre de la esclavitud del capital.
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