Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Saturday, October 30, 2004

A BRAVE NEW WORLD?

A BRAVE NEW WORLD?

El título original de la obra maestra de Aldous Huxley, mi maestro de los primeros libros que fuera pésimamente traducido como "Un Mundo Feliz", como se burlaba la revista Lunes de los traductores de títulos de cine que llamaban "Noches Locas de Amor" a "Don't garchme, Sam" tenía más preguntas y dudas que afirmaciones.

Buenas cosas las dudas y las preguntas, que las tajantes y casi siempre ramplonas certezas que hacen la semilla de los totalitarismos y que permiten ver, percibir detalles y matices posibles en esos esquemas unívocos fatales con que la mayoría de la gente, sobre todo si ha dejado su cerebro en el freezer durante cinco años, lo saca junto con la credencial cívica para darse un baño electoral y volver al silencio cinco años más.

Es un nuevo mundo este que tendremos y que tendrá sus cosas buenas, sus enfoques diferentes, sus certezas y sus dudas, sus éxitos, sus crispaciones y sus fracasos y esto es así, ni bueno ni malo, simplemente es, porque la mayoría de la nación así lo ha decidido en base a las reglas de juego que rigen hoy. Si yo fuera Emperador las cosas serían diferentes y estaríamos reinando desde Río de Janeiro, pero no es así y en consecuencia, ha ganado el Frente Amplio por méritos propios, porque a la gente se le dio la gana, porque los contendientes no demostraron capacidad para hacer feliz a la gente chica, a la de a pie, sino a sus propios amigos más allá de ocasionales aciertos, ocasionales buenas ideas; y la gente, podrida de las mismas caras quiso ver otras y eso es bueno, al menos tendremos gente nueva, personajes nuevos para hacer blanco de nuestras críticas. Las caritas de Gurméndez y de Jorge ya estaban gastadas, ahora se renueva la oferta de cabezas de turco de nuestras diarias frustraciones, que ojalá sean menos que durante estos cinco últimos horribles años.

A mis amigos frentistas, felicitaciones, se merecen este final luego de tanta espera; a mis amigos blancos, violín en bolsa y a cooperar con la gente bien que hay en este nuevo gobierno, a hacer que dure Astori, que dure mil años; a mis amigos colorados, ustedes tuvieron la mala suerte de haber apoyado al statuo quo, al país congelado de Sanguinetti-Batlle-Sanguinetti, ahora es tarea de ustedes renovar el partido de mis ancentros, sacar a ese viejerío y dejar que gente nueva como Ope Pasquet prevalezcan; si no lo hacen, desaparecerán como colectividad política o quedarán como un grupito testimonial con menos influencia que la Parva Domus.

Nace una nueva etapa, me siento profundamente curioso por ver el día después del 1 de Marzo, siento que hay mucho para hacer y que todos los que no estamos atados a esquemas ni a banderines y todos los que no tenemos que rendir cuentas a nadie, todos los que somos independientes y liberales en lo filosófico, libres de cuentas morales a pagar o cobrar, tenemos que ser los más colaboradores, los más críticos, los más vigilantes de esta nueva etapa que con más dudas que certezas, nace para esta república.

Que haya cambios, muchos cambios que sacudan a este país dormido, a este país complaciente, que soplen vientos fuertes y que hagan temblar las viejas estructuras. Y que la gente, pasada la euforia, permita que un gobierno de claras mayorías, que hace tiempo que no pasaba tal cosa, haga lo que tiene que hacer porque si quiere PUEDE HACERLO, no tendrá excusas, no tendrá perdón si no hace que la gente común viva mejor, que los que no coman puedan comer, que los sin techo lo tengan, que los que roban a la nación no queden protegidos por la impunidad que les da su estatus de seres intocables; que haga cumplir la ley, que cobre impuestos en forma razonable y que distinga entre los que no tienen nada bajo sus pies y los que todo lo tienen y ayude a los primeros sin penar a los segundos, ni castigarlos por su éxito si éste se ha logrado sin ir en desmedro de los más necesitados.
El sistema actual tuvo la oportunidad, tuvo las señales de alerta para hacer los cambios que la gente quería, que se necesitaban, no lo hizo porque no quiso, porque no pudo contra su naturaleza como el escorpión de la fábula; mató a la rana en el medio del río y se ahogó porque no podía ir contra lo que era: un sistema sordo a las cosas que pasaban a su alrededor y en su soberbia y arrogancia, no tenía más respuestas a esa realidad que no comprendía, que terminar su campaña con la cara de Bordaberry hijo, digno hijo de su padre, crispado, enojado, amenazando catástrofes que no tendrán que venir necesariamente. Esa cara fastidiada, prepotente, es el suspiro final de un régimen, su triste epitafio, su despedida, el martillazo final que cierra su ataúd.

¿A quién votamos? Eso es irrelevante; lo que sí importa es qué vamos a hacer desde esta mañana por el bien de este país y en base a eso seremos juzgados por la única persona que puede hacerlo: por nosotros mismos.

Viva la República, suerte al Señor Presidente Vázquez, suerte al Senador Astori, suerte al Senador Mujica -que haga buen uso de su poder-; suerte a los blancos independientes y colorados de buena fe, que todos dejen los horribles slogans de la campaña electoral y desde su cargo, trabajen por un nuevo Uruguay, era hora.
Con el deseo de el staff de Equinox

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