Desde el frio de Julio
Desde el frio de Julio
Con los chicos en vacaciones, los cines llenos -¡quiero tener uno!- luego que se dio por tierra aquello de que la TV mataba a las salas de cine, un considerable frío que aleja la humedad pastosa de las últimas semanas y unas cifras en las elecciones primarias que no terminan de gustar a una izquierda sumergida en el tema del agua que los ahogará, llegamos a las vacaciones de julio.
En las que miles de uruguayos se han ido de viaje, lo cual certifica que en cierta medida algo se ha recuperado, aunque sea las ganas de viajar y de descansar de la campaña electoral más boba y vacía de contenido de la que hayamos tenido noticia. Hemos visto desaparecer al Partido Colorado, por un rato esperamos, hasta que se haga un buen enema y dé paso a otra generación de gente digna de su historia. Hemos visto a un FA asustadísimo, ya que las encuestas que les gustaban en fin de año, ahora no le gustan y son "burguesas", dando palos de ciego contra la realidad; y a un Partido Nacional que de casi haber desaparecido, ahora ha recuperado la confianza en sí mismo, aunque sufre el mismo defecto que el FA en diciembre pasado, triunfalismo, ese que hizo a la liebre perder la carrera contra la tortuga.
Hablando de la izquierda, ahí anda en su guerra interna. Basta leer los partes diarios de CX 36 para sin ser politólogo, ver que no convence mucho un equipo de gobierno que anda a las patadas antes de ser gobierno, ni convence un candidato que no sabe hablar por sí mismo, sino que se clona al color local de cada pueblo o cada ciudad que visita y dice que va a hacer lo que esa gente en particular quiere que haga, con lo que me hace acordar al guión de una película de Mel Brooks en la que unos vivos empiezan a vender la participación en una obra de teatro que debía fracasar el primer día del estreno porque habían vendido el... 230% de las ganancias.
Pero Maxi, que tiene a su suegro en la parte inteligente del FA -que la hay, la hay- aunque no mande ni pinche ni corte, me dice que está todo bajo control y que una vez en el gobierno, los buenos serán los primeros y a los tupas les darán las gracias por los votos y los mandarán a plantar semillas de soja a la Antártida. Ver para creer. Un tal Allende, hombre de buena fe, terminó muerto un 11 de septiembre a causa de que los loquitos ultras propiciaron un golpe de la derecha, como acá los tupas iniciaron una guerra civil de la que ellos solitos se proclaman las víctimas y no los inventores.
Pero la gente joven debe recibir crédito, así que si ellos, desanimados de los partidos históricos por muy buenos motivos, deciden que hay que probar algo nuevo, pues se sacarán las ganas; aplaudiremos si sale bien, chiflaremos aunque no tengamos dientes, pues los habremos empeñado para pagar las tarifas públicas y los impuestos con que el FA nos va a curtir -recordaremos el gobierno de Batlle como la etapa "PreFrentista" con melancolía- cuando por descarte gane si el Partido Nacional no demuestra que más allá de la pirotecnia de los colores blanco y azul y de la imagen de Wilson que se ha puesto de moda para evitar buenos discursos, es apto para recrear un Uruguay de acuerdo a las pautas del siglo XXI.
Por ahora, en vacaciones de julio, todo esto no pasa de meras suposiciones ya que ninguno de los grupos que se aprestan a competir por el reparto de cargos, embajadas, intendencias y dineros no han demostrado más que eso: que están para su propio beneficio y que la clase política es tan, pero tan leve, que no existe más que para ser unos mediocres funcionarios pagos por la población, que actúan para ella cada cuatro años y la mal entretienen con un show espantoso que sólo un gil puede aplaudir o sólo un idiota creer.
Pero como el Pepe Mujica cree que somos idiotas y que nos hemos olvidado de que el grupo que él representa no es una banda de matones y asesinos, como matones y fascistas son sus amigos de la JUP de Manini Ríos -es enternecdor ver a los camisas rojas y a los camisas negras bailar juntitos de la mano- muy posiblemente el Uruguay reciba como "salvador a quien inició una guerra civil en la que hay muertos a santificar y otros a olvidar, puesto que la historia la hacen los vencedores, y al final resultará que la guerra civil del 70 termina ganada en el 2004 por el Movimiento Tupamaro.
Si el FA quiere ser gobierno, tiene algunos meses para dejarnos saber, quien es que va a mandar, o si tendremos un lio por dia entre ellos, lo que los inhablitará para dedicarse al menester de dirigir la Nación. No se puede gobernar con ese coro de papagayos de CX36 chirriando al oido o con personajes que cada vez que aparece Astori, hacen muecas de asco o de sorna, cuando a ese Señor bien lo deberian cuidar como deberian cuidar a Seregni y no tratarlo de viejo choto que no lo es. Las cosas se discuten en privado, en publico debe haber una linea de accion y debe haber unidad de mando. Así lo aprendio muy pero muy bien, el Partido Nacional.
Cosas que pasan en un país tan desesperado que se abraza como una culebra a cualquier cosa con tal de no aceptar que los cambios van por el lado que los hizo Chile, Nueva Zelandia e Irlanda que de pobres pasaron a ricos porque no eran territorios habitados por uruguayos.
Hasta la próxima.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
Con los chicos en vacaciones, los cines llenos -¡quiero tener uno!- luego que se dio por tierra aquello de que la TV mataba a las salas de cine, un considerable frío que aleja la humedad pastosa de las últimas semanas y unas cifras en las elecciones primarias que no terminan de gustar a una izquierda sumergida en el tema del agua que los ahogará, llegamos a las vacaciones de julio.
En las que miles de uruguayos se han ido de viaje, lo cual certifica que en cierta medida algo se ha recuperado, aunque sea las ganas de viajar y de descansar de la campaña electoral más boba y vacía de contenido de la que hayamos tenido noticia. Hemos visto desaparecer al Partido Colorado, por un rato esperamos, hasta que se haga un buen enema y dé paso a otra generación de gente digna de su historia. Hemos visto a un FA asustadísimo, ya que las encuestas que les gustaban en fin de año, ahora no le gustan y son "burguesas", dando palos de ciego contra la realidad; y a un Partido Nacional que de casi haber desaparecido, ahora ha recuperado la confianza en sí mismo, aunque sufre el mismo defecto que el FA en diciembre pasado, triunfalismo, ese que hizo a la liebre perder la carrera contra la tortuga.
Hablando de la izquierda, ahí anda en su guerra interna. Basta leer los partes diarios de CX 36 para sin ser politólogo, ver que no convence mucho un equipo de gobierno que anda a las patadas antes de ser gobierno, ni convence un candidato que no sabe hablar por sí mismo, sino que se clona al color local de cada pueblo o cada ciudad que visita y dice que va a hacer lo que esa gente en particular quiere que haga, con lo que me hace acordar al guión de una película de Mel Brooks en la que unos vivos empiezan a vender la participación en una obra de teatro que debía fracasar el primer día del estreno porque habían vendido el... 230% de las ganancias.
Pero Maxi, que tiene a su suegro en la parte inteligente del FA -que la hay, la hay- aunque no mande ni pinche ni corte, me dice que está todo bajo control y que una vez en el gobierno, los buenos serán los primeros y a los tupas les darán las gracias por los votos y los mandarán a plantar semillas de soja a la Antártida. Ver para creer. Un tal Allende, hombre de buena fe, terminó muerto un 11 de septiembre a causa de que los loquitos ultras propiciaron un golpe de la derecha, como acá los tupas iniciaron una guerra civil de la que ellos solitos se proclaman las víctimas y no los inventores.
Pero la gente joven debe recibir crédito, así que si ellos, desanimados de los partidos históricos por muy buenos motivos, deciden que hay que probar algo nuevo, pues se sacarán las ganas; aplaudiremos si sale bien, chiflaremos aunque no tengamos dientes, pues los habremos empeñado para pagar las tarifas públicas y los impuestos con que el FA nos va a curtir -recordaremos el gobierno de Batlle como la etapa "PreFrentista" con melancolía- cuando por descarte gane si el Partido Nacional no demuestra que más allá de la pirotecnia de los colores blanco y azul y de la imagen de Wilson que se ha puesto de moda para evitar buenos discursos, es apto para recrear un Uruguay de acuerdo a las pautas del siglo XXI.
Por ahora, en vacaciones de julio, todo esto no pasa de meras suposiciones ya que ninguno de los grupos que se aprestan a competir por el reparto de cargos, embajadas, intendencias y dineros no han demostrado más que eso: que están para su propio beneficio y que la clase política es tan, pero tan leve, que no existe más que para ser unos mediocres funcionarios pagos por la población, que actúan para ella cada cuatro años y la mal entretienen con un show espantoso que sólo un gil puede aplaudir o sólo un idiota creer.
Pero como el Pepe Mujica cree que somos idiotas y que nos hemos olvidado de que el grupo que él representa no es una banda de matones y asesinos, como matones y fascistas son sus amigos de la JUP de Manini Ríos -es enternecdor ver a los camisas rojas y a los camisas negras bailar juntitos de la mano- muy posiblemente el Uruguay reciba como "salvador a quien inició una guerra civil en la que hay muertos a santificar y otros a olvidar, puesto que la historia la hacen los vencedores, y al final resultará que la guerra civil del 70 termina ganada en el 2004 por el Movimiento Tupamaro.
Si el FA quiere ser gobierno, tiene algunos meses para dejarnos saber, quien es que va a mandar, o si tendremos un lio por dia entre ellos, lo que los inhablitará para dedicarse al menester de dirigir la Nación. No se puede gobernar con ese coro de papagayos de CX36 chirriando al oido o con personajes que cada vez que aparece Astori, hacen muecas de asco o de sorna, cuando a ese Señor bien lo deberian cuidar como deberian cuidar a Seregni y no tratarlo de viejo choto que no lo es. Las cosas se discuten en privado, en publico debe haber una linea de accion y debe haber unidad de mando. Así lo aprendio muy pero muy bien, el Partido Nacional.
Cosas que pasan en un país tan desesperado que se abraza como una culebra a cualquier cosa con tal de no aceptar que los cambios van por el lado que los hizo Chile, Nueva Zelandia e Irlanda que de pobres pasaron a ricos porque no eran territorios habitados por uruguayos.
Hasta la próxima.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
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