Rabia gloriosa
UN EDITORIAL DANTON ROBES SAINT JUSTINIANO Y GUILLOTINANTE CON POCO FILO, COSA QUE LES DUELA A LOS BORBONES DE TODOS LOS TIEMPOS
Rabia gloriosa
Otro 14 de Julio, otra Bastilla destruida por un pueblo furioso y descontrolado, una marea de rabia republicana que ahoga en sangre a un régimen odioso. Y está bien, es justo, tenía que pasar y pasó, se abrieron puertas a patadas con resentimiento de años de injusticia, se violaron a hombres, mujeres y cabras, se derramó la sangre de justos y distraídos y sólo cabe lamentar los que estaban en lugar equivocado en mal momento. Usaron para esto la guillotina, que tanto separaba las cabezas de los ricos como la de los pobres ladrones. Y que se llevó la cabeza de un rey a la bolsa de cuero.
Una ola de rabia sacude a Europa en el año 1789 y hace pedazos una tiranía de siglos, a golpes de guillotinas y sables oxidados, guardados para un día de castigos, de horrores y de locura. Es mentira la versión inglesa de que todo se podía hacer por las buenas. La República, después de casi mil años de silencio y mentiras, no tenía otra salida que una Bastilla, un día de julio, de calor y rabia.
Una rabia que destruye el poder del clero, que jamás volvería a tener un poder ligeramente parecido. Una rabia que le dice no a los impuestos pagos por el pueblo y no por los señores, derechos y privilegios que mueren en una noche. Un día donde el ¡basta! de un pueblo se hace grito y acción, algo que deberíamos recordar y copiar, para acabar con estos privilegios de los feudales modernos travestidos en gobernantes.
La rabia gloriosa, la inundación de libertad de este 14 de Julio no da para otra cosa que festejar el nacimiento de la República, parida en medio del odio de los desposeídos contra los dueños de todo, los que serán guillotinados en buena hora en La Concorde, los que habían hecho de sus vidas una afrenta a la libertad que en este 14 de Julio será reconquistada duramente. Es un día de gloria, ha nacido una República y ella será esparcida por toda Europa en las mochilas del ejército de Bonaparte y el mundo nunca más será el mismo, porque se habrá destruido el concepto de jerarquías y privilegios de un régimen infame.
Como dice La Marsellesa, "A las armas, ciudadanos".
Reventemos Bastillas.
Hasta la semana que viene.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
Rabia gloriosa
Otro 14 de Julio, otra Bastilla destruida por un pueblo furioso y descontrolado, una marea de rabia republicana que ahoga en sangre a un régimen odioso. Y está bien, es justo, tenía que pasar y pasó, se abrieron puertas a patadas con resentimiento de años de injusticia, se violaron a hombres, mujeres y cabras, se derramó la sangre de justos y distraídos y sólo cabe lamentar los que estaban en lugar equivocado en mal momento. Usaron para esto la guillotina, que tanto separaba las cabezas de los ricos como la de los pobres ladrones. Y que se llevó la cabeza de un rey a la bolsa de cuero.
Una ola de rabia sacude a Europa en el año 1789 y hace pedazos una tiranía de siglos, a golpes de guillotinas y sables oxidados, guardados para un día de castigos, de horrores y de locura. Es mentira la versión inglesa de que todo se podía hacer por las buenas. La República, después de casi mil años de silencio y mentiras, no tenía otra salida que una Bastilla, un día de julio, de calor y rabia.
Una rabia que destruye el poder del clero, que jamás volvería a tener un poder ligeramente parecido. Una rabia que le dice no a los impuestos pagos por el pueblo y no por los señores, derechos y privilegios que mueren en una noche. Un día donde el ¡basta! de un pueblo se hace grito y acción, algo que deberíamos recordar y copiar, para acabar con estos privilegios de los feudales modernos travestidos en gobernantes.
La rabia gloriosa, la inundación de libertad de este 14 de Julio no da para otra cosa que festejar el nacimiento de la República, parida en medio del odio de los desposeídos contra los dueños de todo, los que serán guillotinados en buena hora en La Concorde, los que habían hecho de sus vidas una afrenta a la libertad que en este 14 de Julio será reconquistada duramente. Es un día de gloria, ha nacido una República y ella será esparcida por toda Europa en las mochilas del ejército de Bonaparte y el mundo nunca más será el mismo, porque se habrá destruido el concepto de jerarquías y privilegios de un régimen infame.
Como dice La Marsellesa, "A las armas, ciudadanos".
Reventemos Bastillas.
Hasta la semana que viene.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
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