Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Friday, July 04, 2008

EL IMPUESTO A LA BOLSA Y A LOS CONDONES Y PAÑALES


Una mezcla de estupidez, mezquindad y rapacería



"Tasa a bolsas de nylon no soluciona el problema de la contaminación. Blancos, colorados y supermercadistas criticaron la tasa que la Intendencia aplicará a las bolsas de nylon y los envases descartables. Señalan que no soluciona la contaminación y que se transformará en un nuevo impuesto municipal."

Este gobierno es inefable, se le ve la hilacha en cada cosa que hace, es un gobierno que gasta, como un atorrante que ganó la lotería, los fondos públicos en planes cuyo único sentido es juntar votos de el lumpenaje y nada más. Por el otro lado es ratón, mezquino, garronero y rapaz. Trata de meter la mano, de robarnos la plata -como sea-, de castigar a la industria y al comercio con leyes y decretos de una imbecilidad rampante, como éste, "el impuesto a la bolsita", que también se podría poner a los condones, a los globos, a los pañales geriátricos en una especie de IRPF a la caca del jubilado, ¡total ya lo están robando! Un palo más, ni lo sentirá.

La contaminación no se soluciona con esto, pasa por la educación, por la lucha contra la pobreza y el fomento a la riqueza, ya que siendo un país pobre, tercermundista que se cree más de lo que es, la contaminación está generada por un ciudadano que es básicamente un cerdo sin distinción de clases sociales y por los lumpen que viven, literalmente, entre su propia basura y son manejados por las mafias que trafican con los desperdicios y que son los que presionan a los gobiernos para que no resuelvan el tema de los carritos.

El impuesto a las bolsas es tan pero tan estúpido, que le mata el punto a aquella estupidez de hace años, del impuesto a las mascotas, que era una joya de la rapacidad oficial, en ese entonces colorada; este impuesto que no está pensado para ayudar a luchar contra la contaminación sino para tener más dinero para pagarle a los atorrantes que desde el sindicato fascista de la IMM la manejan a su antojo y nos cuestan millones de dólares, que pagan principalmente los retardados que siguen votando al Frente para la Intendencia. Sí, si estás pensando que hablo de ti, que los votaste varias veces, sí, me refiero a ti, sos un tarado sin remedio.

La contaminación es un producto de la pobreza y acá el Estado, no lucha contra ella sino que la fomenta, permitiendo que los lumpen no trabajen y les paga por eso; fomenta que esas reventadas en las esquinas queden embarazadas una y otra vez, para cobrar por cada hijo; fomenta todo aquello que no genera riqueza, la mugre y el desánimo; y, a través de el castigo sistemático al que produce y al que más tiene porque más ha trabajado y más se lo merece, fomenta que la gente baje los brazos y le importe un carajo la contaminación. El ecologismo y la responsabilidad social son productos del estado de bienestar, no del estado de desánimo que ha creado este gobierno rapaz, ratón, mezquino e incapaz.

Por eso, el impuesto a las bolsas, que en un contexto de crecimiento y riqueza sería quizás una de las formas de fomentar el uso de materiales reciclados o ambientalmente amistosos como el papel, en este momento, con un gobierno que todos sabemos que es tan corrupto desde el primer cargo al último, tan rapaz y ladrón como cualquiera o más; tan incapaz de establecer políticas que generen riqueza. En estas circusntancias, es la penosa demostración de la capacidad de los funcionarios de buscar más dinero con cualquier excusa, en este caso, manoseando un tema loable y convirtiéndolo -al revés del Rey Midas que todo lo que tocaba lo convertía en oro- en una cagada, así, literalmente y sin eufemismos, porque todo lo que este gobierno toca, lo hace mierda.

Así clarito, por si no entendieron.

Hasta la semana que viene.

Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com

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