Cosas para hacer (o no) el fin de semana, si no estás muerto
Cosas para hacer (o no) el fin de semana, si no estás muerto
Cine en Internet "Death Proof" de Tarentino. Sabemos dónde está con subtítulos.
Cena familiar en Don Matías, Rivera y Obligado. Postre en La Chicharra, los mejores helados, en la esquina y a la vuelta en Full Video, una buena película en familia.
La zaga de Los Reyes Malditos de Francia, siete tomos que se leen de un tirón.
Paseo por la Rambla bajo esta luna espléndida y con viento fresco.¡ llevar zapatos pesados para que no te lleve el viento!
Carnaval para todos los gustos, lleva el pomo... y el paraguas.
Excursión en bicicleta por la zona de la Ciudad Vieja en domingo de sol, todo tranquilo, parada en algún lugar del Mercado, hay algo abierto.
Cine bueno: Gángster Americano de R. Scott, malo, aún no en salas. La remake del Tren de las 3 y 10 a Yuma, quedate con la del 57 con Glen Ford; ésta es buenos paisajes, vestimentas, armas, actores secundarios, pero se desinfla en media hora, final patético.
Las baguettes de Panadería Biarritz, 21 y Coronel Mora, horno de piedra, no se hacen chicle al rato como las que vienen congeladas.
Mesas de ensaladas frescas de Super Mercado Planeta, Rivera y Bvar. Artigas, mejores que en Disco Natural que de natural, el buen plástico.
Gusanito Manzana con tu nieta nieto de dos años. Maia se cagó toda pero pidió más, lo mismo con el Tren Fantasma, aún conserva para ellos el divino terror de la mano de padres y abuelos; y padres y abuelos podemos sentir el eco distante de los primeros besos robados; ya eso vale la pena.
Playa La Estacada, en la punta de rocas, el agua está verde y la gente es la de siempre, con precauciones no te afanan, como en Pocitos. Además hay varios históricos supervivientes de los 50 y 60, aún dignamente divagando bajo el sol. Asegurados divertidos reencuentros de viejas barras.
Las LLamadas, para los incondicionales y para los aventureros, siempre un loca experiencia para ir en barra y dejarse llevar por la onda festiva, billeteras bien a resguardo, ropa bien atorra, nada de lujos ni relojes caros ni cadenitas ni nada ostentoso, salvo que sea de lata.
Punta del Este está que quema, a full, pero para pagar con euros y lingotes de oro. Si vas con dólares o pesos, llevate una carpa y a la playa.
Aún así, para mí, la mejor zambullida en agua oceánica, en Las Grutas.
En Montevideo, el mejor asado de tira en Don Felipe, esquina de Simón Bolívar y Obligado. No hay mesas, sólo mostradores, un viaje a los 50 o 60.
Y Montevideo, pese a todo, una ciudad hermosa, toda tuya para caminarla o bicicletearla, hay sorpresas en cada esquina de cada barrio, sólo ir con el ojo como si fueras un viajero de Lonely Planet.
Como los paradores municipales están ruinosos, El Expresso para tomárselo tomando algo y el Puerto del Buceo con picadita al atardecer. Impagable.
En La Rambla, así con mayúscula, el fusible que tenemos los montevideanos para no tirarnos de cabeza al Miguelete cada vez que cambia el gobierno y éste es peor que el otro; o cada día que vemos que la fila de hijos que se van crece en Carrasco, se nota el decaimiento de la ciudad, de la sociedad y de todo el país; el lugar por defecto para ir a pensar o a no pensar cuando las cosas te abruman, ya este verano no hay ni paradores municipales, hay taperas abandonadas por la desidia de un gobierno que en el fondo desprecia a esta ciudad -si bien la usa electoralmente- pero que se va en pleno a Bobolandia a pasear sus geriátricas anatomías vestidas de chirriantes colores o a pescar a la estancia presidencial, haciendo uso de las ventajitas que da el poder. Este verano no recomiendo la Rambla tanto como antes, al menos la de Pocitos. Está sucia, sin paradores donde descansar mirando el mar y sin gracia. Parece una de esas flacas que, pasada la noche de bailongo, la agarró el amanecer y se volvió calabaza, deslucida, triste y ventosa.
Otra para no dar pelota y menos un sábado de noche cuando al menos tenés la suerte de estar vivo, es caer en la pachanga electoral que nos dan, simultánea a carnaval, el Frente Amplio y el Partido Nacional* con sus candidatos o semi candidatos a dos años de que todo siga como está y peor, porque si bien el país no ha caído al infierno, se debe únicamente a los éxitos de la actividad privada, que aún sometida al saqueo gubernamental, aferrada al terreno como una escuadra de hoplitas, no se rinde ni baja los brazos. Recomiendo para un sábado de noche no pensar en política -que es patética en este país- y dedicar hasta la última munición a trabajar en lo de cada uno, para así, al menos en algunos casos, retener a nuestros hijos un día más, antes de que se vayan.
Pienso que haría bien el Partido Nacional -que mal que nos pese a los que lo vamos a votar las elecciones que vienen como única alternativa sensata al dislate que ha sido esta experiencia socialista con olor a naftalina, a moho y a odio al éxito- en calibrar bien su propuesta antes que matarse entre ellos como pasó la vez pasada. No veo bien que, otra vez, Ramírez salga de su estudio jurídico a tirar piedras a Lacalle, ni veo bien que Lacalle apresurado haya cortado otras opciones más jóvenes; no me gusta esta pelea que sólo redundará en daños internos y que sólo beneficiará a los que hoy, al haberse quedado en pelotas sin reelección, demuestran que no son nada, que llegaron por Vázquez y desaparecido éste en un acto de honestidad o de autopreservación, quedan a la deriva sin nada más qué ofrecer que no sea rencor, mentiras, corrupción, mediocridad y una total carencia de objetivos que beneficien a la Nación. Llegaron, mostraron su show, era malo, que se vayan de una vez porque apestan.
Hay que sacarlos y para ello no hay que andar tropezando entre los que deben hacerlo. La gente tiene que ver esta vez una propuesta razonable, moderna, justa, que le otorgue a este país lo que merece, no el plato recocido de una izquierda antigua, sedienta del culto a los muertos, que más parecen sacerdotes de una religión arcaica, hablando de ultratumba y guerras de siglos atrás, que un partido político a la medida del mundo actual.
Hasta la semana entrante.
* El Partido Colorado no se ha sumado al corso, seguramente porque no le queda ni un tamboril que repique modestamente.
*¡Ojo al voto en blanco en las que vienen! Hay una generacion podrida de estos viejos, que ya no cree en la politica, y eso se va a notar sin duda...yo, hay dias que me dan ganas de irme a la playa el dia ese
Equinox Uruguay
www.equinox.com.uy
Avda. Rivera 2410 ap 802 esq. 20 de Septiembre
Entre Luis P. Ponce y Bvar. Artigas
Teléfono 7072942
Celular 099 627656
MSN equinoxpocitos@hotmail.com
Abierto al público: 12:00 a 19:00
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Skype equinoxpocitos
Cine en Internet "Death Proof" de Tarentino. Sabemos dónde está con subtítulos.
Cena familiar en Don Matías, Rivera y Obligado. Postre en La Chicharra, los mejores helados, en la esquina y a la vuelta en Full Video, una buena película en familia.
La zaga de Los Reyes Malditos de Francia, siete tomos que se leen de un tirón.
Paseo por la Rambla bajo esta luna espléndida y con viento fresco.¡ llevar zapatos pesados para que no te lleve el viento!
Carnaval para todos los gustos, lleva el pomo... y el paraguas.
Excursión en bicicleta por la zona de la Ciudad Vieja en domingo de sol, todo tranquilo, parada en algún lugar del Mercado, hay algo abierto.
Cine bueno: Gángster Americano de R. Scott, malo, aún no en salas. La remake del Tren de las 3 y 10 a Yuma, quedate con la del 57 con Glen Ford; ésta es buenos paisajes, vestimentas, armas, actores secundarios, pero se desinfla en media hora, final patético.
Las baguettes de Panadería Biarritz, 21 y Coronel Mora, horno de piedra, no se hacen chicle al rato como las que vienen congeladas.
Mesas de ensaladas frescas de Super Mercado Planeta, Rivera y Bvar. Artigas, mejores que en Disco Natural que de natural, el buen plástico.
Gusanito Manzana con tu nieta nieto de dos años. Maia se cagó toda pero pidió más, lo mismo con el Tren Fantasma, aún conserva para ellos el divino terror de la mano de padres y abuelos; y padres y abuelos podemos sentir el eco distante de los primeros besos robados; ya eso vale la pena.
Playa La Estacada, en la punta de rocas, el agua está verde y la gente es la de siempre, con precauciones no te afanan, como en Pocitos. Además hay varios históricos supervivientes de los 50 y 60, aún dignamente divagando bajo el sol. Asegurados divertidos reencuentros de viejas barras.
Las LLamadas, para los incondicionales y para los aventureros, siempre un loca experiencia para ir en barra y dejarse llevar por la onda festiva, billeteras bien a resguardo, ropa bien atorra, nada de lujos ni relojes caros ni cadenitas ni nada ostentoso, salvo que sea de lata.
Punta del Este está que quema, a full, pero para pagar con euros y lingotes de oro. Si vas con dólares o pesos, llevate una carpa y a la playa.
Aún así, para mí, la mejor zambullida en agua oceánica, en Las Grutas.
En Montevideo, el mejor asado de tira en Don Felipe, esquina de Simón Bolívar y Obligado. No hay mesas, sólo mostradores, un viaje a los 50 o 60.
Y Montevideo, pese a todo, una ciudad hermosa, toda tuya para caminarla o bicicletearla, hay sorpresas en cada esquina de cada barrio, sólo ir con el ojo como si fueras un viajero de Lonely Planet.
Como los paradores municipales están ruinosos, El Expresso para tomárselo tomando algo y el Puerto del Buceo con picadita al atardecer. Impagable.
En La Rambla, así con mayúscula, el fusible que tenemos los montevideanos para no tirarnos de cabeza al Miguelete cada vez que cambia el gobierno y éste es peor que el otro; o cada día que vemos que la fila de hijos que se van crece en Carrasco, se nota el decaimiento de la ciudad, de la sociedad y de todo el país; el lugar por defecto para ir a pensar o a no pensar cuando las cosas te abruman, ya este verano no hay ni paradores municipales, hay taperas abandonadas por la desidia de un gobierno que en el fondo desprecia a esta ciudad -si bien la usa electoralmente- pero que se va en pleno a Bobolandia a pasear sus geriátricas anatomías vestidas de chirriantes colores o a pescar a la estancia presidencial, haciendo uso de las ventajitas que da el poder. Este verano no recomiendo la Rambla tanto como antes, al menos la de Pocitos. Está sucia, sin paradores donde descansar mirando el mar y sin gracia. Parece una de esas flacas que, pasada la noche de bailongo, la agarró el amanecer y se volvió calabaza, deslucida, triste y ventosa.
Otra para no dar pelota y menos un sábado de noche cuando al menos tenés la suerte de estar vivo, es caer en la pachanga electoral que nos dan, simultánea a carnaval, el Frente Amplio y el Partido Nacional* con sus candidatos o semi candidatos a dos años de que todo siga como está y peor, porque si bien el país no ha caído al infierno, se debe únicamente a los éxitos de la actividad privada, que aún sometida al saqueo gubernamental, aferrada al terreno como una escuadra de hoplitas, no se rinde ni baja los brazos. Recomiendo para un sábado de noche no pensar en política -que es patética en este país- y dedicar hasta la última munición a trabajar en lo de cada uno, para así, al menos en algunos casos, retener a nuestros hijos un día más, antes de que se vayan.
Pienso que haría bien el Partido Nacional -que mal que nos pese a los que lo vamos a votar las elecciones que vienen como única alternativa sensata al dislate que ha sido esta experiencia socialista con olor a naftalina, a moho y a odio al éxito- en calibrar bien su propuesta antes que matarse entre ellos como pasó la vez pasada. No veo bien que, otra vez, Ramírez salga de su estudio jurídico a tirar piedras a Lacalle, ni veo bien que Lacalle apresurado haya cortado otras opciones más jóvenes; no me gusta esta pelea que sólo redundará en daños internos y que sólo beneficiará a los que hoy, al haberse quedado en pelotas sin reelección, demuestran que no son nada, que llegaron por Vázquez y desaparecido éste en un acto de honestidad o de autopreservación, quedan a la deriva sin nada más qué ofrecer que no sea rencor, mentiras, corrupción, mediocridad y una total carencia de objetivos que beneficien a la Nación. Llegaron, mostraron su show, era malo, que se vayan de una vez porque apestan.
Hay que sacarlos y para ello no hay que andar tropezando entre los que deben hacerlo. La gente tiene que ver esta vez una propuesta razonable, moderna, justa, que le otorgue a este país lo que merece, no el plato recocido de una izquierda antigua, sedienta del culto a los muertos, que más parecen sacerdotes de una religión arcaica, hablando de ultratumba y guerras de siglos atrás, que un partido político a la medida del mundo actual.
Hasta la semana entrante.
* El Partido Colorado no se ha sumado al corso, seguramente porque no le queda ni un tamboril que repique modestamente.
*¡Ojo al voto en blanco en las que vienen! Hay una generacion podrida de estos viejos, que ya no cree en la politica, y eso se va a notar sin duda...yo, hay dias que me dan ganas de irme a la playa el dia ese
Equinox Uruguay
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Avda. Rivera 2410 ap 802 esq. 20 de Septiembre
Entre Luis P. Ponce y Bvar. Artigas
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Abierto al público: 12:00 a 19:00
Atención telefónica e Internet: 9.00 a 24.00
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