Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Wednesday, June 27, 2007

No me interesa




No me interesa




No me interesa el tema de los nosécuántos años del golpe y el tema del nuncamás y, menos aún, el tema de la rendición de cuentas que es de la misma seriedad que una reunión de bantúes para dilucidar qué parte del chancho que mataron a golpes -que ni ellos mismos cazaron porque nos lo robaron- se lleva cada uno para su choza; ni menos que menos el de PLUNA, que para mí no debería existir. Y sí, es así, ¿por qué me habría de interesar leer sobre una asociación a dedo que no va a lograr nada más que más gastos para mi bolsillo? Y en tren de no interesarme y al borde de pasar a importarme un pepino, está el tema del fútbol uruguayo, un negocio de mafiosos y de las derrotas vergonzosas que no son más que el reflejo de una sociedad deprimida por estar en un territorio insignificante y tener una mentalidad perdedora, sumisa y cobarde.

¿Una sociedad que se pelea por unos pseudoguerrilleros de décima y por un golpe de estado que parecía hecho por Abbott y Costello o por Peter Sellers, pueden ser tomados en serio? Nope, nope. ¿Una sociedad que toma en serio a ese fútbol que parece de zombies? Niet, niet, de ninguna manera. Por eso no me interesan esos temas y me temo que a mucha gente -sobre todo a gente joven que tiene que estudiar, trabajar, hacer sus vidas y tiene algo para esperar del futuro- les importan un soberano carajo, así dicho para que quede claro, porque están viviendo en un país que, pese a las mentiras de tooooooda la clase política, que se pelea por tres lentejas a repartir y por planes Ceibal, que sí, que no, que son mamarrachos inoportunos. La misma reunión de bantúes mirando unas computadorcitas que no sirven para nada o que servirían en Finlandia -en donde hay seres humanos dotados de raciocinio- y que esa tribu las hará moco, las cambiará por pasta base, las venderá en la feria y no habrá nadie que las arregle, porque si el Lago del Parque Rodó no pudo ser mantenido limpio por el Estado y los bichicomes se comieron los patos, menos el Estado puede administrar un reparto de buena tecnología en el medio del campo y mantener una estructura de backup. Y, por eso, como no es esto en serio y el país se desbarranca, esos jóvenes se van de él mientras los viejos hablan sobre las cosas de viejos que sólo a ellos les importan en su senilidad intelectual, que llega por estos lares antes que la decrepitud física, mucho antes porque somos un país senil intelectual por naturaleza.

Y me quedó larga la frase arriba, porque escribo de la forma que se me canta y contra todas las reglas de la academia de donde sea y si me entienden basta y sobra porque, en resumen, lo que digo es que la clase dirigente de estos bantúes y los anteriores está en masa tratando de ocultar que vamos a chocar contra un meteorito o un iceberg si seguimos en este curso, que no es que haya que hacer tales cambios en las empresas del Estado o que ANTEL baje algo en algunas tarifas de servicios que casi no se usan; o que el gerentezuelo de ANCAP sea despedido y, en una solución al estilo Hermanos Marx -eso porque es Uruguay- se llenen garrafas de 13 kilos con 8 de gas. Patético. Tampoco que ciertos sectores políticos vean algo de seriedad en el ridículo actito de patio de escuela que fue -eso tan pobre, tan de pueblo- de un Presidente y tres viejas en la Plaza Independencia, que es la más fea de Uruguay. Y eso de un abrazo entre Bordaberry y La Langosta actual... ¡Ayyyyyyyy!, me da vergüenza ajena que vean a ese mozo esforzado y buen hijo, quizás meritorio abogado, la salvación de la Parva Domus, ¡perdón!, quise decir Partido Colorado... de bantúes (pobres bantúes, cómo les doy, pero es así, yo crecí leyendo Tarzán, Jim de la Selva y El Fantasma y ahí los bantúes eran así: "umba, umba, Bwuana, Pululun, contento Bwuana Jim con actito de plaza de la aldea").

No me interesa y se me da que a vos tampoco, el tema del Mercosur ni el del Banco ese del Sur -que el coso ese que me cuesta nombrarlo porque se me empasta la garganta, ese simio venezolano cumbianchero de décima, ese que nos vendió, les vendió a los giles del gobierno un petróleo que no sirve ni para hacer carreteras y que desbarató la refinería de ANCAP-, porque vos y yo sabemos que estamos físicamente acá por cosas de la lotería de nacer en un lugar, crecer en él y no salir a tiempo; o tener la suerte de estar y poder salir y entrar a tu antojo y tener, dentro de él, lugares que simulan otro lugar; que lo que pasa acá no es en serio, te puede matar, te puede destruir la vida, tu empresa y tu negocio, pero no es en serio; lo que vemos no es un Estado, es una versión para tablado de lo que un estado es, para no ir más lejos, en Chile, por ejemplo. Lo que vemos no es un gobierno, es una versión para la Comedia del Arte hecha por un grupo de mamados, eligiendo un lugar chiquito que quizás no sepás ni que existe, en Letonia o Eslovenia. ¿Verdad que pensabas lo mismo que yo?

Y por eso no te interesa leer en los diarios los editoriales sobre esos temas, escuchar radios que hablan de cosas que te rompen la paciencia, pero esto sí lo leés porque, como a mí, esas cosas no te interesan porque tenés cosas en serio que hacer, como por ejemplo seguir vivo, seguir dándole de comer a tu gente, seguir pagando los espantosos impuestos y tarifas de un estado de ladrones, todos, del primero al último y todos corruptos, porque si has tenido o tenés empresa, sabés que en Uruguay no se hacen negocios con los bantúes si no los coimeás y que me lleven a la horca si alguien me prueba lo contrario. Y, porque además, en las pocas horas libres querés sacarte de la cabeza a este país perdido por voluntad propia de suicidas, que año tras año votan a la escoria de un lado y a la del otro, porque La langosta NOOOOOO es frentista, La Langosta es uruguaya, La Langosta NOOOOO nace con estos bantúes sino con la suma de todos los anteriores, porque los monopolios que no deberían existir no son frentistas nada más, son blancos y colorados, máquinas creadas por ellos para corromperte mejor, para meter gente que los vote y para hacer sus negocios. Y estos bantúes, admitamos, son Bantúes Plus, versión Pro de lo anterior pero hijos nacidos a la imagen y semejanza de un modo corrupto de hacer las cosas desde siempre, de un modo mediocre de pensar un país, desde siempre.

Entonces, como a mí, te llega un momento en que tratás de pensar en poder salir un rato de esto, de ver una película, leer un libro, tomarte un avión y que se maten, porque vos sabés que esto, a no ser que una epidemia liquide a los empleados públicos, no tiene arreglo; que otra epidemia lobotomice a los ingenuos que creen que esto es, hoy, un país serio, no tiene arreglo. Y una tercera, ésta de proporciones bíblicas, aniquile a la clase política toda porque no hay UNO, UNO SOLO que sirva más que para calentar la silla y vos lo sabés, esto no tiene acomodo. Y así, quizás, después de empezar de casi cero, ligeros de cargas que nos hunden, que nos tiran hacia el fondo, ahí, si llega uno al poder que decida hacer lo que no se hizo nunca y no hacer nada de lo que ha fracasado en los últimos cincuenta años, puede ser que dejemos de ser un país triste y seamos una sociedad emergente, como lo aprendieron Irlanda y Chile, por no dar 45 ejemplos que pasaron de ser aldeas a potencias.

El día que un presidente -como lo hizo Felipe González a contrapelo de la opinión pública y metió a España en la OTAN y en la Comunidad Europea- pasándose por los cojones la opinión de la mayoría de imbéciles de ese país, la opinión de su partido y de los que lo votaron, haga lo que hay que hacer: cerrar las empresas del Estado y privatizar hasta las baldosas, salir del Mercosur, bajar los impuestos de un plumazo a la mitad o menos, declarar a Uruguay puerto libre, mandar a los empleados del Estado a misiones de paz en Macedonia o Marte (a ver si no vuelven), ahí, quizás, tengamos probabilidades, porque hoy, como Uruguay no es en serio, trato de vender algo para pagar las cuentas, me voy al gimnasio y me importa un pito el tema político porque es como tomarse en serio un teleteatro venezolano o un partido de baby fútbol, que hay gente, he visto, que se los toman en serio.

Porque el verdadero político debe gobernar para la gente no de acuerdo con ella, porque sabemos que las mayorías, los rebaños, no entienden un cuerno de nada y hay que llevarlos, no escucharlos; así se han hecho las naciones, a patadas en el culo y casi siempre contra la corriente, porque las mayorías siempre se equivocan y son conformistas y cobardes y hay que hacer las reformas para ellas como se hizo en Chile, por las malas y por las buenas, pero se hicieron y Chile es lo que es hoy, porque pasó por ese proceso de ir a contrapelo de las puñeteras encuestas y mayorías y opiniones de la chusma inculta.

Hasta la semana que viene y a festejar el impuestazo que viene y que se jodan los uruguayos, porque a La Langosta la mantienen viva los votos de todos los que, en cada plebiscito, votan para estatizar todo. Jodeos hermanos, éste es vuestro Frankestein, que lo disfruten, yo cambio de canal.

Félix Obes Fleurquin
felix.obes@gmail.com

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