La vida de los otros
La vida de los otros
Esta semana, en lugar de opinar sobre los problemas de esta pequeña aldea del sur, les quiero incitar, empujarlos a que vean cine, para poder compartir una película que es a la vez la síntesis de otras y de muchas obras literarias sobre un mismo tema: el Estado totalitario contra la libertad.
La película que todos tenemos que ver se llama "La Vida de los Otros" y se comenta sobre ella en la Sección de Cine, en donde hemos presentamos material que está en Internet y que reproducimos, ya que no soy crítico de cine. Cuando escribo sobre esos temas, es sólo porque me gusta o no me gusta, sin opinar sobre la calidad de la obra o las técnicas con que se ha filmado.
La película en cuestión es, para mí, una secuela de otras y de varios libros que he leído y que tratan de forma diferente este tema, que es el Estado en contra de la libertad, el Estado controlador y paternalista, muchas veces en sus versiones más brutales; también homicida, genocida y destructor de etnias, razas, grupos humanos o religiones que considera opuestos a su visión totalitaria, de los que cito en primer lugar a "Un Mundo Feliz" de Aldous Huxley, escritor favorito de mi padre y que yo leyera antes de los veinte años.
Sigo con "Rebelión en la Granja" de Orwell, llevado al cine en infinitas versiones y hasta en dibujos animados; "Brazil" de Terry Ghilian y, sin duda, "1984" también de Orwell, entre los que en este momento recuerdo, aunque sé que me olvido de muchos libros -"Archipiélago Ghulag y Farenheit451, entre otros- y muchas películas. Dejemos esto así, ya que no estoy dando una lista sino sólo citando algunas que llevan a esta obra que para mí es, hasta el momento, definitiva.
Ir a ver esa creación es casi una obligacion moral de cada persona de nuestra generación; en ella van a ver el Estado totalitario perfecto, el total control de las vidas de las personas por métodos mucho más efectivos que la brutalidad primaria del nazismo y la salvaje represión de la Unión Soviética. En esta película no van a ver torturas ni tiros, a escuchar gritos ni ver campos de concentración o paredones; simplemente verán algo que existió, un lugar en donde toda esperanza está perdida y donde sólo unos pocos -a riesgo de perder todo y muchas veces colaborando para no ser aplastados por esa maquinaria- tratan de vivir y de amar. Es una sorpresa. Lo único que les puedo adelantar es que, al terminar la función, la gente se puso -nos pusimos- de pie y aplaudimos.
Habíamos visto la suma de las cubas, de las alemanias nazis y comunistas, de las rusias stalinistas y las chinas maoístas, de las dictaduras bananeras, de las africanas y de los libros que hemos citado, todo resumido en un mundo gris, armado con eficiencia germánica en que cada suspiro, cada risa, cada nota que eran archivadas y catalogadas para saber todo sobre la vida de los otros.
Vayan y luego cuéntenme.
Buen fin de semana.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
0 Comments:
Post a Comment
<< Home