Delenda est ANTEL
Delenda est ANTEL
LA ANARQUÍA DE INTERNET POR SUERTE LLEGA PARA BARRER AL ANTIGUO RÉGIMEN
"Bakunin debe estar llorando en la tumba por haberse perdido esta época donde la anarquía brota con tal espontaneidad desde las estructuras aparentemente más y mejor organizadas de nuestra sociedad."
Dice eso una nota editorial de "Enredando" que creo que publiqué hace algún tiempo y que habla sobre la vanidad por la soberbia del poder (en su caso, España) e invento yo, como derivado del vano intento del sistema (el establishment) de frenar, controlar, usar en su beneficio o dirigir a Internet.
Internet fue creado a partir del proyecto Arpanet http://es.wikipedia.org/wiki/ARPANET como sistema de comunicaciones no centralizado que, en caso de un ataque nuclear, al no tener un centro, las comunicaciones se derivarán a otras líneas y no quedarán sin comunicaciones. Eso no lo dice esa escueta nota sino que agrego yo algo más, algo menos y no me vengan con detalles, porque es así.
Entonces, ¿cómo pueden ser tan necios los gobiernos o cómo pueden ser tan soberbios en ANTEL para creer que en forma indefinida pueden mantener un cerco o dictar normas cuando algo que resiste un ataque nuclear al estilo del Dr. Strangelove, bien puede soportar a un grupo de tontos intelectuales que tratan de impedir el acceso a la Comunidad Global?
¡Vanidad de vanidades, dijo el Predicador! (Eclesiástes) Y se ríe Snoopy Red Baron, porque ambos saben que, a la larga, todo este tema será resuelto de la forma que la naturaleza resuelve lo que no es viable. Se extinguieron los dinosaurios porque consumían en demasía al ecosistema y así se extinguirán los jerarcas inútiles y atrofiados, porque lo que hacen depreda en demasía al usuario contribuyente y porque, por otro lado, han de llegar otros modelos de gestores y gerentes que, mirando cómo funciona el resto del mundo y leyendo lo que la gente necesita, aplicarán las medidas que hay que aplicar.
Y entonces los Saavedras, los Maggis, los Gibsons que desde que han abierto la boca han condenado esta forma de ver Internet, serán reivindicados; y los que humildemente (bueno, ¡no es para tanto!) periodistas digitales que hemos defendido su forma de ver el futuro tendremos el premio de que ustedes nos dirán que teníamos razón.
Llegará el ferrocarril y se archivarán las carretas y diligencias, se tenderán los puentes y se arrumbarán las barcazas de Buquebús, amiga del sistema; se tenderá el cable submarino y por él, a velocidad de megas por segundo, el futuro y el verano -como en un cuento de Bradbury- se harán presentes y su llegada, como el calor de los cohetes que funden la nieve de ese estilo de vida, hará que la gente haga negocios y teletrabaje en serio y el cerco caiga; pues como está dicho, estos joden pero cada uno que se hace, está destinado a caer algún día como toda muralla, como todo intento vano de poner límites a lo ilimitable.
Y tendremos lo que el resto del planeta tiene y que estos pobres mozos que no diferencian un telégrafo morse de un tenedor, que nunca tuvieron que luchar para lograr lo que se les negaba porque no saben ni para qué están ocupando un lugar en el espacio, no serán ni historia como no lo es el que una vez dijo: "Ferrocarril, ¿para qué?"
Por eso, esta nota de hace unos años que en la pereza de Semana Santa -no soy creyente pero me gusta ese nombre y no el insípido "de turismo" que con alma de amanuense se le dio a una semana que es sagrada para gran parte del planeta- les envío esto de vuelta en oportunidad de haber leído que ANTEL, en su permanente coma mental, estado natural de todo monopolio explotador y regresivo, acaba de darse cuenta que el cablecito que nos une -Unisur- con el resto de la galaxia... es obsoleto, cinco años después que presentáramos una propuesta en que Global Crossing lo daba casi de regalo. Y ahora, estos retrógrados creen que, piensan que quizás, en una de esas, maybe, perhaps, sería bueno tener un cable submarino que nos una con la carretera digital. Y con casi 10 años de retraso, empiezan a moverse tímidamente para pagar un ojo de la cara por lo que hubieran tenido gratis si no hubieran sido tan soberbios.
¿Saben una cosa? Lo van a hacer tarde mal y caro y en forma chanta porque está por encima de la capacidad de comprensión de un empleado público entender qué es Internet y lo que significa.
Lo que tiene que hacer ANTEL es lo que decían los alienígenas al Presidente de Estados Unidos en "Día de la Independencia", cuando éste les preguntaba qué hacer: "Morir". Los buenos empleados encontrarán un futuro en mejores empresas; los que no, como cualquiera de nosotros que si no hace las cosas bien, perece, tendrán el destino reservado a los fracasados e incapaces. Nadie es imprescindible si no sabe cómo hacer para luchar con riesgos sin tener la red del trapecista debajo.
Debe desaparecer y dejar hacer esto a los que saben. Y hacerlo, se irá el escollo para que Internet sea barata y el mundo irrumpa en esta aldea. No tienen que hacer nada más que disolverse y perderse en el olvido, nada más. De hacer un país en serio nos encargaremos nosotros, no ellos, que como en el cuento de la rana y el escorpión, su propia naturaleza los inhibe de hacer cosas en contrario a las barbaridades que han hecho siempre.
Acaban de hocicar con el Call Center frente al Sindicato y quieren darnos Internet. ¡Hay que erradicarlos, no hay otra, un monopolio, una aberración per se, encima en manos de unos sindicalistas del siglo XIX y además con un gobierno inepto! ¡Por favor, que desaparezcan!
ANTEL debe dejar de existir. Nunca debería haberlo hecho.
Delenda est ANTEL!
Hasta la semana que viene.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
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