Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Friday, March 30, 2007

El Estado descalabrado

No funciona el Estado, la policía no existe, está ausente, la Ministra divaga sobre derechos de los delincuentes y "Haya paz, hermano" en una vieja letanía hippie mientras te asaltan en la esquina, rompen los vidrios de tu comercio y te lo saquean; se habla de mantener el orden y de no reprimir, que es lo mismo que dotar a una policía, técnicamente inepta de resolver un crimen y ni que hablar de prevenirlo, de pistolitas de agua.

Se ha pasado de una represión salvaje a su contraparte a una aceptación del saqueo como medio de expresión de una manga de subnormales, drogados y envalentonados por consignas de estilo nazi. Entonces, como la policía no existe, un juez sale por las suyas desde un Poder Judicial descalabrado que se trata de sintonizar con los gustos de la mayoría de turno y que al ver que hay oportunidad de demostrar que existe, de repente, de la insoportable nadedad sale a procesar sin más datos que una filmación, con dos años de prisión a uno que rompió una vidriera porque esa venganza desmedida es la que el juez cree que cierto público quiere.

¿Por qué no fusila también? O lo tortura, para que confiese quiénes eran sus cómplices. Mete la figura de sedición, que es un disparate, cuando bastaba con otras más sencillas como "daños", porque en el fondo, los jueces y policías del Estado descalabrado e inoperante pasan de la ausencia a la brutalidad sin término medio, porque la sociedad toda está a la deriva al no haber parámetros claros para nada, en un Estado que no sabe a dónde va, qué fines son los adecuados para construir un país que deja pasar trenes, que balbucea reformas tontas e infantiles que sólo marean a los que las intentan aplicar y de las que únicamente resultan más costos y aportes para el contribuyente. Están mareados, no estaban hechos para gobernar sino que su función era la de ser los contras de siempre y, trepados al poder, éste les queda grande, inmensamente grande y, al pretender manejarlo como a un club de fútbol, lo llevan a estos descalabros y disparates.

Junto con el desaforado que hoy se trata de ejecutar con un castigo totalmente desmedido y exagerado, deberían ser procesados por omisión todos los cargos del Ministerio del Interior y de la Policía que dieron las señales para que esos hechos sucedieran; porque no cabe duda que hubo avisos de que había franquicias para hacer lo que hicieron, que había señales claras de que era "open season" para romper todo; y ahora se pretende calmar la furia de la gente -porque ven que políticamente el episodio les es desfavorable- con la ejecución de un cabecita de turco para contentar a la chillería de la derecha como -y curiosamente- es el mismo juez que trata de condenar a un viejo y deshilachado ex dictador para contentar a la chillería de la izquierda.

El Estado ni ahí. Está pintado, cada uno de nosotros está a lo que cada uno pueda conseguir o defender y vamos en este estilo de país que se está jugando en una mesa de café por un grupo de improvisados, a una disolución progresiva de los roles propios del mecanismo de contención que, se supone, el Estado debe ser a los excesos de los particulares, porque en su papel de cobrar impuestos razonables no lo cumple y pasa a ser cada vez más rapaz y desmedido; porque no brinda seguridad, alienta la inseguridad; porque no da justicia sino a golpe de balde, rompiendo siempre en todos los casos el hilo por el punto más débil; porque no es agente de regulación de nada; y porque, al fin y al cabo, sabemos ahora de forma bien clara que son los sindicatos del Estado los que más pesan en la ecuación fatal para que el país se precipite al vacío al no reformar nada más que la forma de decir: "¿Saben una cosa? No vamos a reformar nada".

Podría hacer una lista infinita de no sólo desaciertos del gobierno y de sus infinitos voceros muchas veces contradictorios, pero entre la lista de imbecilidades que estan en el tapete, las más graves son: una reforma impositiva que no grava a los ricos sino que saquea a la clase media o a lo que de ella va quedando; una reforma de la salud que sólo aspira a atacar, controlar y gravar a la salud privada, que es lo único que sirve en la materia frente a la total inexistencia de la salud pública; en militarizar al estilo cubano para una guerra que sólo existe en los delirios de los que proponen tamaña gilipollez; en un intento de cambiar la historia para hacer aparecer a un grupo de traidores como héroes de la resistencia; en tirar dineros de los que aportamos para que los sindicatos tengan parques de vacaciones mientras nosotros vamos a la Playa Ramírez; en dar dinero a los lumpen para que no trabajen y desparramen la basura por todos lados y... Corto acá, porque siendo viernes tengo que prepararme para el fin de semana y la verdad que no creo que sirva de nada, ya que la mayoría de la población es totalmente cómplice del desastre, porque quien más, quien menos, todos quisieran ser monopólicos, inamovibles e inspectores de rentas o esposas de jerarcas para tener auto oficial que te pase a buscar, para que vayas a la feria.

Nos vemos la semana que viene.

Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com

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