Vidalín Superstar
Vidalín Superstar
Esto no iba a ser la nota editorial; en realidad estaba trabajando una nota sobre hechos del pasado, enganchado por una discusión pública que todos vimos, leímos o escuchamos, pero el tema empezó a hacerme daño. "Un tema desagradable" era el título de la nota que, de tan desagradable, según me escribiera mi compadre y artillero de cola, Daniel Muñoz, el sólo hecho de escribirlo era como sumergirse, agrego yo, en un baño de kaka, como dice Leticia con esa manía de los chateros de usar la k en lugar de la c.
Está escrito ese maldito borrador, no lo voy a publicar, al menos por esta vez, ya que hacía tiempo no sentía esa sensación de asco, como cuando uno escribe de hechos que no agregan nada a la felicidad de la República y que sólo traen más daño al ya hecho por todas las partes, en un largo y desgraciado proceso que empezara hace treinta años, que mal se tapara y se metiera debajo de la alfombra hace 20 y que apesta el aire y nos hace infelices y no nos deja pensar en el futuro de nuestros hijos, como me dijera Maxi, al que el tema le importa tanto como el de la culpabilidad de Tutankamon en el homicidio de su tía o el de la culpa y posible castigo de Constantino XVIII que perdiera Contantinopla para la cristiandad, de puro imbécil. Nada es lo que importa al futuro de ellos, por lo que al tacho de las malas pesadillas va.
Las notas de mis amigos al respecto de un editorial descartado, por respeto a ellos y a los que les disgustara, tampoco van a ir para que ese tema maldito que tanto tiempo nos hace perder, no hagan enganchar a otros en una discusión interminable. Todo ha quedado dentro del círculo interno de Equinox como una catarsis mía en un viernes 13 en que -no creo en brujas, pero que las hay...- las cosas han salido complicadas y será evitado al resto de los lectores, porque de repente he encontrado un tema que sí aporta algo realmente a la felicidad de esta República que tanto necesita de buenas noticias y tan poco necesita de rencores, odios y malos momentos.
Casi me hacen entrar al tema que muchos quieren poner en tapete para esconder lo que no hacen por el futuro, pero no lo lograron. Los que tengan cuentas a cobrar, pagar, saldar, que se las arreglen entre ellos ya que son una minoría en esta Nación hastiada de ver cómo el futuro pasa de largo mientras se discuten cosas que sólo frenan el crecimiento y que es como rascarse una herida para gozar con el dolor.
Vidalín, Intendente de Durazno por gracia de sus electores y para felicidad de esta generación de hijos nuestros y de los habitantes de esa ciudad que lo van a votar y revotar mientras siga haciendo las cosas bien como sólo las puede hacer una persona jovial, dinámica e ingeniosa como él, ha armado a puro pedal -sin apoyo más que de la gente de su comarca y sin subsidios ni ventajas del Estado que todo hace para que el país no crezca, más por incapacidad natural que por maldad- se ha mandado otra vez la patriada del Pilsen Rock que con o sin Pilsen es una movida, un producto cultural que divierte a una generación que es la que importa y da muy buen dinero a los habitantes y comerciantes de esa ciudad que es lo que necesitan y no las pavadas y planes grandiosos que nunca se cumplen de gobiernos alelados por la realidad, enajenados por sus luchas internas y por temas como el que descarté, que no hacen nada más que flotar hacia el Mar de la Nadedad mientras Carmelo Vidalín, otra vez más hace cosas tangibles que dan de comer y que se pueden tocar y que no sólo existen en la imaginación de una burocracia ineficaz y rapaz, esa que no hace más que preocuparse por sí misma y de cosas que no nos dan dinero ni nos quitan gastos y, lo que es aún peor, no nos divierten ni entretienen porque son temas para una élite de papafritas teóricos que viven en su campana de cristal.
"Vidalín Vidalita" escribía el año pasado sobre este mismo evento que afortunadamente se repite y que debería ser el modelo para intendencias faltas de recursos económicos o para el país todo que para inventar es nulo de solemnidad y que en lugar de gemir por la falta de petróleo que nunca vamos a tener o de inversores que no vendrán nunca a menos que se desmantele la máquina de matar al contribuyente que todos los partidos políticos dicen que es nefasta pero que ninguno toca, porque haciéndolo, sus SS se amotinan; digo, en lugar de escribir en el agua, se pueden hacer -porque están al alcance de cualquiera que como Vidalín tenga imaginación y ganas- miles de eventos culturales en lugar de bocharlos y tapar a impuestos a grupos internacionales que nos dejan de lado, porque tenemos unos ivas que volvemos impagables, abusivos y una mecánica de espantar inversores nacionales y extranjeros que hace que nadie o casi nadie venga a estos lados.
Ese, este Intendente, con mayuscula, es el ejemplo de una persona efectiva; hay que apoyarlo, y no es un tema partidario. Es por sentido comen, produce plata de la nada y hace feliz a mucha gente, la que vaa hacer en pais del futuro.
Por eso, el ejemplo de este hombre no debe ser minimizado, ninguneado ni mal visto por una sociedad vieja y represiva que ve con temor y disgusto cómo los jóvenes se divierten y viven a su modo y estilo; jóvenes que luego de serlo no lo serán más, pero que pasada esa etapa crecerán, de ser posible, en un país que no será éste de odios y malos recuerdos y que lo harán al ritmo de rockanroll y a todo trapo, tirando al tacho de la basura un pasado penoso. Para ellos, el país que importa es ese de Durazno, el que Vidalín hace posible recorriendo las rutas en motoneta y haciendo de anfitrión sin la solemnidad que adquieren los personajes sin imaginación cuando llegan al carguito que les ha tocado y se vuelven serios, adustos y negativos de la realidad, monjes grises de mal aliento, los Blue Manies de Yellow Submarine que, a la larga, una vez que las sociedades crecen, son arrastrados por el viento que se lleva toda la mugre hacia el País del Olvido.
Esto que pasa este fin de semana en Durazno con o sin lluvia, con o sin control del Ogro Filantrópico que, al revés del Rey Midas, todo lo que toca lo convierte en mierda, es lo que vale la pena; lo otro es tema para dejar de ser tema de una buena vez.
Por eso, con Vidalín Superstar, let's rock all together again and again.
See you later alligator!
Félix
felixobes@gmail.com
P.S. La nota del año pasado va a continuación para no tener que repetir conceptos en ésta.
Esto no iba a ser la nota editorial; en realidad estaba trabajando una nota sobre hechos del pasado, enganchado por una discusión pública que todos vimos, leímos o escuchamos, pero el tema empezó a hacerme daño. "Un tema desagradable" era el título de la nota que, de tan desagradable, según me escribiera mi compadre y artillero de cola, Daniel Muñoz, el sólo hecho de escribirlo era como sumergirse, agrego yo, en un baño de kaka, como dice Leticia con esa manía de los chateros de usar la k en lugar de la c.
Está escrito ese maldito borrador, no lo voy a publicar, al menos por esta vez, ya que hacía tiempo no sentía esa sensación de asco, como cuando uno escribe de hechos que no agregan nada a la felicidad de la República y que sólo traen más daño al ya hecho por todas las partes, en un largo y desgraciado proceso que empezara hace treinta años, que mal se tapara y se metiera debajo de la alfombra hace 20 y que apesta el aire y nos hace infelices y no nos deja pensar en el futuro de nuestros hijos, como me dijera Maxi, al que el tema le importa tanto como el de la culpabilidad de Tutankamon en el homicidio de su tía o el de la culpa y posible castigo de Constantino XVIII que perdiera Contantinopla para la cristiandad, de puro imbécil. Nada es lo que importa al futuro de ellos, por lo que al tacho de las malas pesadillas va.
Las notas de mis amigos al respecto de un editorial descartado, por respeto a ellos y a los que les disgustara, tampoco van a ir para que ese tema maldito que tanto tiempo nos hace perder, no hagan enganchar a otros en una discusión interminable. Todo ha quedado dentro del círculo interno de Equinox como una catarsis mía en un viernes 13 en que -no creo en brujas, pero que las hay...- las cosas han salido complicadas y será evitado al resto de los lectores, porque de repente he encontrado un tema que sí aporta algo realmente a la felicidad de esta República que tanto necesita de buenas noticias y tan poco necesita de rencores, odios y malos momentos.
Casi me hacen entrar al tema que muchos quieren poner en tapete para esconder lo que no hacen por el futuro, pero no lo lograron. Los que tengan cuentas a cobrar, pagar, saldar, que se las arreglen entre ellos ya que son una minoría en esta Nación hastiada de ver cómo el futuro pasa de largo mientras se discuten cosas que sólo frenan el crecimiento y que es como rascarse una herida para gozar con el dolor.
Vidalín, Intendente de Durazno por gracia de sus electores y para felicidad de esta generación de hijos nuestros y de los habitantes de esa ciudad que lo van a votar y revotar mientras siga haciendo las cosas bien como sólo las puede hacer una persona jovial, dinámica e ingeniosa como él, ha armado a puro pedal -sin apoyo más que de la gente de su comarca y sin subsidios ni ventajas del Estado que todo hace para que el país no crezca, más por incapacidad natural que por maldad- se ha mandado otra vez la patriada del Pilsen Rock que con o sin Pilsen es una movida, un producto cultural que divierte a una generación que es la que importa y da muy buen dinero a los habitantes y comerciantes de esa ciudad que es lo que necesitan y no las pavadas y planes grandiosos que nunca se cumplen de gobiernos alelados por la realidad, enajenados por sus luchas internas y por temas como el que descarté, que no hacen nada más que flotar hacia el Mar de la Nadedad mientras Carmelo Vidalín, otra vez más hace cosas tangibles que dan de comer y que se pueden tocar y que no sólo existen en la imaginación de una burocracia ineficaz y rapaz, esa que no hace más que preocuparse por sí misma y de cosas que no nos dan dinero ni nos quitan gastos y, lo que es aún peor, no nos divierten ni entretienen porque son temas para una élite de papafritas teóricos que viven en su campana de cristal.
"Vidalín Vidalita" escribía el año pasado sobre este mismo evento que afortunadamente se repite y que debería ser el modelo para intendencias faltas de recursos económicos o para el país todo que para inventar es nulo de solemnidad y que en lugar de gemir por la falta de petróleo que nunca vamos a tener o de inversores que no vendrán nunca a menos que se desmantele la máquina de matar al contribuyente que todos los partidos políticos dicen que es nefasta pero que ninguno toca, porque haciéndolo, sus SS se amotinan; digo, en lugar de escribir en el agua, se pueden hacer -porque están al alcance de cualquiera que como Vidalín tenga imaginación y ganas- miles de eventos culturales en lugar de bocharlos y tapar a impuestos a grupos internacionales que nos dejan de lado, porque tenemos unos ivas que volvemos impagables, abusivos y una mecánica de espantar inversores nacionales y extranjeros que hace que nadie o casi nadie venga a estos lados.
Ese, este Intendente, con mayuscula, es el ejemplo de una persona efectiva; hay que apoyarlo, y no es un tema partidario. Es por sentido comen, produce plata de la nada y hace feliz a mucha gente, la que vaa hacer en pais del futuro.
Por eso, el ejemplo de este hombre no debe ser minimizado, ninguneado ni mal visto por una sociedad vieja y represiva que ve con temor y disgusto cómo los jóvenes se divierten y viven a su modo y estilo; jóvenes que luego de serlo no lo serán más, pero que pasada esa etapa crecerán, de ser posible, en un país que no será éste de odios y malos recuerdos y que lo harán al ritmo de rockanroll y a todo trapo, tirando al tacho de la basura un pasado penoso. Para ellos, el país que importa es ese de Durazno, el que Vidalín hace posible recorriendo las rutas en motoneta y haciendo de anfitrión sin la solemnidad que adquieren los personajes sin imaginación cuando llegan al carguito que les ha tocado y se vuelven serios, adustos y negativos de la realidad, monjes grises de mal aliento, los Blue Manies de Yellow Submarine que, a la larga, una vez que las sociedades crecen, son arrastrados por el viento que se lleva toda la mugre hacia el País del Olvido.
Esto que pasa este fin de semana en Durazno con o sin lluvia, con o sin control del Ogro Filantrópico que, al revés del Rey Midas, todo lo que toca lo convierte en mierda, es lo que vale la pena; lo otro es tema para dejar de ser tema de una buena vez.
Por eso, con Vidalín Superstar, let's rock all together again and again.
See you later alligator!
Félix
felixobes@gmail.com
P.S. La nota del año pasado va a continuación para no tener que repetir conceptos en ésta.
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