ANTEL, descomunicando a Uruguay
ANTEL, descomunicando a Uruguay
El jueves 15, en la seguidilla de "Crónicas Uruguayas de Muertes Anunciadas", el mastodonte ANTEL, monopolio infame y vergüenza de esta República, al someter a sus habitantes a un cerco impidiéndoles la libre comunicación a costos modernos con el mundo, SE CAYÓ por culpa propia al no estar ni remotamente a la altura de una tarea que le queda grande. Se CAYÓ, desaparecieron las comunicaciones de nada menos que ZONAMÉRICA, donde call centers internacionales de compañías aéreas NO PUEDEN ESTAR UN SEGUNDO FUERA DE LÍNEA pues manejan tráfico aéreo. Se cayó y las emergencias móviles quedaron incomunicadas. SE CAYÓ PORQUE EN URUGUAY HAY UN RECONTRA MONOPOLIO y al no haber alternativas, al no tener ANTEL capacidad técnica ni financiera para tener un PLAN B, se cae y cuando eso sucede, se cae el Uruguay.
¿Qué más decir para que hasta el último recalcitrante ingenuo o gilipollas -me gusta este españolismo- se dé cuenta que esta situación es insostenible? ¿Qué más podemos escribir con Maggi, Saavedra y todos los que hemos escrito sobre esta infamia que hace que sea más caro llamar de Montevideo a Tupambae que de Montevideo a Tanganika? Nada, porque como estamos escribiendo en la nota editorial sobre el papelón que mantienen en Maldonado el Ministro del Interior -con el aval del Presidente de la República que no le sugiere seppuku- el Intendente de ese departamento y la Jefa de Policía, que para única defensa dice patéticamente que no la quieren porque es mujer. Acá las cosas pasan porque hay una degradación mental e intelectual que afecta a todo el país y que hace que una persona no sólo no vea las causas que las motivan sino que, aún viéndolas, en su lumpenidad intelectual las niega.
ANTEL es una compañía lamentable que, porque vivimos en un país sin conciencia, tiene el monopolio de las telecomunicaciones; es una más de las torres de basura que se caen como se cae UTE que no puede generar la energía que el país pide; como OSE nos da AGUA NEGRA y la cobra como Agua Salus; como ANCAP juega a la caña de azúcar mientras nos roba con el costo de los combustibles y llena de plomo las aguas de la República. No es ANTEL mejorable ni lo son las otras. Son, per se, incapaces de hacer lo que deben hacer. Por eso es imperativo que caigan, desaparezcan, que sus empleados -del primero al último- sean jubilados mientras haya algo de dinero y que los capaces sean absorbidos por las empresas privadas que lleguen a tapar ese agujero negro. El Estado uruguayo NUNCA MÁS DEBERÁ GERENCIAR UNA EMPRESA, pero sí cumplir el papel de CONTROL que hoy no hace.
¿Qué más decir para que hasta el último recalcitrante ingenuo o gilipollas -me gusta este españolismo- se dé cuenta que esta situación es insostenible? ¿Qué más podemos escribir con Maggi, Saavedra y todos los que hemos escrito sobre esta infamia que hace que sea más caro llamar de Montevideo a Tupambae que de Montevideo a Tanganika? Nada, porque como estamos escribiendo en la nota editorial sobre el papelón que mantienen en Maldonado el Ministro del Interior -con el aval del Presidente de la República que no le sugiere seppuku- el Intendente de ese departamento y la Jefa de Policía, que para única defensa dice patéticamente que no la quieren porque es mujer. Acá las cosas pasan porque hay una degradación mental e intelectual que afecta a todo el país y que hace que una persona no sólo no vea las causas que las motivan sino que, aún viéndolas, en su lumpenidad intelectual las niega.
ANTEL es una compañía lamentable que, porque vivimos en un país sin conciencia, tiene el monopolio de las telecomunicaciones; es una más de las torres de basura que se caen como se cae UTE que no puede generar la energía que el país pide; como OSE nos da AGUA NEGRA y la cobra como Agua Salus; como ANCAP juega a la caña de azúcar mientras nos roba con el costo de los combustibles y llena de plomo las aguas de la República. No es ANTEL mejorable ni lo son las otras. Son, per se, incapaces de hacer lo que deben hacer. Por eso es imperativo que caigan, desaparezcan, que sus empleados -del primero al último- sean jubilados mientras haya algo de dinero y que los capaces sean absorbidos por las empresas privadas que lleguen a tapar ese agujero negro. El Estado uruguayo NUNCA MÁS DEBERÁ GERENCIAR UNA EMPRESA, pero sí cumplir el papel de CONTROL que hoy no hace.
Es imperativo que propiciemos un cambio de fondo a esta situación y el camino debiera iniciarse presentando un proyecto de ley para derogar el monopolio de todos estos entes, el cual se sometería al Parlamento y a la opinión pública. Posteriormente, ya derogados los monopolios, llamar a licitación pública internacional garantizando controles anticorrupción, el fomento y defensa de la libre competencia y asegurar que varias compañías presten el mismo servicio, simultáneamente, ofreciendo a los usuarios tecnología de punta.
ANTEL es una porquería, ayer lo demostró. Debe ser declarada incapaz de su tarea y demolida para dar lugar a la apertura del mundo exterior a este guetto en que vivimos, guetto cercado por el monopolio de las telecomunicaciones.
¡Es indignante! Toda la plana mayor de ANTEL, si tuviera un mínimo de dignidad, debería estar renunciando hoy pero en este país no hay dignidad porque no es serio y por eso tenemos a ANTEL. Punto.
Hasta la semana próxima.
Félix Obes Fleurquin
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