Uruguay, un país con el síndrome de Estocolmo
Uruguay, un país con el síndrome de Estocolmo
UN PAÍS RAPTADO
"El Síndrome de Estocolmo es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.
El síndrome ha sido llamado de este modo desde el robo del banco Kreditbanken en Norrmalms (Estocolmo), Suecia, que transcurrió desde el 23 al 28 de agosto de 1973. En este caso, las víctimas -tres mujeres y un hombre- defendieron a sus captores incluso después de terminado su secuestro, que duró seis días. Mostraron también una conducta reticente ante los procedimientos legales. Se dice incluso que una de las mujeres secuestrada se habría comprometido con uno de los captores.
El término fue acuñado por el criminólogo y psicólogo Nils Bejerot, colaborador de la policía durante el robo, al referirse al síndrome en una emisión de noticias. Fue entonces adoptado por muchos psicólogos en todo el mundo."
Así está definido en Wikipedia el síndrome que sufre la inmensa mayoría de la población en este país raptado y secuestrado por los sindicatos de los entes públicos que, atrincherados en los monopolios y ministerios, hacen de la población un escudo humano que los protege de las fuerzas del sentido común y de la realidad que tratan de perforar ese bloqueo, diciendo y probando hechos que el resto del mundo acepta como verdades.
Carlos Maggi, en su nota, define a Uruguay como un país que está en vías del subdesarrollo. Un país que ha dejado de crecer y que cae hacia un futuro nada promisorio debido al peso del Estado, a la incompetencia natural de unas empresas públicas que son una contradicción en sí mismas y cuya natural inoperancia, como entes comerciales competitivos, está agravada por el hecho de que al ser monopolios cobran lo que quieren en función de sus necesidades; como un parásito que se come lentamente al cuerpo en que está alojado y provoca en el huésped una suma creciente de daños que provocarán su muerte... y la del parásito.
Esto está aún más acentuado por el curioso hecho de que la inmensa mayoría de la población cautiva de estos entes, monopolios y sindicatos los defiende sin admitir que son el PODER REAL del país, dejando a los poderes tradicionales, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, un papel periférico menor, que sólo permite que estos hagan cosas intrascendentes y nimias pero que de ninguna manera afectan al poder real que maneja al país. Con apoyo consciente o inconsciente de una población raptada por años de mentiras y trampas entre las cuales destaco la de que las empresas del estado son una burla de mal gusto ya que -si uno analiza esto se cae de maduro- estas empresas funcionan mal, dan pésimos servicios (lean a Maggi) y sólo recaudan en función de sus necesidades internas.
Y están enfermas, se caen, la sangre que chupan al desafortunado huésped ya no da para que vivan lujosamente en torres estúpidas ni en parques de vacaciones indignos a los que la población raptada no accede, ya que son para esa clase dirigente. Esa oligarquía, la verdadera oligarquía de Uruguay, que pasa ahí sus veranos mientras nosotros nos quedamos mirando de afuera o tenemos que matarnos trabajando para pagar impuestos y, con lo que sobra, ir un par de días a una playa cercana.
La población, en su mayoría por lo que yo he podido ver en estos años, trata de negar esta realidad como los troyanos que tenían a su Némesis delante en un Caballo de Troya y en lugar de quemarlo con los griegos dentro -que todos tenían que saber que entraban a matarlos- derribaron sus murallas contra todos los avisos sensatos que indicaban que aquello era una trampa. La población raptada, secuestrada por los entes que le cobran cada día más y más, por un Estado que ha inventado nada menos que un IMPUESTO A LO QUE RESTA DE LA CLASE MEDIA y lo ha disfrazado de impuesto a la riqueza, que el día que se aplique caerá como una guillotina sobre las cabezas de los asalariados no sobre la de los ricos, asiste a esto como en estado de zombie; no atina a protegerse ni a rebelarse, porque sufre del síndrome de Estocolmo.
Y es por eso que nuestra tarea, nuestra obligación como escribidores que somos, leídos por muchas personas como tú, con mayor o menor grado de aceptación, es denunciar esto una y otra vez, una y mil veces para intentar con la percusión, con la repetición de estas alertas, que la gente se sacuda de encima esa sensación de falsa seguridad que le da colaborar con sus raptores y actúe en contra de ellos a favor de la realidad y del sentido común, que son las fuerzas que tenemos que usar para de una vez por todas hacer un gran país, un país rico, un país que sea un ejemplo para el mundo, un país sin monopolios, sin impuestos absurdos, sin captores atrincherados en sus fortalezas estatales, sin vecinos que nos desprecian y abrirnos al mundo haciendo de este territorio rico en tierras, puertos, aguas y gente, un gran puerto libre desde Artigas hasta Cabo Polonio.
Para eso debemos aceptar que estamos raptados, que hemos sufrido una alucinación que nos ha hecho creer que nuestros captores -los que nos sacan lo que producimos- son personas y entidades a las que, en contra de nuestros intereses particulares y en contra del interés de la república, deben ser defendidas por nosotros.
Debemos dejar de ser su escudo humano contra la realidad.
Hasta la próxima semana.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
Un país en vías de subdesarrollo
Dr. Carlos Maggi
URUGUAY TIENE UN PACTO SOCIAL INFAME
En los países que no pueden emerger hay siempre un pacto social infame: los habitantes están de acuerdo en defender a los empleados públicos que roban su sueldo. La inmoralidad que caracteriza el subdesarrollo, es pues, un hecho administrativo delictuoso que todos conocen y todos toleran.
Pero ese concierto antijurídico no es la única mentira que el tercer mundo le impone a sus habitantes. A partir de la primera complicidad compartida, empieza una reacción en cadena que en el Uruguay llega a extremos grotescos.
EL ESTADO RECAUDA Y NO BRINDA SERVICIOS O LO HACE MAL
El Estado recauda más y más y más para satisfacer al coro creciente de sus empleados; y ofrece cada vez peores servicios.
El Estado conchaba el triple del personal que necesita y le paga muy poco, a cambio de dos ventajitas: 1) los funcionarios son inamovibles de hecho o de derecho; y 2) nadie controla seriamente el trabajo que realizan, ni el horario, ni mucho menos la falta de dedicación o los méritos.
El desprecio es el signo de la burocracia; un desprecio de ida y vuelta: yo te desprecio, tú me desprecias, nosotros nos despreciamos. En las oficinas del Estado se practica la transparencia: los empleados y los contribuyentes se miran unos a otros y ninguno ve a un semejante. El otro es siempre nadie; o peor: es nada.
EN EL URUGUAY PAGAMOS TODO AL MENOS DOS VECES
Los ciudadanos que pagan tributos solventan con su dinero la policía, los hospitales, la educación; pero ni la seguridad, ni la salud, ni la enseñanza que ofrece el Estado es verdadera. Quienes tienen recursos suficientes, lo saben y pagan por segunda vez una verdadera empresa de vigilancia, una mutualista, un colegio privado. Y quienes no tienen recursos para pagar dos veces, también lo saben pero se resignan, piensan que es su destino vivir mal.
En el caso uruguayo, la burocracia que paraliza todo lo que toca se completa con un segundo estamento de funcionarios que anida más arriba, en los entes autónomos. Cada ente es un centro de poder, comercial o industrial, cuyos productos resultan más caros y de peor calidad que los importados, pero cuya compra es obligatoria. Todo monopolio es obligatorio para el comprador, que vive cautivo.
LOS LUJOS IMPÚDICOS DE LOS ENTES
Los entes uruguayos se muestran jarifos, ostentan impúdicamente sus lujos. Los entes son potentes, hacen lo que quieren y cobran lo que quieren, de acuerdo a su voracidad corporativa; y tienen a su alcance tareas tan desorbitadas como modificar la Constitución o no cumplir las leyes vigentes.
OSE impuso un texto cocoliche que fue insertado en la Carta Magna y puede imponer aumentos en el precio del agua que alcancen al 1400 %.
UTE puede borrar la libre competencia para la generación de electricidad (establecida por ley) hasta dejarnos sin electricidad; mientras aumenta el precio 21.6% en 11 meses.
ANCAP bloqueó cualquier actividad tendiente a la producción de sucedáneos del petróleo, mientras imponía (impone) la compra de los combustibles más caros del continente.
ANTEL puede estrangular las comunicaciones y cobrar 18 veces el precio internacional de sus servicios.
EL COSTO-PAÍS ENARDECIDO POR LAS EMPRESAS PÚBLICAS, LIQUIDA LA COMPETITIVIDAD DEL URUGUAY
Por si fuera poco, las grandes empresas del Estado, que en sus balances parecen capaces de generar mucha riqueza, trabajan a pérdida. La simulación contable es algo tan viejo que ya no se discute. Los entes tienen edificios fastuosos y centenares de gerentes prepotentes y sin embargo…
UTE, CUANTO MÁS VENDE, MÁS PIERDE
El año pasado, "el consumo" de electricidad le provocó un gasto imprevisto (casi nada): 387 millones de dólares que se fueron para no volver. El ideal de UTE sería dejar de vender. Si UTE cerrara, su personal estaría completamente seguro y seguiría muy bien remunerado. El caso del Banco Hipotecario lo demuestra: desde que cerró y no presta ningún servicio a la comunidad, le va cada vez mejor. En los primeros once meses del año 2006, el BHU acumuló utilidades por 101 millones de dólares; y sus 400 gerentes estuvieron completamente remunerados y seguros. (Cada uno de ellos gana más que el Ministro de Hacienda, según dijo Astori).
También UTE puede dar cuantiosas "utilidades" (si no se toma en cuenta que usa SIN COSTO, un juego de represas cuya construcción le costó a todos los uruguayos unos 2.000 millones de dólares). Esa misma trampa explica que el Banco Hipotecario, en bancarrota, dé cuantiosas utilidades (si no se toma en cuenta que usa SIN COSTO, los 2.000 millones de dólares que recibió de todos los uruguayos, entre el 2002 y el 2006, un dato oficial).
ANTEL DESESPERADA
ANTEL (que no hace mucho levantaba torres y montones) hace ahora planteos desesperados para no aportar sus "utilidades" a Rentas Generales. ANTEL, la opulenta, se siente desnutrida. Sus "utilidades de utilería" son utilidades… si no se toma en cuenta que usa, SIN COSTO, las máquinas e instalaciones que recibió de todos los uruguayos más el monopolio (un valor fenomenal) que le permite expoliar a sus clientes (que son todos los uruguayos, casualmente, los dueños de la empresa).
Pienso en la bullanga creada en torno a los piratas (inversores) que venían a robarnos el botín más preciado: nuestras queridas, invalorables empresas públicas. Sobre este sentir cursi y esta ideología centenaria, se inició la lluvia de referendos que hizo creer en un interés nacional, lo que era engañifa para favorecer el sueldo y la inamovilidad de los funcionarios de los entes autónomos.
Ningún país del mundo conserva la economía en manos de burócratas, salvo Cuba; y así le va. Aunque las últimas noticias que llegan de La Habana indican que la nueva Cuba va a dejarnos a su izquierda, en la medida que siga los pasos inteligentes de China continental.
REFERENDUMS A FAVOR DE LA CLASE SINDICAL
Durante más de diez años discutimos cada referéndum sin hablar del interés directo y personal de los funcionarios que se oponen a todo, porque no les conviene ser vigilados en el cumplimiento de su deber. El poder gremial superó, en cada caso, el poder de las autoridades partidarias o constitucionales. El silencio en cuanto a este desbarajuste, mide el grado del subdesarrollo (de hipocresía ambiente). Sólo la fuerza puede explicar que UTE, ANCAP y ANTEL tiren para atrás en materia tecnológica, que empantanen el país en un barro africano y… y que a nadie (ni al gobierno ni a la oposición) le parezca mal. Contra los funcionarios nadie la talla.
EL EJEMPLO DE LA CRISIS ENERGÉTICA ROMPE LOS OJOS
En ese tema se ejerce el complejo de inferioridad como si fuera una virtud. Se sabe que una central nuclear ofrece electricidad limpia y barata, por muchos años, pero el Uruguay no se anima ni a pensarlo. Nadie argumenta en contra de la mejor solución, pero las respuestas son evasivas; vamos a ver y después veremos. Mientras tanto, no tenemos electricidad y tampoco tenemos un plan para tenerla. La intención es dejar todo como está; tirar la pelota afuera y ganar tiempo. ¡Cómo si fuéramos uno a cero! Pero estamos perdiendo y detrás de la horrible derrota de no tener electricidad, trasluce UTE, festejando.
URUGUAY FUE
Uruguay fue un país emergente al iniciarse el siglo pasado, fue realizador. Pero desde hace años, es un "país en vías de subdesarrollo". Las corporaciones son miedosas y las corporaciones importan más que el Uruguay. Nadie deja de ser responsable de esta catástrofe.
UN PAÍS RAPTADO
"El Síndrome de Estocolmo es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.
El síndrome ha sido llamado de este modo desde el robo del banco Kreditbanken en Norrmalms (Estocolmo), Suecia, que transcurrió desde el 23 al 28 de agosto de 1973. En este caso, las víctimas -tres mujeres y un hombre- defendieron a sus captores incluso después de terminado su secuestro, que duró seis días. Mostraron también una conducta reticente ante los procedimientos legales. Se dice incluso que una de las mujeres secuestrada se habría comprometido con uno de los captores.
El término fue acuñado por el criminólogo y psicólogo Nils Bejerot, colaborador de la policía durante el robo, al referirse al síndrome en una emisión de noticias. Fue entonces adoptado por muchos psicólogos en todo el mundo."
Así está definido en Wikipedia el síndrome que sufre la inmensa mayoría de la población en este país raptado y secuestrado por los sindicatos de los entes públicos que, atrincherados en los monopolios y ministerios, hacen de la población un escudo humano que los protege de las fuerzas del sentido común y de la realidad que tratan de perforar ese bloqueo, diciendo y probando hechos que el resto del mundo acepta como verdades.
Carlos Maggi, en su nota, define a Uruguay como un país que está en vías del subdesarrollo. Un país que ha dejado de crecer y que cae hacia un futuro nada promisorio debido al peso del Estado, a la incompetencia natural de unas empresas públicas que son una contradicción en sí mismas y cuya natural inoperancia, como entes comerciales competitivos, está agravada por el hecho de que al ser monopolios cobran lo que quieren en función de sus necesidades; como un parásito que se come lentamente al cuerpo en que está alojado y provoca en el huésped una suma creciente de daños que provocarán su muerte... y la del parásito.
Esto está aún más acentuado por el curioso hecho de que la inmensa mayoría de la población cautiva de estos entes, monopolios y sindicatos los defiende sin admitir que son el PODER REAL del país, dejando a los poderes tradicionales, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, un papel periférico menor, que sólo permite que estos hagan cosas intrascendentes y nimias pero que de ninguna manera afectan al poder real que maneja al país. Con apoyo consciente o inconsciente de una población raptada por años de mentiras y trampas entre las cuales destaco la de que las empresas del estado son una burla de mal gusto ya que -si uno analiza esto se cae de maduro- estas empresas funcionan mal, dan pésimos servicios (lean a Maggi) y sólo recaudan en función de sus necesidades internas.
Y están enfermas, se caen, la sangre que chupan al desafortunado huésped ya no da para que vivan lujosamente en torres estúpidas ni en parques de vacaciones indignos a los que la población raptada no accede, ya que son para esa clase dirigente. Esa oligarquía, la verdadera oligarquía de Uruguay, que pasa ahí sus veranos mientras nosotros nos quedamos mirando de afuera o tenemos que matarnos trabajando para pagar impuestos y, con lo que sobra, ir un par de días a una playa cercana.
La población, en su mayoría por lo que yo he podido ver en estos años, trata de negar esta realidad como los troyanos que tenían a su Némesis delante en un Caballo de Troya y en lugar de quemarlo con los griegos dentro -que todos tenían que saber que entraban a matarlos- derribaron sus murallas contra todos los avisos sensatos que indicaban que aquello era una trampa. La población raptada, secuestrada por los entes que le cobran cada día más y más, por un Estado que ha inventado nada menos que un IMPUESTO A LO QUE RESTA DE LA CLASE MEDIA y lo ha disfrazado de impuesto a la riqueza, que el día que se aplique caerá como una guillotina sobre las cabezas de los asalariados no sobre la de los ricos, asiste a esto como en estado de zombie; no atina a protegerse ni a rebelarse, porque sufre del síndrome de Estocolmo.
Y es por eso que nuestra tarea, nuestra obligación como escribidores que somos, leídos por muchas personas como tú, con mayor o menor grado de aceptación, es denunciar esto una y otra vez, una y mil veces para intentar con la percusión, con la repetición de estas alertas, que la gente se sacuda de encima esa sensación de falsa seguridad que le da colaborar con sus raptores y actúe en contra de ellos a favor de la realidad y del sentido común, que son las fuerzas que tenemos que usar para de una vez por todas hacer un gran país, un país rico, un país que sea un ejemplo para el mundo, un país sin monopolios, sin impuestos absurdos, sin captores atrincherados en sus fortalezas estatales, sin vecinos que nos desprecian y abrirnos al mundo haciendo de este territorio rico en tierras, puertos, aguas y gente, un gran puerto libre desde Artigas hasta Cabo Polonio.
Para eso debemos aceptar que estamos raptados, que hemos sufrido una alucinación que nos ha hecho creer que nuestros captores -los que nos sacan lo que producimos- son personas y entidades a las que, en contra de nuestros intereses particulares y en contra del interés de la república, deben ser defendidas por nosotros.
Debemos dejar de ser su escudo humano contra la realidad.
Hasta la próxima semana.
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com
Un país en vías de subdesarrollo
Dr. Carlos Maggi
URUGUAY TIENE UN PACTO SOCIAL INFAME
En los países que no pueden emerger hay siempre un pacto social infame: los habitantes están de acuerdo en defender a los empleados públicos que roban su sueldo. La inmoralidad que caracteriza el subdesarrollo, es pues, un hecho administrativo delictuoso que todos conocen y todos toleran.
Pero ese concierto antijurídico no es la única mentira que el tercer mundo le impone a sus habitantes. A partir de la primera complicidad compartida, empieza una reacción en cadena que en el Uruguay llega a extremos grotescos.
EL ESTADO RECAUDA Y NO BRINDA SERVICIOS O LO HACE MAL
El Estado recauda más y más y más para satisfacer al coro creciente de sus empleados; y ofrece cada vez peores servicios.
El Estado conchaba el triple del personal que necesita y le paga muy poco, a cambio de dos ventajitas: 1) los funcionarios son inamovibles de hecho o de derecho; y 2) nadie controla seriamente el trabajo que realizan, ni el horario, ni mucho menos la falta de dedicación o los méritos.
El desprecio es el signo de la burocracia; un desprecio de ida y vuelta: yo te desprecio, tú me desprecias, nosotros nos despreciamos. En las oficinas del Estado se practica la transparencia: los empleados y los contribuyentes se miran unos a otros y ninguno ve a un semejante. El otro es siempre nadie; o peor: es nada.
EN EL URUGUAY PAGAMOS TODO AL MENOS DOS VECES
Los ciudadanos que pagan tributos solventan con su dinero la policía, los hospitales, la educación; pero ni la seguridad, ni la salud, ni la enseñanza que ofrece el Estado es verdadera. Quienes tienen recursos suficientes, lo saben y pagan por segunda vez una verdadera empresa de vigilancia, una mutualista, un colegio privado. Y quienes no tienen recursos para pagar dos veces, también lo saben pero se resignan, piensan que es su destino vivir mal.
En el caso uruguayo, la burocracia que paraliza todo lo que toca se completa con un segundo estamento de funcionarios que anida más arriba, en los entes autónomos. Cada ente es un centro de poder, comercial o industrial, cuyos productos resultan más caros y de peor calidad que los importados, pero cuya compra es obligatoria. Todo monopolio es obligatorio para el comprador, que vive cautivo.
LOS LUJOS IMPÚDICOS DE LOS ENTES
Los entes uruguayos se muestran jarifos, ostentan impúdicamente sus lujos. Los entes son potentes, hacen lo que quieren y cobran lo que quieren, de acuerdo a su voracidad corporativa; y tienen a su alcance tareas tan desorbitadas como modificar la Constitución o no cumplir las leyes vigentes.
OSE impuso un texto cocoliche que fue insertado en la Carta Magna y puede imponer aumentos en el precio del agua que alcancen al 1400 %.
UTE puede borrar la libre competencia para la generación de electricidad (establecida por ley) hasta dejarnos sin electricidad; mientras aumenta el precio 21.6% en 11 meses.
ANCAP bloqueó cualquier actividad tendiente a la producción de sucedáneos del petróleo, mientras imponía (impone) la compra de los combustibles más caros del continente.
ANTEL puede estrangular las comunicaciones y cobrar 18 veces el precio internacional de sus servicios.
EL COSTO-PAÍS ENARDECIDO POR LAS EMPRESAS PÚBLICAS, LIQUIDA LA COMPETITIVIDAD DEL URUGUAY
Por si fuera poco, las grandes empresas del Estado, que en sus balances parecen capaces de generar mucha riqueza, trabajan a pérdida. La simulación contable es algo tan viejo que ya no se discute. Los entes tienen edificios fastuosos y centenares de gerentes prepotentes y sin embargo…
UTE, CUANTO MÁS VENDE, MÁS PIERDE
El año pasado, "el consumo" de electricidad le provocó un gasto imprevisto (casi nada): 387 millones de dólares que se fueron para no volver. El ideal de UTE sería dejar de vender. Si UTE cerrara, su personal estaría completamente seguro y seguiría muy bien remunerado. El caso del Banco Hipotecario lo demuestra: desde que cerró y no presta ningún servicio a la comunidad, le va cada vez mejor. En los primeros once meses del año 2006, el BHU acumuló utilidades por 101 millones de dólares; y sus 400 gerentes estuvieron completamente remunerados y seguros. (Cada uno de ellos gana más que el Ministro de Hacienda, según dijo Astori).
También UTE puede dar cuantiosas "utilidades" (si no se toma en cuenta que usa SIN COSTO, un juego de represas cuya construcción le costó a todos los uruguayos unos 2.000 millones de dólares). Esa misma trampa explica que el Banco Hipotecario, en bancarrota, dé cuantiosas utilidades (si no se toma en cuenta que usa SIN COSTO, los 2.000 millones de dólares que recibió de todos los uruguayos, entre el 2002 y el 2006, un dato oficial).
ANTEL DESESPERADA
ANTEL (que no hace mucho levantaba torres y montones) hace ahora planteos desesperados para no aportar sus "utilidades" a Rentas Generales. ANTEL, la opulenta, se siente desnutrida. Sus "utilidades de utilería" son utilidades… si no se toma en cuenta que usa, SIN COSTO, las máquinas e instalaciones que recibió de todos los uruguayos más el monopolio (un valor fenomenal) que le permite expoliar a sus clientes (que son todos los uruguayos, casualmente, los dueños de la empresa).
Pienso en la bullanga creada en torno a los piratas (inversores) que venían a robarnos el botín más preciado: nuestras queridas, invalorables empresas públicas. Sobre este sentir cursi y esta ideología centenaria, se inició la lluvia de referendos que hizo creer en un interés nacional, lo que era engañifa para favorecer el sueldo y la inamovilidad de los funcionarios de los entes autónomos.
Ningún país del mundo conserva la economía en manos de burócratas, salvo Cuba; y así le va. Aunque las últimas noticias que llegan de La Habana indican que la nueva Cuba va a dejarnos a su izquierda, en la medida que siga los pasos inteligentes de China continental.
REFERENDUMS A FAVOR DE LA CLASE SINDICAL
Durante más de diez años discutimos cada referéndum sin hablar del interés directo y personal de los funcionarios que se oponen a todo, porque no les conviene ser vigilados en el cumplimiento de su deber. El poder gremial superó, en cada caso, el poder de las autoridades partidarias o constitucionales. El silencio en cuanto a este desbarajuste, mide el grado del subdesarrollo (de hipocresía ambiente). Sólo la fuerza puede explicar que UTE, ANCAP y ANTEL tiren para atrás en materia tecnológica, que empantanen el país en un barro africano y… y que a nadie (ni al gobierno ni a la oposición) le parezca mal. Contra los funcionarios nadie la talla.
EL EJEMPLO DE LA CRISIS ENERGÉTICA ROMPE LOS OJOS
En ese tema se ejerce el complejo de inferioridad como si fuera una virtud. Se sabe que una central nuclear ofrece electricidad limpia y barata, por muchos años, pero el Uruguay no se anima ni a pensarlo. Nadie argumenta en contra de la mejor solución, pero las respuestas son evasivas; vamos a ver y después veremos. Mientras tanto, no tenemos electricidad y tampoco tenemos un plan para tenerla. La intención es dejar todo como está; tirar la pelota afuera y ganar tiempo. ¡Cómo si fuéramos uno a cero! Pero estamos perdiendo y detrás de la horrible derrota de no tener electricidad, trasluce UTE, festejando.
URUGUAY FUE
Uruguay fue un país emergente al iniciarse el siglo pasado, fue realizador. Pero desde hace años, es un "país en vías de subdesarrollo". Las corporaciones son miedosas y las corporaciones importan más que el Uruguay. Nadie deja de ser responsable de esta catástrofe.
2 Comments:
At 3/12/2012 1:33 PM, Andrea said…
Existe algún lugar en éste país donde se pueda denunciar la incompetencia de los entes estatales??? Es algo INCREÍBLE!!!
At 3/12/2012 1:42 PM, Equinox Fin de Semana said…
No, por eso somos un pais de decima
Post a Comment
<< Home