La misteriosidad del vivero de Atlántida que cierra sólo los jueves* y los problemas que da Christine
La misteriosidad del vivero de Atlántida que cierra sólo los jueves* y los problemas que da Christine
Pasamos unos días -el trío Heavy de Daniel, Bruno y este escribidor arrítmico- en el balneario del título, la mitad de los días desangrados por los escuadrones de mosquitos y la otra mitad con frío, pero pasamos bárbaro; yo leyendo a mi recién descubierto Henning Mankell del cual Aufi quetodolosabe me habló maravillas durante años pero yo ni bola, hasta que se me murió Larson al tercer tomo de Millenium y Daniel con un Grisham de juicios y pleitos para no perder la mano en esos días de pascualinas, pizza a la piedra y chocolate que nos mandamos.
Y sí, frases cada vez más largas y me cacho en puntuación, en la academia y la madre que los parió a los académicos según dice siempre Pérez Reverte, que él mismo es académico pero desde dentro mete granadas de mano a las reglas y, por suerte, ya que el que no entiende el contenido está condenado a leer la guía telefónica en lituano, japonés y nigeriano el día que muera y vaya al infierno, sección de encuadraditos y preciosistas y rompebolas, por eso me gustó Stieg Larson que arrancaba con títulos tales como La chica que soñaba con un cerillo y un bidón de gasolina y otros más. De entrada, Larson me gustó de una y me enamoré también de una de Lisbeth Salander, la heredera de Monalissa Overdrive de un tal William Gibson que noventa y nueve de cada cien de uno de ustedes ni han oído nombrar y menos leído. Sorpréndanme y dígame alguien qué le pareció Neuromante.
Y sí, frases cada vez más largas y me cacho en puntuación, en la academia y la madre que los parió a los académicos según dice siempre Pérez Reverte, que él mismo es académico pero desde dentro mete granadas de mano a las reglas y, por suerte, ya que el que no entiende el contenido está condenado a leer la guía telefónica en lituano, japonés y nigeriano el día que muera y vaya al infierno, sección de encuadraditos y preciosistas y rompebolas, por eso me gustó Stieg Larson que arrancaba con títulos tales como La chica que soñaba con un cerillo y un bidón de gasolina y otros más. De entrada, Larson me gustó de una y me enamoré también de una de Lisbeth Salander, la heredera de Monalissa Overdrive de un tal William Gibson que noventa y nueve de cada cien de uno de ustedes ni han oído nombrar y menos leído. Sorpréndanme y dígame alguien qué le pareció Neuromante.
Me leí por tercera vez (yo con ciertos libros soy como algunos con la mayonesa, me lo trago hasta el empacho) La Sombra del Águila de Arturo; si me preguntan cuál, los puteo en arameo. Uno de los primeros, de los mejores, de los redonditos que tiene frases como (no cito literal sino de memoria porque el libro quedó en lo de Daniel) la que describe el cruce del Beresina: "No me mires con esa cara de no saber de qué va..." cuando el Capitán García queda herido, agarrado a las piernas del maricón que lo ama y lo defiende frente a la avalancha cosaca. Algo así como "y con dos cojones se fueron donde van los maricones de San Fernando que también son soldaditos valientes". ¡Adoro y envidio a Arturo! El día que yo escriba algo así de redondo, me apago y me meto en la cajita y no escribo más.
Pascuas con una pizza a la piedra que hizo Nacho Gutiérrez, que la parió, que era la madre de todas las pizzas. Pascua volviendo en un Copsa que parecía de Rodoviaria de Mozambique en día de fiesta con cortes de ruta de catorce tarados de mierda que quemaban ramas porque no sé ni me importa, mientras la Policía, que en Uruguay está pintada y es tan inexistente, miraba tomando mate y hablando con el celular con la patrona. Venían turistas argentinos en el bondi y me dijeron que ashá, ¿viste?, es cosa de todos los días. A Argentina ni de rey, te juro, antes a cualquier pueblito de Brasil que, pese al ritmo, es un país en serio.
Y lo del título, eso, un título, porque muchas veces, cuando escribo y a medida que envejezco, pongo el título antes que nada porque me gusta cómo suena y después escribo cualquier cosa. ¡Lo que es ser el dueño del semanario! ¿Viste, flaco?
Notas aparte, la picada en la chacra de Caro, asediados por los collies que le encontraban a Daniel olor a Bruno y no les gustaba el olor a perro compadrito como todo petiso; la cara de Caro llevándonos nafta cuando se nos quedó Christine**, el auto de Daniel (le puse ese nombre ese día, porque me odia) a 10 kilómetros del objetivo porque, de distraídos, nos olvidamos de ponerle y llega y yo le digo que el título de la película que está entrando en ese momento es: "Abbot & Costello take the road", lo que queda demostrado, si había dudas al quedarnos sin agua en el radiador a la vuelta. Una más: una reunión de película francesa el Viernes de Pascua, comiendo con amigos arroz con mejillones hechos por Alicia, la prima de Daniel. Una reunión en un jardín, otoño, mesa grande, charla larga, sólo en el cine de Francia se dan cuenta de la relevancia y pequeñez, al mismo tiempo, de perder el tiempo en un jardín con amigos, charlando y gente y gatos y perros dando vueltas en la escenografía.
Y lo del título, eso, un título, porque muchas veces, cuando escribo y a medida que envejezco, pongo el título antes que nada porque me gusta cómo suena y después escribo cualquier cosa. ¡Lo que es ser el dueño del semanario! ¿Viste, flaco?
Notas aparte, la picada en la chacra de Caro, asediados por los collies que le encontraban a Daniel olor a Bruno y no les gustaba el olor a perro compadrito como todo petiso; la cara de Caro llevándonos nafta cuando se nos quedó Christine**, el auto de Daniel (le puse ese nombre ese día, porque me odia) a 10 kilómetros del objetivo porque, de distraídos, nos olvidamos de ponerle y llega y yo le digo que el título de la película que está entrando en ese momento es: "Abbot & Costello take the road", lo que queda demostrado, si había dudas al quedarnos sin agua en el radiador a la vuelta. Una más: una reunión de película francesa el Viernes de Pascua, comiendo con amigos arroz con mejillones hechos por Alicia, la prima de Daniel. Una reunión en un jardín, otoño, mesa grande, charla larga, sólo en el cine de Francia se dan cuenta de la relevancia y pequeñez, al mismo tiempo, de perder el tiempo en un jardín con amigos, charlando y gente y gatos y perros dando vueltas en la escenografía.
Un abrazo a todos y trabajen mucho, gasten algo en Equinox, háganse socios, voten lo que se les cante o no voten, que también es un derecho natural y liberal y Be well, man, be well!
¡Ah! A mi mamá -sí, loco, mamá y no madre, así le decimos en casa- cumplió 91 ayer 9 de abril en plena lucidez y aburrimiento, según ella. Un beso.
¡Ah! A mi mamá -sí, loco, mamá y no madre, así le decimos en casa- cumplió 91 ayer 9 de abril en plena lucidez y aburrimiento, según ella. Un beso.
Seeyoulateralligator!
Bocha Obes Equinox Fleurquin
felix@equinoxuruguay.com
Bocha Obes Equinox Fleurquin
felix@equinoxuruguay.com
*Lo del título, ahora me acuerdo, fue buscando el jueves una planta de Dama de la Noche para el jardín de Carolina, de regalo de cumpleaños. No había, llevamos jazmines.
**Leete el de Stephen King.
**Leete el de Stephen King.
2 Comments:
At 4/21/2010 8:35 AM, Nicolas said…
Neuroamante, lo lei en el liceo y no entendi nada, pero igual me gusto. Mas tarde lo volvi a releer y me gusto mucho mas.
http://twitter.com/GREATDISMAL
At 4/21/2010 9:17 AM, Equinox Fin de Semana said…
Es medio viejo, mas tarde en <Monnalisa Overdrive, esta mas actualizado
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