Cosas lindas del verano y más...
Buen día, feliz año, acá estamos de nuevo después de unos días de descanso en la casa de Daniel Muñoz en Atlántida, en donde entre la cantidad de cosas que hicimos, descubrimos y redescubrimos, figuran algunas que remarco.
El "Cine Atlántida", el nuevo, reacondicionado por Raúl Gutiérrez y su familia y convertido en un moderno complejo de dos comodísimas salas con aire acondicionado, sonido Dolby y excelente proyección, donde todas las noches fuimos a darnos una panzada de películas de todo tipo, desde Los Abrazos Rotos a 2012, pasando por The Visitors (Visita Inesperada), ya que en este cine se hace un excelente mix de buen cine comercial, muy buen cine infantil para la tarde y cine independiente de primera, con lo que se cubren las expectativas de todos los gustos posibles que pueda tener el espectador. El Cine Atlántida renovado da también festivales ocasionalmente y esto no es todo, Raúl & Familia, no satisfechos de haber dado al turista y al residente permanente de la zona la posibilidad de ver TODAS las películas de estreno en Montevideo (están estrenando Avatar también), han abierto recientemente, de nuevo, un clásico de la zona de la costa de oro, el Cine de la Floresta.
Este cine, que mi madre recuerda de sus vacaciones de jovencita, está en un edificio clásico donde antes había un hotel hoy convertido en propiedad horizontal. El estilo del cine es de clásico "art decó" con vitrales y arañas, y ahora está hecho de nuevo totalmente de cero, con dos salas acondicionadas como el de Atlántida; así que en este verano, todos los que residen en la zona tienen dos salas que cambian de programa TODOS los días y que permanecerán abiertas, aún fuera de temporada. En La Floresta se está planificando además un festival de cine uruguayo; un imperdible de este verano, que recomiendo.
Lo de Grace Posta en Neptunia, Canelones, Uruguay con Daniel Muñoz, Mariana y Nicolás
Otra de la zona (vean la foto) es "Lo de Grace", un maravilloso lugar en Neptunia en la desembocadura del arroyo, frente a la barra, que parece sacado de una novela de Jorge Amado, acantilado sobre el arroyo. Los barcos de pesca, ahí debajo, los pescadores tirando la red más allá. El lugar de Grace, una casita decorada con libros, cuadros, elementos de cocina, fotos, murales pintados y las mesas en el salón, mirando el mar o las de afuera en una terraza rústica para comer un filete de pescado a la plancha de novela; o lisa al horno o escabeches, o decenas de platos de pescado y verdura. Pero, además, de la atención personal de Grace, que dejó todas sus antiguas actividades de catering y enseñanza para irse a ese rincón donde cada medio día o tardecita se llena de gourmets de todo el mundo -se promociona mucho boca a boca entre extranjeros- es el lugar en sí mismo, ir a cenar temprano o almorzar tarde mirando la puesta de sol, es el mejor regalo que uno se puede hacer en este verano.
Atlantida es mi justa medida para veranear, mar, agua salada, gente normal, no el cardumen de freaks que está mas al este haciendo jeta y dejandose robar para estar en un lugar que le sirve mucho al pais por sus entradas turisticas pero que como uruguayo soporto fuera de temporada antes que la oleada de snobs arruinen el paisaje. En Atlantida hay gente normal, de la de a pie, de la que va descansar, hay movimiento, servicios, buenos restaurantes, ahora buen cine, todo lo que uno necesita y espacio para salir a caminar y correr-despacito- de nuevo aunque a velocidad de 121 en subida pero peor estar sentado me dijera Daniel, y tiene razón el verano es para ir despacio y suavemente y no dejarse calentar con la falta de noticias, que eso es bueno en este pais inventado al borde del mar.
Fuimos a La Floresta, estaba igual que hace 40 años, lo cual NO es un merito, menos mal que ahora tiene cine en serio.
Fuimos a La Floresta, estaba igual que hace 40 años, lo cual NO es un merito, menos mal que ahora tiene cine en serio.
Tengo una nota en que digo, por segunda vez que el Plan Cardales es una mierda, pero va cuando este de mal humor, y con ganas de molestar, por ahora verano en Montevideo, rambla, bicicleta y Paz Hermanos.
Hasta la semana que viene, un abrazo
Bocha
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