Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Saturday, October 17, 2009

¡Chan charachanchán!


¡Chan charachanchán!

Me había propuesto esta semana no tocar directamente el tema electoral porque realmente estoy muy molesto por el tono de la campaña, el nivel general de participación y mi capacidad de escuchar estupideces -y esta vez no hablo de los candidatos sino de los electores- se ha visto superada; por eso, para no mandarme una nota de esas que no le hace bien a nadie empezando a mí mismo, dejo de lado y archivo "De la natural estupidez..." que más que una nota parecía un mantra para rabiar contra cosas que en definitiva no puedo hacer nada por corregir, de ahí venía el título. Punto.

Y hago magia casera y de ahí el nuevo título y saco otro asunto de la galera. En un día casi perfecto -y hoy con sol casi lo era a no ser por el viento- saqué del hangar la venerable bicicleta que tengo, reciclada a nueva este año hasta con pintura roja y me largo a la Rambla, munido de todos los cachivaches que cargo en la mochila y que parece el bolso de mi Tía Coca la de Pando, por no tener fondo aparente y encontrar cada día objetos perdidos de todo tipo; e inauguro oficialmente la temporada 2010 de Rambla y más Rambla, que es lo que más me gusta de vivir en esta ciudad con mar. Deslomado por la inauguración y la subida de Boulevard Artigas, llego al Club y aterrizo en el fondo, donde despliego la parafernalia de rutina: libros, diarios, semanarios, Coca Zero, radio, laptop, MP3 y por las dudas, siempre, un par de frutas frescas.

Ahí se me arrima de charla un buen tipo de los que nunca nos damos charla y me comenta que me vio agonizando en la subida y de ahí la conversación salta a otros temas, entre ellos que iba a ir a ver una función de ópera vía remota en el Solís, con pantalla gigante desde el Metropolitan de Nueva York. Le digo que en realidad nunca vi una ópera en vivo, salvo una versión de Carmen hace muchos años en compañía de mi madre, en la que no me hice el harakiri porque, previendo el embole, había llevado en el ese entonces inseparable walkman Sony -¿se acuerdan de ellos?- y que en razón de eso, curiosamente no sé si la ópera me gusta o no.

Lo de curioso es porque, en mi familia, por el lado de mi madre hemos tenido una relación íntima con la ópera; abuelo Fleurquin la inaugura desfilando con el grado de coronel por la calle Sarandí al frente de su Batallón Soriano en el año 1904, después que el gobierno derrotara la revuelta de Aparicio. Tengo una foto por ahí de Federico Fleurquin de casi 30 años, la edad de Maxi hoy, de uniforme de gala y a caballo, blanco, pasando gallardamente en el desfile, frente al Club Uruguay y en contramano, ya que los desfiles arrancaban en el puerto; y me contó abuelo que la música del desfile, en su pasada, era la Marcha Triunfal de Aída. Uno.

Pocos años después, el país en calma, abuelo, joven diputado, sale de viaje con varios amigos al que debería haber sido el viaje de su vida, a París. Cuando el barco llega a Río, hacen escala, pasan unos días y sacan entradas para ir a la ópera, en donde dan... Aída. Dos.

En la misma, la soprano -que se llama Anita Bartollini- y el joven Federico se conocen. Abuelo me contó que la atomizó a rosas rojas por varios días hasta que ella accede a conocerlo. Se enamoran; abuelo decide cancelar el viaje a París para escándalo de sus amigos que siguen viaje y se la trae a Montevideo junto a mi Tía Clara, que viajaba con ella -deducen que Anita estaba casada en Italia, ¿correcto?- y para escándalo de la sociedad de entonces, viven sin casarse; es decir, en republicano y liberal concubinato, hasta que Anita consigue el divorcio o algún juez los casa por civil -en casa de los Obes y los Fleurquin nunca hubo un cura que entrara bienvenido- y asunto terminado, Fleurquin se queda con la italiana y sin París, a donde nunca fue y nace mi madre y varios tíos más. Entre tanto, abuela canta ópera en Montevideo. Tres.

Me olvidé mencionar lo que dijo mi abuelo a mamá cuando ella volvió de París en el '66: Me hubiera gustado ir, Elvirita, pero conocí a tu madre y creí que valía la pena volver a casa.

Mi madre, siguiendo la estela de la suya, durante su juventud, también canta ópera y participa en algunas puestas en escena, con lo cual sigue el tema presente en la familia. Cuatro.

Muchos años después, abuelo ascendido a general junto con el último de los Saravia vivos por ser los últimos coroneles supervivientes de la guerra, recibe el Bastón de General de manos del Coronel Seregni -sí, el mismo- que para ese entonces era amigo de mi padre; y abuela, en su escritorio, el de abuelo, que en ese año vivíamos juntos en el Edificio del Indio en Villa Biarritz, esa noche le canta bajito y a capella, sentados juntos, ante la mirada curiosa de mi hermano Daniel, que no se debe acordar porque era muy chico, una parte de Aída. Cinco.

Abuelo muere a sus 90 años y Anita lo sobrevive unos 10 años más o menos y en casa se sigue escuchando su voz mientras cocinaba, tarareando Verdi, siempre Verdi, porque en casa la ópera era Verdi, como para mí son los Rolling, para ellos era Verdi. Seis.

En los 70, de viaje por Italia, llego a Verona con la madre de Maxi y saco entradas para ver Aída en las Arenas, el teatro romano de esa ciudad. Estamos con unos amigos que desde hace mucho no lo son más, si es que lo fueron alguna vez y ellos se niegan a ir y yo meto la pata y no voy a un espectáculo que mis padres habían visto el año anterior y que se montaba a lo grande con elefantes, soldados y todo; nada que ver con puestas en escena de tipo Macondo en Montevideo y pierdo la oportunidad de saber si realmente la ópera me gusta.

Le cuento esto al buen tipo y no me entiende nada de nada, por lo que sádicamente paso a hablar pestes de su candidato y de su partido, poniéndome en esa posición robesperiana o quizás más al estilo Saint Just, que me sale de los cojones cuando me los toquetean y el pobre tipo se revuelve incómodo porque no sabe si pegarme -es difícil, soy grande- o irse, por lo que yo me voy y me quedo con la duda de si la ópera me gusta o no, ya que del ballet sé que lo detesto porque viendo a Nureyev me levanté y me fui con mi viejo en Londres a tomar whisky al pub de la esquina. Ivonne lo sabe, no es mentira.

Y así es, charachachán, diría el Joker en Batman la última -Dark Knight, la mejor- en su magnífico acto de magia donde mata a un mafioso metiéndole un lápiz en la oreja. Quedo a los 63 jóvenes añitos aún sin saber si la ópera me gusta, aunque supongo que debería gustarme. La buena noticia es que aún -y me doy cuenta mientras escribo esto- tengo mucho que hacer y poco tiempo, como diría el Joker de Jack Nicholson en la versión de Batman también, que vi con Maxi cuando él tenía 8 años. Necesitaria 200 años, por lo menos, para hacer todo lo que tengo pendiente, así que haré lo que pueda lo más rápido posible.

Ayer leí de un imbécil en FaceBook la siguiente frase, que me confirmó la natural estupidez de las masas: "Estoy aburrido". Y la verdad es que nunca tuve tiempo para aburrirme, cada día me trae más preguntas y más desafíos y apenas me da el tiempo para aprender los miles de cosas nuevas que aparecen, por lo que no entiendo el concepto "aburrirse" y lo considero de -¡ay, ay, ay, se me va la lengua!- rematadamente estúpidos. Punto.

Hoy, por eso, fue un día casi perfecto, para serlo del todo no debería haber vientito uruguayo. Pasé com Maia la mañana viendo "Barbie y las tres mosqueteras" y comiendo pop salado; la tarde al sol. De noche con Maxi, Den y Mia, cenando en La Pasiva panchos con maravillosa y misteriosa mostaza y ahora escuchando ASPEN FM en Internet, mientras pienso en el buen tipo al que torturé de tarde.

Nos vemos después de las elecciones, voten bien en la segunda vuelta, en la que deberemos decidir una forma de vida, más que un gobierno.

Hasta la semana que viene.
Félix Obes Fleurquin

3 Comments:

  • At 10/20/2009 7:20 AM, Anonymous Anonymous said…

    Solo para una critica constructiva....en el post anterior pusiste un monton de enlaces a videos sobre excelentes juegos de los 80s / 90s...muy bueno pero te olvidaste que el 99% de los uruguayos tenemos gracias al monopolio estatal unas pedorras conexiones de adsl / 3g....desde ese entonces el blog demora eones en cargarse.

     
  • At 10/24/2009 3:37 AM, Anonymous Anonymous said…

    http://www.pilarrahola.com/3_0/ARTICULOS/default.cfm?SUBFAM=8&ID=1752

     
  • At 10/24/2009 3:37 AM, Anonymous Anonymous said…

    EL ENLACE ANTERIOR NO ES SPAM...HABLA DEL PROXIMO PRESIDENTE DE URUGUAY

     

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