Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Saturday, September 26, 2009

Wilson una y otra vez, como el mar en furia que rompe las rocas de la muralla

"Wilson fue el precio del '84, el que pagó las cuentas que había que pagar por los cómplices del Golpe y por segunda vez se le robó su posibilidad de haber gobernado este país pequeño de alma que sacrifica a sus héroes para tener un rato más de comodidad. Y Wilson lo asumió y dando el único gesto de dignidad de un país oprimido al llegar con cuatro o cinco amigos en el barquito de La Carrera, fue preso en nombre de cada uruguayo digno.

Y ese señor, de los pocos que se pusieron enfrente de la dictadura desde el día 1 -la mayoria de los integrantes del gobierno de hoy, fueron cómplices morales del Golpe ya que esperaban un golpe de izquierda que les sirviera y fueron víctimas de su Frankenstein- es el tipo de persona que falta hoy en Uruguay, este Uruguay gobernado por un señor de verba fácil al que se le oponen con matices otros señores que no han aprendido nada o muy poco de Wilson; es el que necesitaríamos para enfrentar la guerra que se nos viene y en la que sólo un hombre con pasta de héroe sabría sobrellevar."

Son frases que escribí y sobre las que reescribo cada tanto, más en momentos en que La República está al borde de caer en el peor lapsus de su historia. Es probable que, por el decaimiento intelectual y moral de la sociedad, su lumpenización, su aceptación de la corrupción como un elemento común de la vida cotidiana, su aceptación de un candidato que ha dado un golpe de estado en el Frente Amplio y lo ha convertido en herramienta para una toma de poder al estilo nazi, tengamos que enfrentarnos a las horas más oscuras de la república.

La República está en peligro y, de ganar las elecciones el FA en manos de Mujica y su banda, entraremos en una etapa de la que no sabemos nada, a la que nos está llevando la inconsciencia suicida de quienes votarán a este fascista, porque no pueden votar a lo que para ellos es un intragable personaje de la derecha y es comprensible, desde la mecánica de estas personas. Pero, con esto, por el rechazo epidérmico a una persona que detestan, le darán el voto a un anormal que no tiene ni siquiera control de sus esfínteres cerebrales y que es capaz, como todo tupamaro, viejo o joven, vivo o muerto, de hacer cualquier cosa para llegar al poder y, en él, hacer cualquier cosa que se le antoje, como dice cualquier cosa que se le ocurre.

Estamos entrando en una etapa en que muchos uruguayos, al darle el voto a un tipo equivocado que es rechazado hasta por Tabaré Vázquez, cometerán -a sabiendas o sin saberlo- un suicidio en masa, una hecatombe de sus ideales y nos darán una etapa de la que no sabemos si saldremos vivos como república democrática, ya que NO creo que Mujica y su banda tengan la más mínima idea de lo que significa, salvo que es algo que debe ser eliminado o retaceado por ser burgués y decadente. Nos odian y nos desprecian porque ellos creen tener la verdad. Son nazis, son soviéticos, son intolerantes y, además, la mayoría de ellos están en una etapa senil que muestran en sus actos erráticos y en sus disparatadas afirmaciones.

Están mal de la cabeza porque, para empezar, para haber sido o ser tupa hay que estar totalmente rayado, loco y enfermo, es una patología como lo es ser de las Juventudes Hitlerianas, de la KGB o de las SS y, además de eso, lo están doblemente por la vida que han llevado, los odios que han cultivado y la edad que tienen. Son un grupo de dementes seniles y con instintos criminales. ¿A esa gente le van a dar el voto los frentistas que creen en la democracia, porque no bancan al Cuqui o a Pedro que, con sus defectos, son previsibles en que PARA EMPEZAR LA REPÚBLICA NO DEJARÁ DE SERLO y NO será una FALSA DEMOCRACIA AL ESTILO VENEZUELA, CUBA O BOLIVIA, ya eso es más que suficiente para que yo los vote, porque no me suicido ni doy un voto para que mañana una policía al estilo nazi me saque de mi casa encapuchado.

En este momento de desconcierto, recuerdo con alegría el día que conocí a Wilson en Buenos Aires y me di cuenta que una utopía era posible. Por traiciones y cobardías de los que entregaron a Wilson y una salida honrosa de la dictadura, eso no fue. Hoy, en que estamos al borde de un colapso como país, como en aquella película "Gary Cooper que estás en los cielos" en que el personaje, en total soledad recurría a sus héroes; yo hago lo mismo porque, quizás, haya margen para que en estas semanas que quedan, del fondo del alma, la gente saque coraje para votar, aún con reluctancia y por descarte, a quienes no conviertan este país en un Gulag, en un páramo como Argentina donde una mafia -que apoya a estos mafiosos que se perfilan acá- se ha robado un país, así como no quiere la cosa.

Como dice el amigo Alfonso, este fue el sermón de la semana.

Un gran abrazo.



Félix Obes Fleurquin

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