Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Saturday, November 08, 2008

Del teletipo al gmail




A mi padre, el primer "Bocha" Obes



Del teletipo al gmail

Escuchando jazz de Oscar Petterson, su favorito
Hoy quiero dedicar este espacio, que gracias a ustedes me permite seguir con mi adicción a escribir, a un hombre sencillo y honesto. Un hombre que estaría contento de ver que, además de dedicarme a vender algún cartucho de tinta y un programa de esa entelequia llamada "software", que él apenas atisbó -en esta tiendita que es Equinox-, además digo, ver que dedico horas y días a seleccionar para ustedes las cosas que me gustan, las que no, las que detesto, las que amo intensamente. Ver que he creado, humildemente y con la perseverancia que aprendí de él, una corriente de ideas a la que se suma tanta gente a la que admiro por aguantar mis opiniones y comentarios.

Este hombre de risa fácil, generoso hasta la ingenuidad, que inventaba negocios y cosas nuevas que muchas veces eran aprovechadas por otros porque no patentaba nada, al que hoy quiero honrar con estas pocas líneas que escribo en un acto de amor, era mi padre.

Se llamaba Félix, como yo y no era ni fue famoso, ni va a figurar en ninguna lista de prohombres, como les pasará a los padres de muchos de ustedes. Pero este hombre me enseñó a leer, a escuchar música, a tener una fe inquebrantable en la familia y a trabajar duro para que los sueños, si no se cumplen, al menos tengan esa inconmensurable capacidad de ser dentro nuestro, de pintar de colores la vida y las ganas de trenzar firmemente los valores como haciendo un mástil y enarbolarlos siempre, para recordarnos que un sueño es una meta pura.

Me enseñó a ser como soy y a decir lo que pienso; a ser honesto intelectualmente y defender, como sea, las ideas. No es poco; a él se lo debo todo.

Él odiaba -y odio yo- eso de llamarlo "viejo". Nació en Durazno y su padre, Héctor, se jugó hasta la camiseta apostando a las carreras de Maroñas a través del telégrafo del Ferrocarril, que en esa época era la Internet de hoy. Papá me decía sonriendo que de ahí debía venir nuestra dedicación a las telecomunicaciones, ya que siendo él gerente de Reuter, inventó con tres mangos lo que fue luego la red télex de este país y que UTE, por aquellos años (UTE era en esa época energía y comunicaciones) no dejó que fuera una empresa privada la que comunicara al país que, hasta ese momento, usaba el código Morse y metió su mano para evitar que eso sucediera. Pero como la idea era imparable -el teletipo era en el resto del mundo la revolución que hacía que la gente se comunicara- la empresa de mi padre arrancó y, llamada Servicios Teletipo, obligó al Estado durante veinte años a soportarla al precio de no dejarle tender líneas propias, sino usar las de UTE, luego ANTEL.

Hasta se llegó al caso de que ANTEL trató de liquidar a la empresa de mi padre, creando ellos un servicio propio, con máquinas propias, que le fueron vendidas por Siemens en los '80, luego de haberse amigado al directorio de Antel. Pero como la incapacidad de todos y cada uno de los que integraban (e integran hoy) los cargos superiores de ese mamarracho de estructura era parte de su naturaleza, los abonados al servicio télex ignoraron ese competidor estatal que cobraba la mitad pero que tardaba un mes en dar servicio... y sobrevivimos. Ahora entienden cuando critico a ANTEL, ¿no? Es lo mismo que era.

Quiero hacer con esto un homenaje a cada padre anónimo; ese que no va a ser nada más que un héroe cotidiano; ese que va ser recordado apenas por su estirpe, olvidable quizás para los libros, permanente y peleando el recuerdo para los hijos, que de ellos salimos y llevamos la dignidad como bandera. Y, porque escribiendo de todo y sobre todo, quiero que él reciba, esta noche, mi pequeño homenaje.

A todos los que han hecho de su vida una esperanza, a todos los que nos han enseñado cómo sobrevivir, a esas manos que en sueños sentimos sobre nuestros hombros en los días difíciles, a esas sonrisas, a esas cosas que uno atesora, a todo eso dedico, cándidamente y con cariño, todo lo que puedo darles a ustedes para que se entretengan, se informen y se calienten cada semana.

La historia de cada familia, desde los que tienen un kiosco a un carrito, es la historia de la sociedad; Pérez, Pirulo, como se llamen los que estaban antes de nosotros, son los que nos han permitido ser lo que somos. No se necesita que papi haya salido en sociales, sino que haya estado cuando tenía que estar.

A mi padre, que estaría maravillado con Facebook, Google, Gmail, Google Earth, esas maravillas que son tan comunes hoy, ni que hablar de los celulares, de los iPod, en fin, de cosas de todos los días que para la generación que estaba antes que nosotros serían tan raras como eran para nosotros de chicos el reloj TV de Dick Tracy que ya existe, la Internet, esa galaxia infinita que navegamos las 24 horas y que en la época aquella de las máquinas télex, era impensable.

Hasta la semana que viene y gracias por dejarme compartir este lapsus. Era una cuenta pendiente.

Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmail.com

2 Comments:

  • At 2/04/2014 3:01 AM, Anonymous Raúl Danseaux said…

    Te saludo, Bocha, Y admiré a tu Padre, lo conocí muy bien, siendo gerente de Comtelburo, (Reuter después) y junto a sus socios Seregni, Roletti, en Servicios Teletipo SRL, donde yo entré como aprendiz siendo su primer empleado con 19 años. Viví, junto a él la inauguración del Telex Internacional y el progreso de las telecomunicaciones hasta hoy (claro que no imaginábamos la tecnología de hoy, que podemos aprovechar al máximo) y que es nuestra vida. Claro que lo recuerdo con mucho cariño, un verdadero precursor como tu bien relatas. Recibe el saludo cordial para ti y tu familia de Raúl Danseaux. telea@movinet.com.uy

     
  • At 2/06/2014 9:12 PM, Blogger Equinox Fin de Semana said…

    Muchas gracias estimado, yo heredé esa lucha contra Antel, que si fuera por ellos, seguiamos en codigo Morse, y si fuera por ellos, no habia internet, deci que la competencia y la tecnologia harán que un dia, ese monopolio que nunca deberia haber existido y que es una traba para el pais, dejará de existir e implosionará por su propio peso, asi le pasó a Pluna, asi les pasa a los engaños de esas llamadas empresas del estado, que no son mas que maquinarias para joder al contribuyente, por ejemplo, la telefonia urbana deberia ser tarifa plana, pero no, la siguen cobrando mientras desaparece y la celular crece, con paciencia veremos caer ese mamarracho, ya le partimos la cabeza una vez, se la partiremos de nuevo, es un hecho, abrazo Bocha

     

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