LA GUERRA (DEL GOBIERNO DE) ARGENTINA CONTRA URUGUAY
LA GUERRA (DEL GOBIERNO DE) ARGENTINA CONTRA URUGUAY
Manifestación ecologista charrúa en el Arroyo de las Vacas
Yo creo que Argentina y Uruguay están en conflicto desde que Bruno Mauricio de Zabala fundó Montevideo, ya que compiten por un mismo interland y están destinados a oponerse. No es nada raro que inversiones imprescindibles para que Uruguay se convierta en un país moderno y de lo que Carlos Maggi llama Hernandarias 2, el segundo paso luego de ser una pradera despoblada a ser una pradera llena de vacas, a ser un país forestado, que pase de su 3 ó 4% de territorio forestado a un 50% para salir de la dependencia de la pradera, economía esteparia digna de mogoles pero no apta para dar trabajo y riqueza a una nación moderna.
Pero el gobierno de Argentina, por razones internas además, nos ha agarrado de cartón ligador.
Por supuesto que esto, al argentino medio, culto e informado, lo tiene sin cuidado; el argentino gusta de Uruguay, se siente cómodo y vendrá o no de turista si hay buen clima o si los precios son convenientes, si se lo trata bien, si no se le roba, si no abusa de él y si cada vez damos más excelencia por lo que paga. Lo otro le importa un pito y a los que les importa, a los que se dejan manipular, esos no serán ni fueron nunca turistas y ni pinchan ni cortan en esto. En cuanto a eso de que cerrarían los pasos de frontera, es una bravata, no se animan, como no se animaron en la epoca de Perón; y que nos tranquen el comercio, ya lo hacen desde siempre... y no nos afecta más que lo que nos afecta hoy, caso de las bicicletas, por dar un ejemplo.
Ya pasó la época heroica del gauchaje corriendo vacas por la pradera, ahora hay que dejar de depender exclusivamente de eso y hacer una segunda revolución, la que afortunadamente se ha convertido en una "Política de Estado", que está siendo defendida por este gobierno como lo fue por los gobiernos anteriores, pese a los titubeos del actual Ministro de RREE y al Embajador en Buenos Aires, que depende de éste, pero eso no significa que haya vuelta atrás.
Como no hay vuelta atrás con la progresiva forestación del país, ni habrá vuelta atrás con la instalación de madereras que, a diferencia de lo que han hecho en Argentina en el Río Paraná, éstas tendrán la última tecnología y serán controladas por el Estado, por los organismos de control del medio ambiente y por quien las quiera controlar. Uruguay no es un país corrupto al grado de Argentina y las cosas se van a hacer mucho mejor, porque en esta etapa de forestación e industrializacion del país, se nos va la vida.
Las papeleras han llegado para quedarse y vendran más. Es un hecho consumado.
Entiendo a los preocupados por el medio ambiente, pero no hay que caer en el ridículo de pensar que el medio no debe modificarse, ya que desde el comienzo de los tiempos cada especie lo hace, mal o bien pero lo hace y el asunto es minimizar el impacto, controlarlo para que este proceso de industrialización se pueda hacer, porque se debe hacer. Carlos Maggi compara este proceso con la llegada de Hernandarias y sus vacas, las que convirtieron praderas inútiles en estancias y que dieron sentido a la fundación de Montevideo para defender esa riqueza que, codiciada por portugueses y porteños, diera sentido a su vez al nacimiento de una nación ganadera. Hay que seguir adelante, no podemos depender de que el ánimo de los compradores de carne haga vacilar al país entre periodos de bonanza o de miseria, tenemos que traer acá a quienes se instalen y den trabajo y exportaciones.
Me imagino a Hernandarias o a Alvar Núñez desembarcando sus vacas en el arroyo del mismo nombre, siendo recibidos por los indios con pancartas ecologistas de "Fuera de nuestra pradera, defendamos a las mulitas y ñandúes". Muy fuerte. De mulitas y ñandues vivían 1000 y pico de indios, de vacas hemos vivido más de tres millones de uruguayos; de la madera y de los productos industriales y de la riqueza que esto genere, podemos dejar de ser los sempiternos 3 millones para tener 10 ó más millones de uruguayos poblando este teritorio potencialemente rico.
¿Argentina nos amenaza? Pues bien, habrá que enfrentar eso con firmeza e inteligencia, pero sin abdicar de nuestro futuro por un potencial miedo a que entorpezcan el turismo o el comercio. Ya lo han hecho, lo están haciendo, lo han hecho siempre y siempre lo harán, a menos que generemos riqueza que podamos vender a todo el planeta y no depender de vecinos que, por lógica razón, prefieren vernos débiles para su propia conveniencia. La firmeza que el gobierno y la ciudadania demuestre en este episodio será un mensaje claro para Kirchner y su pandilla.
No quiero ser catastrofista, pero hay un estado de guerra económica entre Argentina y Uruguay y el gobierno así lo admite luego del primer "flirt" fracasado con Kirchner y Lula, que más allá de bla, bla, bla, nada nos darán y todo tratarán de quitarnos, porque así ha sido siempre. La entrevista al Vice Ministro de Medio Ambiente que sigue a la nota de Carlos Maggi así lo aclara y es bueno que se aclare que esta guerra, para ir cerca, para no hablar de más lejos, tiene uno de sus hitos en la aftosa que todos sabemos fue fomentada por Argentina, en el mejor caso por el descuido que ese país ha demostrado por su control sanitario y ambiental. Es así y no da para discutir.
Este gobierno, que tendrá sus peros y sus macanas como todos, ha sido históricamente, al menos en tiempos cercanos, el que ha enfrentado a este enemigo natural en lo económico que Uruguay tiene, muy probablemente porque está contra la pared y sabe que no hay otra alternativa. No sirve a los intereses argentinos que Uruguay se despegue de la región, que Uruguay no sea tan dependiente y harán todo lo posible para impedir nuestro desarrollo. Creo que es la primera vez que las cosas están tan claras y que un gobierno las dice abiertamente. Sería bueno que, al menos en este tema, todas las fuerzas políticas, en lugar de criticar porque el gobierno dijo o no dijo, lo apoyaran en forma expresa; que el Parlamento en pleno declarara que las plantas se van a hacer y que se harán más y más plantas.
Los detalles de qué controlar y cómo, son detalles que se habrán de hacer pero no debemos caer en el miedo a enfrentar un ataque directo a la soberanía de la Nación y al futuro de las generaciones que vienen. Estamos en guerra y no soy yo el que lo digo, son miembros del gobierno electo por la ciudadanía. Punto.
Saludos,
Félix Obes Fleurquin
felixobes@gmailcom
Escribe Carlos Maggi
HECHO HISTÓRICO
¿QUERÉS VER LA REVOLUCIÓN PRODUCTIVA? FIJATE EN LOS ÁRBOLES; VAN A DUPLICAR NUESTRA PRODUCCIÓN AGRARIA
Forestación: Hernandarias 2
UN EJEMPLO MEMORABLE
Primera experiencia en la aplicación de una política de Estado mantenida fielmente durante veinte años.
Dice la historia que, siendo muy jovencito, el paraguayo Hernando Arias de Saavedra, fundó sin querer, la primer opulencia uruguaya. Trajo de su país parejas de vacunos y yeguarizos y las soltó en la campiña de Buenos Aires. Eran los tiempos de Juan de Garay (fines del siglo XVI) y la tropilla inicial, encantada al ver la inmensidad de nuestra gramilla, se reprodujo tanto que sus descendientes cruzaron por el Salto Grande a la Banda Oriental y desde entonces hasta la fecha, los orientales y los hijos de los orientales vivimos de los hijos de los hijos de esos bichos. El Uruguay fue pues, un lugar ganadero inventado por Hernandarias y mal que bien, durante cuatrocientos años, siempre se salvó carneando. Conjugo en pasado (se salvó) porque a partir del mes pasado, después de 400 años de cuerear y cuerear, se produjo la primera mutación: el reino animal del Uruguay quedó tal cual estaba, en plena producción, batiendo récords de exportación, pero nuestra principal fuente de riqueza pasó al reino vegetal.
Un hombre que sabe, el ingeniero Oscar Costa, Presidente de la Sociedad de Productores Forestales, dijo en febrero de este año:
"El 2004 fue el año que marcó un hito. A partir de ahora se inicia un período muy rico para el sector. Las forestaciones ya hechas están maduras y comienzan a fructificar. Y hay dos proyectos de plantas procesadoras de celulosa previstas en el Río Negro; y hay proyectos industriales con maderas sólidas. Para el 2010 el sector estará entre los primeros rubros de nuestra economía." (El País, 6/2/05)
Otro hombre que sabe, el ingeniero Alberto Rodríguez, gerente general de "Grupo Forestal", hizo notar:
"El 70% de la superficie del país está destinado a la ganadería tradicional y eso genera productos primarios por unos 700 millones de dólares al año. En el sector forestal, con el 4% del territorio nacional plantado, se producirá mucho más." (El Observador, 29/9/05)
El ingeniero Fernando Mattos, Presidente de la Asociación Rural del Uruguay, dijo hace pocas semanas, al cierre de la centésima edición de la ExpoPrado, año 2005:
"Muy posiblemente en poco tiempo, la forestación será el segundo renglón exportable con más de 700 millones de dólares de exportación por año."
Después de esas declaraciones notables, se supo que las empresas productoras de celulosa dispuestas a instalarse en el Uruguay no eran dos, ("Botnia" de Finlandia, inversión mil millones; y "Ence" de España, 700 millones) sino tres. La empresa sueco-finlandesa "Stora Enso", la mayor productora de papel y cartones del mundo, va a comprar 100.000 hectáreas de campo en el centro del país (ya empezó a comprar) y proyecta construir una planta de celulosa sobre el Río Negro, de dimensiones similares a la de Botnia, cerca de Fray Bentos (otros mil millones de inversión). En un reportaje inmediato a esta noticia (29/9/05), Emiliano Cotelo, en radio El Espectador, interroga al ingeniero Oscar Costa sobre la tercera empresa inversionista y el ingeniero dice:
"'Stora Enso' trae tecnología, capacidad de gestión y capacidad de management, que nos van a hacer bien a todos; son contagiosas. Un país forestal, en la medida que va madurando, entra por lógica, en la generación de productos de la madera, llámense de primera, segunda o tercera transformación: aserrado, bobinado, fabricación de productos terminados (papel, muebles y otros) que también tienen una demanda muy importante. Pero para eso los países deben recorrer una historia forestal; deben producir madera adecuada, con los diámetros y las dimensiones necesarias; cosas que el Uruguay, sin duda alguna, va a tener. La tecnología que iremos incorporando, los conocimientos que vamos a adquirir nos van a llevar a ser: un 'país forestal'. Ya estamos entrando en eso; y, tiempo al tiempo, trabajaremos en celulosa, en papel y en madera sólida. Algo de eso ya está sucediendo. Recién estamos completando el primer paso, un pasito de 15 años, un lapso breve durante el cual hemos innovado de tal manera, que es bien posible que el sector sea el número uno de la economía uruguaya, dentro de cuatro o cinco años." (Hasta aquí las nuevas declaraciones de Costa.)
¿TAMPOCO ATENDEREMOS AL EJEMPLO PROPIO?
He fatigado la atención de quien quiso oírme, pidiendo una apertura hacia la historia de los pequeños países emergentes, que abundan en el mundo. La soberbia reinante en quienes deciden por los demás, nunca le dio entrada a ese baño de humildad: quemarse las pestañas por aprender lo que enseña la realidad. Ahora se perfecciona delante de nuestros ojos un caso memorable y victorioso: se fijó una meta concreta y formidable y hubo acuerdo tácito o expreso entre todas las tendencias políticas, el país invirtió 100 millones de dólares (la mitad de un plan de Emergencia) y va a recibir tres mil millones de inversión y una fuerza productiva superior a toda la ganadería tradicional junta.
1) El plan concreto se trazó y fue iniciado bajo la primera presidencia de Sanguinetti (ley forestal Nº 15.939, de 28 de diciembre de 1987).
2) El plan sin variantes fue mantenido fielmente bajo las presidencias de Lacalle, segunda de Sanguinetti y de Batlle.
3) El plan fue respetado y está siendo bien defendido por el gobierno actual de Vázquez.
4) Conclusión: Los resultados del plan (duplicar la capacidad productiva el país en 25 años) pertenecen a todos, porque son el fruto de una "política de Estado" fielmente cumplida. ¡Un caso único!
El Uruguay despega de la región, en virtud de este persistente acto de inteligencia: lleva veinte años de ventaja con respecto a sus poderosos vecinos. Y la instalación de las tres factorías es irreversible. Brasil dotado como nadie por la naturaleza, devasta su foresta natural; y ese es uno de sus dramas. Con todo, Brasil ya entró, con cierto retraso, pero entró al juego del monocultivo con miras a la industria de la madera.
Argentina, cuyo territorio también está dotado de preciosos bosques naturales, en vez de fomentar esta producción intensiva, fija una posición groseramente enemiga de la agroindustria del papel; se diría que el barullo presidencial les nubla el entendimiento.
Mientras tanto, el Uruguay, una llanura con pocos árboles nativos (3% de su territorio) ya creó montes artificiales de monocultivo en 800.000 hectáreas, con miras a llegar a mediano plazo a los 3 millones de hectáreas, que fueron declaradas "forestables".
El Uruguay, hijo de su esfuerzo, opera sobre su naturaleza y "se hace" forestal; en consecuencia fluyen hacia aquí inversiones como nunca se lograron y con ellas, se duplican las exportaciones; se obtiene mayor recaudación fiscal sin aumentar los impuestos; y se crean abundantes fuentes de trabajo, directas e indirectas. Nadie podrá desmentir si digo que la mutación sobre el plan Hernandarias que duró 400 años, puede llamarse "el milagro oriental".
En veinticinco años el país es otro, es dos países.
DESAFÍO
Los gerentes, los técnicos, el personal especializado que habrá de ocuparse de la agroindustria que genera la forestación, deben estar preparados para el año 2010. Para esa fecha los jóvenes uruguayos dedicados al papel, la celulosa y los árboles, tendrán entre veinte y treinta años y necesitarán conocimientos de punta, en cada actividad.
Esos uruguayos ya son adolescentes y cursan en estos días enseñanza secundaria. ¿Y qué se hace por ellos? ¿Quién los prepara para las nuevas funciones que habrán de cumplir? ¿Alguien pensó en los técnicos encargados de controlar el aire, el agua, la tierra y el fuego en un país gran productor de celulosa? ¿Qué nuevos centros de estudio se han creado, qué nuevos programas, qué nuevos profesores, qué nuevas becas? ¿Qué publicidad se hace para que los muchachos sepan que se han abierto cantidad de caminos, carreras, en una actividad que nunca practicamos?
Hablo del rubro que será el rubro mayor de nuestra producción, el que puede sacarnos de pobres. ¿Nadie gastará un centésimo de optimismo en eso? ¿Quién apuesta por las nuevas generaciones? La riqueza natural sin inteligencia a su servicio, vale muy poco.
Finlandia es Finlandia no por los bosques que tiene, sino por la tecnología que perfeccionó para explotar sus bosques; es por eso que está a la cabeza de los países desarrollados.
¿Quién es el encargado, aquí y ahora, de prever los problemas exquisitamente correspondientes al Producto Culto Interno, cuando se produce un salto monumental en el desarrollo?
A las preguntas planteadas sólo puede corresponder una respuesta radicalmente ajena a los problemas cuantitativos del Presupuesto General de la Nación (tironeos por remuneraciones); esas disputas gremiales son el pasado y tenemos obligación de hablar del futuro más inmediato.
Los recursos que perciba el Estado por aumento de la producción maderera deben ser íntegramente volcados a las tecnologías (enseñanza más investigación) correspondientes a la agroindustria de la madera. Hay que dejar de ser troncos, para ocuparse de los árboles. Esa es la única forma de cambiar el país: cebar la bomba para que haya muchos que sepan qué hay que hacer. Sin masa crítica, el Uruguay seguirá en el papel de mero proveedor de materia prima. Una empresa, todas las empresas, no son otra cosa que un conjunto de habilidades y saberes.
1 Comments:
At 1/25/2006 6:09 AM, Equinox Fin de Semana said…
por lo menos trata de escribir sin faltas de ortografia...el resto es tipico de los argentinos, puro bla bla bla
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