Galaxias, ecología, magia y los poderes oscuros de Uruguay,

Galaxias, ecología y magia,

Miles de millones de galaxias con miles de millones de estrellas flotan a miles de millones de kilómetros de distancia



Una fotografía de última hora antes de irme a dormir. Repasando los feeds diarios me encuentro con este artículo de Phil Plait. Y, dentro del artículo, esto:

LA BELLEZA DEL UNIVERSO
http://blogs.discovermagazine.com/badastronomy/2009/02/05/the-face-of-beauty/

Se trata de la NGC 4921, una galaxia en espiral en el cluster Coma. Lo mejor de la imagen no es el primer plano, la galaxia que les acabo de mencionar. Son los detalles que hay a los lados; esas manchas de colores arriba a la izquierda, ese reguero con forma de embudo abajo a la derecha. Cada una de esas manchas es otra galaxia. Y al fondo hay más; no se pierdan la imagen en alta resolución (o ésta a 3840×3928, ver links debajo).



http://www.flickr.com/photos/badastronomy/3255460903/sizes/o/
http://www.spacetelescope.org/images/large/heic0901a.jpg

Y luego, si quieren, pueden creer que somos los niños más bonitos del barrio. Pero no tendría mucho sentido.

LAS MODAS CATASTROFISTAS DE CADA ÉPOCA; HOY, AL GORE, EL NOSTRADAMUS DE MODA



Ecología sí, pero sin tonterías de moda de cada siglo, de cada temor por el mundo que no dominamos y que las cucarachas heredarán el día que salgamos hacia otra galaxia.

Sí, nada de la alharaca exagerada del cambio climático de Al Gore es todo eso, son oscilaciones del clima. Fijate que en Londres, en el 1500, patinaban en el Támesis congelado -hay cuadros- y no se ha llegado a eso. La Tierra tiene esos períodos normales, lo de la capa de ozono, la deforestación, es todo un macaneo. Los mayas, por no ir más lejos, deforestaron toda la selva a límites increíbles para quemar la madera, miles de kilómetros, hoy la selva tapó todo. La selva crece más rápido que la deforestación normal, lo que se quita por un lado, se gana por el otro; hace millones de años que están desapareciendo especies y hace tanto tiempo que otras se las comen, se alimentan de ellas y a su vez serán deglutidas por el próximo depredador. Es normal.

El problema, la alharaca que hace la gente hoy es porque piensa en forma etnocéntrica, se cree que el hombre es el centro de todas las cosas, sin darse cuenta que es una especie más de millones y así, en ese criterio erróneo, trata al sentirse que algún totem divino inventado por él lo hizo a su imagen, de meterse a corregir la naturaleza, porque al igual que el dios que ha creado -porque no se da cuenta que ambos son una mota en la inmensidad- se preocupa por cosas que no entiende e intenta jugar él también a ser el dios de su entorno próximo. Basta levantar la vista del piso, mirar esas galaxias para entender que es muy probable que otras formas de vida cometan el mismo error de ingenuidad en este mismo momento.

A LA VELOCIDAD DE LA LUZ: 300.000 KILÓMETROS POR SEGUNDO
A esa velocidad, ni más ni menos deberemos viajar por las tecnologías del hiperespacio que estamos inventado para llegar a Alfa de Centauro antes que se pongan los dos soles del sistema, antes de la hora de los dos amaneceres simultáneos, antes que un imbécil como Colón llegue con su cuadrada estupidez a esos sitios e intente cristianizarlos y convertir sociedades autóctonas en esclavos de minas de oro o de metales para hacer chips de celulares como en el Congo. A esa velocidad antes que los funcionarios lleguen con sus putos formularios de inmigración y certificados de buena conducta, antes que el caos natural sea manejado por un tarado, antes de todo eso, llegarán los soldados poetas de la Grecia del siglo XXI.

En camiones y ómnibus, a la velocidad de la luz para marcar fronteras con liberal gracia, porque todos los ciudadanos que han salido al mundo lo han hecho con la revolución en sus mochilas, como los de Bonaparte, para llenar de claridad el espacio vacío que dejan las monarquías y dictaduras que desde la caída de Roma, a causa de las religiones excluyentes, han ensombrecido a Occidente, hasta que sacamos a los sacerdotes del poder y los relegamos a sus parroquias, para hacer una sociedad civil madura, sin magias ni gilipolleces.

Occidente no es cristiano, es griego y romano. Los cultos monoteístas, que por arte de no sé qué pensamiento se sienten superiores a los antiguos dioses de cada comarca, como todas las soluciones mágicas como es el Islam al mundo árabe, fue, es, un lapsus en su historia, un retroceso al mundo de la magia y la ignorancia, una vuelta atrás de una sociedad multicultural como Roma, tolerante, a una sociedad fanática y retrógrada, oscura y digna de olvido, como fue la Edad Media.

A la velocidad de la luz, volando a 300.000 kilómetros por segundo, en el siglo XXI recuperamos a la Grecia civil y laica de los orígenes, a la Grecia de Salamina y Platea donde le rompimos la espalda a los persas fanáticos, totalitarios y antidemocráticos como todo culto o ideología, eran y son enemigos naturales de la sociedad libre donde el motor de su éxito es sólo saber que no se tiene la verdad, que no se sabe nada y aceptar esto para siempre buscar una solución mejor y no quedarse con esquemas cuadriculados o verdades reveladas. No le debemos nada a las sectas que desde Oriente socavaron la cultura Mediterránea y la oscurecieron por más de mil años, es más, ellas fueron los virus que destruyeron Roma.

Pero la libertad, como la vida, por su fuerza natural se abre paso en las épocas más oscuras y a la larga triunfa sobre los que siempre tienen razón y tratan de imponer esa supuesta razón como sea, en aras de intereses superiores, llámese estado socialista, nazi, fascista o islámico o cristiano, porque no hay peor poder que aquel que cae en manos de personas arrogantes, que creen mirar el mundo desde las alturas de su superior mandato social o divino.

Aclaro, para los que me han venido leyendo estos años, que no niego algunos méritos de la gente religiosa bien intencionada, del papel moderador de los naturales excesos humanos que han tenido en algunos momentos; respeto lo que cada uno hace en la intimidad de su vida privada, lo que sea mientras no pretenda que todo su entorno debe ser operado de la forma en que él, por arte de magia, ve la vida.

LOS PODERES OSCUROS DE URUGUAY
Y ahora a darle al tema de ANTEL, las compañías sacrosantas del cable y otros poderes oscuros que tratan de mantenernos en la ignorancia; ellos tienen también el dogma que para sí mismos es sagrado, de que la gente marche a su ritmo y favorezca sus intereses y eso es intolerable para cualquier liberal, para cualquier demócrata. Y por eso hay que insistir en obtener cada vez más libertad: de mercado, de comunicación, de enterarnos, de elegir entre opciones, servicios y productos a la medida de nuestros gustos y no aceptar que un grupo de idiotas, que actúan de forma fascista sin ni siquiera darse cuenta de ello, digan sin vergüenza que están retrasando, por ejemplo, la entrada de la televisión satelital y la banda ancha, por que "no hay mercado" o porque esos sistemas son elitistas.

Mayor estupidez imposible, puesto que con el infame Plan Cardales, un engendro retrógrado, se pretende igualar pero para abajo, que haya más gente conectada pero de mala manera, de forma obtusa. En lugar de elevar los estándares a la excelencia, los igualan a la mediocridad, que es la medida de sus espíritus.

Por eso y por muchas cosas igualmente aberrantes, hay que evitar que un pésimo gobierno como éste tenga otra oportunidad para terminar de arruinar el resto del trabajo de las cuarenta generaciones que nos precedieron. Se tienen que ir.

Da para más.

Hasta la semana que viene.

Félix Obes Fleurquin
felix@equinoxuruguay.com