Mujica se los come vivos

Mujica se los come vivos
Ricardo Garzon, de Enfoques Digital
Diario Enfoques enfoquesdigital@adinet.com.uy

Nada más grato para el precandidato oficial del Frente Amplio a la Presidencia de la República, que este revoltijo de declaraciones y acusaciones provenientes de representantes de la oposición, que poco menos que lo calificaron de traidor a la patria.

"Ese pichón de Hereford sin guampas lo único que puede hacer es insultar para que se den cuenta que existe", le espetó a Pedro Bordaberry, que en ningún momento lo insultó, para inmediatamente darse vuelta y arrostrarle al Dr. de Posadas: "él conspiró, tiene un rostro de piedra; es un sinvergüenza que tuvo gran responsabilidad en la historia del atraso cambiario, e hizo la guita con las Sociedades Anónimas Financieras de Inversión".

Y decimos nada más grato para Mujica, pues todo este berenjenal armado con el secreto bancario en punta de lanza, permitió aflorase su vocabulario malsonante, desafinado y disonante delante de la prensa nacional y corresponsales extranjeros, que desaparramaron por el mundo sus manifestaciones.

Los partidos opositores, sin prensa adecuada y sin agencias publicitarias innovadoras, le están haciendo el caldo gordo a Mujica. Cada vez que Lacalle, Larrañaga u otros blancos y colorados se refieren a su persona, el candidato frenteamplista suma votos.

En rigor, Mujica es el único opositor al partido de gobierno. Todos los demás candidatos y precandidatos, y políticos de uno y otro color, dicen lo mismo, sostienen lo mismo, o parecido, y en su afán de colocarse en ventaja electoral son capaces de promover cualquier cosa y de prometer a diestra y siniestra todo un sinfín de maravillas, villas y castillas.

Tal el caso de Lacalle, que acaba de anunciar que piensa intervenir directamente en los predios improductivos para que los trabajen los más desposeídos.

Pero no me voy a detener en el precandidato nacionalista, pues la estrella de hoy es el senador Mujica.

Decíamos opositor al gobierno, pues es el único que va más allá del gobierno, al cual le puso el cascabel del levantamiento del secreto bancario, tema urticante que sacó de madrigueras al senador Astori, y también al mismísimo presidente de la república que recomendó prudencia y algo más.

Como si fuese poco, días después todos se avivaron de que Mujica no había hablado sin conocimiento de causa. Él se la bancó, entretanto, mientras la OCDE cocinaba al Uruguay como paraíso fiscal y lo ponía en la lista negra, tal cual recogió enfoques en ediciones anteriores.

Decíamos también, hace algunas ediciones, que Mujica arrasaba en las internas y que se preparaba para comerse crudos a los candidatos de los partidos opositores.

Nos afirmamos en la idea porque la gente está harta. Las promesas son las mismas del pasado, pero ya nadie cree que viene el lobo. Las ovejas están prontas para ser devoradas.

El caldo gordo está preparado para Mujica. El calamar está en su tinta. Así como vamos, Mujica, en su salsa, se los come vivos.