Equinox Fin de Semana

Notas de Felix Obes Fleurquin y del Semanario Equinox Fin de Semana de Uruguay

Friday, December 05, 2008

Se acercan las fiestas

Se acercan las fiestas



Y uno siente esa mezcla de alegría y nervios, algo así como si el iceberg que viene a chocar con el Titanic fuera de helado de frutilla. Te ves venir encima la noche del 24, que para mí es lo máximo si estás rodeado por tus seres queridos, pero que cada año implica reunirlos en persona o virtualmente -¿quién acá no tiene hijos, hermanos o amigos desparramados por la faz del planeta?-, tratar de estar en una cantidad de lugares al mismo tiempo y quedar bien con todos sin que te pongan en la lista negra del que no fue o llamó a tal tía o tal primo que se te pasó de largo.

Es época de jazmines del Cabo, los favoritos de Virginia -había pensado meter algunos en una bolsita y enviárselos a Mallorca, pero me entero que esta requeteprohibido por cosas de sanidad fitonosequé- y tenemos la casa llena de ramitos porque ese es el perfume de Navidad y ahuyenta los malos pensamientos y los temores y las cuotas aguinaldo y los cálculos de gastos en regalos y cenas y cohetes y arbolitos y llamadas de felicitaciones y... si no las ahuyenta, al menos las hace más fáciles, menos ominosas.

Y para eso, todos los que estamos acá mirando el mar, porque nos han dicho que quizás hay una ola enorme que se formó en el norte, que siempre nos hace pagar sus cuentas -vean la nota de Arturo Pérez-Reverte, escrita en el '98 como si fuera hoy- inventamos formas de pensar, como hacer surf en ella y no dejarnos tapar, y salimos con promociones de fin de año: "Dos por uno, tres por cuatro, si pagás ahora te llevás esto de regalo, si me cobrás después del verano te lustro el auto y la vereda gratis, por todo el año" y esas cosas que cada pequeño comerciante saca de la galera en Navidad.

Pero no es nada nuevo, pasa cada año, hacemos la lista de las cosas buenas que son muchas, la primera -como digo siempre que el horizonte está nublado- es que estamos vivos, no es poca cosa, es todo; y tenemos esos afectos que nos rodean y nos impulsan a seguir y hacer balances y promesas que no cumpliremos, la mayoría por falta de tiempo, pero ha quedado la intención y el reconocimiento de esa necesidad de ese cambio y eso es bueno, porque al hacer esa lista reconocemos que no somos infalibles ni hacemos todo bien y eso es inteligencia y sentido del humor; sentido del humor que debe comenzar por, nunca jamás de los jamases, tomarse a uno mismo con total seriedad.

Leticia me rezonga porque en las últimas semanas he estado consintiendo a Virginia, que es la que tengo más lejos. Que me pide las botas de invierno y ahí van por correo y han salido más caras que las botas de Lord Wellington o las del Gato con Botas, pero han sido enviadas por papá y no compradas en e-Bay y eso es lo que Virginia quiere.

Y tengo a Mia, la hija de Maxi y Denise en viaje; y el cumpleaños de Maia el mismo 24, fecha que cumplía mi padre; así que ha habido un recambio de personas en la familia para que ese día mágico lo sea doblemente. Y tengo a mi madre, a la que le caigo a cenar casi todas las noches esperando que tenga Coca Zero y si no hay, pongo cara de Maia cuando no hay caramelos en casa. Y tengo a Carolina y a Andrés a 100 kilómetros que no es nada y a Leti en casa, cada vez más linda.

¿Por qué no habría de festejar esta época de incertidumbres?

Y ese es más o menos mi balance. Es que, por ahora, voy ganando. Mi Equinox, obra curiosa mezcla de escribidores y software, mezcla de empresa y foro, ha cumplido 10 años, mis lectores me toleran con franciscana paciencia cuando estoy de humor negro, algunos tienen el aura de santidad de hacerse Socios del Club para ayudarme a mantener esta curiosidad en línea, mis clientes están conformes con mis servicios y me recomiendan, a los que han quedado inconformes, porque no soy infalible, trato de solucionarles su problema y a los 62 años me doy cuenta que cada día aprendo algo nuevo y disfruto con eso.

¿Por qué no habría de estar de buen humor latente y preparado para afrontar a la ordalia de las fiestas?

Y seguramente cada uno de ustedes está en una situación similar, los Obes no inventamos nada sino que somos un pequeño ejemplo de una familia común y corriente con todas las virtudes y defectos de la gente normal y seguramente todos haremos ese balance, nos daremos fuerza, inventaremos esperanzas, sonreiremos pese a los nudos en el estómago y trataremos, eso lo he terminado de comprender este año, que para malas noticias y pésimos augurios hay una galaxia de genios que los hacen por nosotros y que en la medida de lo posible, lo que hay que transmitir y enseñar es a tener esperanza y fe para poder hacer del milagro de estar vivo, el tiempo más largo posible, porque para lo malo hay una infinita eternidad de silencio.

Con un gran abrazo a todos, los animo a que levanten la cabeza, estamos en verano y hay sol, estamos rodeados acá de aire fresco y sombra verde de esta maravillosa ciudad arbolada y marítima y tenemos mucho trabajo por delante.

Hasta la semana que viene, gente. Y háganse Socios del Club Equinox, los vamos a atender de tal forma que valdrá la pena esa colaboración.

Félix Obes Fleurquin

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